Grupos sociales piden al ALBA integración, revolución agraria y "buen vivir"

Guayaquil (Ecuador), 30 jul.- Movimientos sociales de los países que integran la ALBA exigieron hoy a los presidentes de la región profundizar la integración latinoamericana, impulsar una revolución agraria y garantizar el "buen vivir" de sus pueblos.

Ello al finalizar hoy la XII cumbre presidencial de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), que tuvo lugar este día en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil y que se desarrolló de forma paralela a un encuentro de los movimientos populares de la región.

En un acto masivo, en el que se conjugaron discursos de los mandatarios, intervenciones de dirigentes políticos y presentaciones de artistas, los movimientos sociales de la ALBA entregaron a los gobernantes un manifiesto con las conclusiones y recomendaciones del foro de discusión de dos días que efectuaron en Guayaquil.

En dicho acto participaron los presidentes de Ecuador, Rafael Correa; de Bolivia, Evo Morales; y el de Venezuela, Nicolás Maduro; entre otras autoridades de los nueve países que conforman la ALBA.

El presidente ecuatoriano calificó al manifiesto como un "mandato" de los pueblos del ALBA a los Gobiernos de la región, mientras que el venezolano Nicolás Maduro, destacó la coincidencia del pensamiento de los movimientos sociales con los de los gobiernos bolivarianos.

El acto también sirvió para rendir un homenaje a la memoria del fallecido gobernante venezolano Hugo Chávez, quien impulsó la alianza.

En el manifiesto, los movimientos solicitaron a los mandatarios extender y profundizar la soberanía alimentaria en América Latina, como una iniciativa estratégica para "asegurar que los procesos de producción, intercambio y consumo de alimentos se orienten de manera prioritaria a una verdadera revolución agraria".

Asimismo, el documento solicita a los gobernantes emprender una auditoría de los "Tratados Bilaterales de Inversión" y otros instrumentos comerciales, a los que consideraron lesivos a los intereses de las naciones latinoamericanas.

Los movimientos sociales también reclamaron una nueva "arquitectura financiera" propia de la región, que se sustente en los fundamentos del socialismo y de los principios del "buen vivir", como se denomina a la región la estrategia de un nuevo modelo de desarrollo basado en la armonía entre el hombre y la naturaleza.

También, el manifiesto destaca la posición de los gobernantes para denunciar los "mecanismos de control imperialista", como el espionaje masivo a escala mundial atribuido al Gobierno de Estados Unidos.

"Los alentamos a continuar con sus posturas soberanas y decisivas para defender los derechos de los afectados por el espionaje y de quienes lo transparenten", indica el documento que insta a "la construcción de una América Latina y el Caribe liberados del imperialismo, del colonialismo y neoliberalismo".

"Hay una sintonía evidente, que permite trabajar para que la región avance en conjunto. Aquí está recogido el pensamiento más revolucionario de la ALBA", afirmó el presidente Maduro sobre el documento de los movimientos sociales.

El mandatario también indicó que se prepara un encuentro internacional en Venezuela para hablar sobre los 40 años del derrocamiento del expresidente socialista de Chile Salvador Allende.

Correa, a su turno, resaltó el ingreso de Santa Lucía a la ALBA y dijo que la Alianza se expande, aunque pidió a los pueblos de la región a estar atentos ante los intentos de grupos poderosos por eliminar los logros alcanzados.

"Quién puede negar que hay imperialismo en la actualidad. No podemos dormirnos, debemos seguir luchando para lograr la verdadera liberación", indicó.

Además, dijo que hay organizaciones sociales financiadas por países imperialistas y empresas trasnacionales que buscan hacer daño al proyecto de integración.

Esas organizaciones "proponen no explotar los recursos naturales. Pero estoy convencido que no habría revolución sin utilizar los recursos naturales" que poseen los países latinoamericanos, aseguró.

El acto final de la Cumbre de la ALBA estuvo precedido por una marcha de los movimientos sociales por las calles de Guayaquil, donde se expresaron consignas en contra del imperialismo y por la soberanía política, económica, alimentaria y cultural de la región.