La Guardia Civil frente a la 'banca' de los narcos: "Es muy difícil hallar el dinero"

Los estados modernos han sido creados para 'tratar' con otros estados, pero a veces son incapaces de luchar contra organizaciones invisibles y descentralizadas vinculadas a actividades fuera de la ley, como el tráfico de drogas, que no tienen interés político que los haga visibles, sino un interés puramente económico que los convierte en imperceptibles. El surgimiento de verdaderos entramados financieros en torno a este tipo de fenómenos, los llamados 'narcobancos', que les permiten operar de forma autónoma con dinero también fuera del entorno legal, hace muy difícil a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado llegar al corazón de las organizaciones para detenerlas.

Uno de los lugares de España donde está más presente el narcotráfico es en el sur, en concreto en el Campo de Gibraltar. Esta actividad provoca que miles de billetes -hasta ahora desconocidos por el sistema- entren en circulación a través del blanqueo. Una operación que la banca comercial, la Policía Nacional y la Guardia Civil han frustrado en innumerables ocasiones. Hace dos semanas una noticia impactaba en los titulares de la prensa local y la nacional: la Guardia Civil había desmantelado un 'narcobanco', un concepto hasta ahora desconocido por la opinión pública. El 'director' de este banco, un vecino de Algeciras que actuaba en paralelo al sistema financiero, consiguió 'blanquear' hasta cinco millones de euros. Sin embargo, una operación más ambiciosa, como era introducir en el sistema 123 millones por medio de la 'construcción' de un parque solar, hizo saltar todas las alarmas y la entidad quebró fruto de la intervención de la Guardia Civil.

"Hay un montón de dinero por blanquear (en el Campo de Gibraltar), pero es imposible de cifrarlo porque no hay pruebas claras de cuánto hachís está entrando para hacer una comparativa", afirma una fuente de la Guardia Civil experta en narcotráfico que prefiere guardar el anonimato. Este mar de billetes que inunda esta zona de Andalucía es el colofón final a un entramado económico paralelo al sistema. Éste comienza en países del norte de África -donde suele estar el dueño de la droga- que contacta en un punto -"normalmente cercano a la costa"- con los que "cargan" (que son las redes de narcotraficantes de España, que se encargan de "la logística y el transporte") para que la envíen a España (el cargamento se "coloca" luego en lugares diferentes al Campo de Gibraltar donde exista "menos control"). 

Este negocio ofrece unos ingresos cuantiosos para incontables actores que participan del proceso. El que organiza una narcoembarcación "por ejemplo, de 3.000-4.000 kilos de hachís, más de un centenar de fardos" puede conseguir un ingreso de "entre 150.000 y 300.000 euros limpios" que tiene que repartir entre varias decenas de personas. "Tirando a la baja" los sueldos de los que hacen la travesía serían los siguientes: el piloto, 30.000 euros; el 'gepero' (que se encarga del rumbo a través del GPS), 20.000 euros; el marinero (que se dedica a cargar y descargar), 15.000 euros; el 'garantía' (un hombre de confianza del proveedor, que se encarga de que todo marche según lo previsto y que es la única voz autorizada a bordo para decidir si se tiran los fardos al mar en caso de peligro inminente por la presencia de la Guardia Civil), cobra aparte. 

Por otro lado, los pilotos de coche que están esperando en la playa para recibir la droga "se llevan unos 20.000 euros", los puntos (que controlan los movimientos de las fuerzas de seguridad en tierra y mar), cobran entre 500 y 1.000 euros; las collas (que descargan el hachís una vez llega a la playa y que suelen ser uno 15 o 20), ganan 3.000 euros cada uno. También habría que pagar a los que 'cuidan' las guarderías (el lugar donde se almacena la droga), los que proporcionan coches y los mecánicos, en caso de  averías. Sin duda, se trata de una economía en la sombra que abastece a muchas familias.

En este negocio hay cientos de organizaciones dedicadas al tráfico de droga (hachís, marihuana y cocaína, principalmente) que se encuentran sobre todo en Andalucía (Cádiz, Barbate, el río del Guadalquivir...), pero, de entre todas, destacan dos, que están en el Campo de Gibraltar, y que son competencia directa los unos de los otros. Para lo narcos, lo más importante es "el tema económico" porque "si una organización se descapitaliza, te la has cargado". Pero encontrar ese capital es difícil porque "cuando entramos en las casas -de los narcotraficantes- el dinero no está". Éste -rechazado por la banca comercial del sistema- se encuentra custodiado por los banqueros del narcotráfico: personas discretas y de confianza que atesoran en sus casas decenas de miles de billetes.

"Uno, debajo del somier de su cama, tenía todo lleno de bolsas de deporte hasta arriba de billetes de 50 y 100 euros", relata la misma fuente de la Guardia Civil, que prosigue, "Si yo (el nacotraficante) necesito pagarle a uno de la organización, o quiero comprarle un coche a mi querida, cojo el dinero del que me lo tiene guardado. Así, tengo el efectivo cuando me hace falta y sin estar en mi casa". La existencia de estos narcobanqueros complica la actuación al instituto armado, algo que reconocen, "el dinero en efectivo cuesta mucho encontrarlo". Como todo banquero, siempre ligados a algún tipo de interés, éstos acumulan los beneficios del narcotráfico a cambio de favores, "les dan dinero para que vivan bien, les pagan el colegio o los hospitales a sus niños".

El perfil de estos narcobanqueros es muy dispar: hay "gente humilde", anónimos con su trabajo aparte y otros no tan desconocidos. Muchos son del entorno del narcotraficante, pero otros no (y éstos son conscientes del peligro que corren en caso de 'robar' el dinero). Fuentes de la Benemérita aseguran que estos narcobanqueros, si son "pillados", entrarían en la cárcel por ser "colaboradores en el tema del blanqueo". Hasta ahora, esta banca en la sombra conseguía beneficios a cambio de favores, pero hace dos semanas el paradigma cambió con la detención de este vecino de Algeciras que utilizaba mecanismos de la banca moderna, aplicando un tipo de interés a los narcos que querían 'lavar' el dinero.

La Guardia Civil no cree que exista un "efecto llamada" que copie las mismas prácticas de este narcobanquero, pero sí aseguran que hay "gente que es corrompible y que está predispuesta a delinquir". El blanqueo de capitales sigue siendo un problema a erradicar en el país y así lo demuestran los datos que arroja el Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (SEPBLAC) en su último informe. Éste sostiene que "la información recibida por asuntos de blanqueo de capitales" fue en el año 2019 de 7.354. Un año después, el número de casos aumentó en más de 5.000.