Había una vez un circo... El espectáculo que puede morir por el avance animalista

  • Diez autonomías y 500 municipios han prohibido las atracciones con animales, que en Madrid atrajeron a 400.000 espectadores la pasada Navidad.
El circo, protagonista de la penúltima cita del Festival Puerta al Mediterráneo en Mora de Rubielos (Teruel)
El circo, protagonista de la penúltima cita del Festival Puerta al Mediterráneo en Mora de Rubielos (Teruel)
EUROPA PRESS

'Romeo' es un león de 18 años y 'King' un caballo de más de 20. Ni uno dormita y caza en la sabana africana ni el otro corre, por ejemplo, en el Hipódromo de la Zarzuela o en la playa de Sanlúcar de Barrameda. Son dos de los 44 animales que 'actúan' en el circo Quirós -leones, tigres, elefantes, loros, caballos, camellos, reptiles…- y estos días mostrarán sus habilidades en la localidad conquense de Tarancón, donde este circo familiar fundado en 1916 ha instalado su carpa hasta el próximo 19 de mayo. "Un circo sin animales está muerto", asegura su gerente y portavoz de la Asociación Circos Reunidos, Nacho Pedrera.

Pero la presión animalista ha calado en las instituciones y ya son diez comunidades autónomas y cerca de medio millar de municipios, Madrid entre ellos, los que han prohibido el circo con animales. Incluso, el Ministerio de Cultura ha anunciado que en 2022 dejará de subvencionar a los circos con animales. Quizás, en pocos años, en España haya que referirse en pasado al circo. "Si esto no cambia en tres años desaparecemos", clama Pedrera, en defensa de una actividad de la que hoy en día todavía viven cerca de 2.500 personas en España y a la que acuden cientos de miles de personas cada año.

Solo en Madrid había 14 circos instalados estas pasadas navidades y, por ejemplo, por el circo Quirós pasaron "100.000 espectadores y dejamos 60.000 euros en las arcas del ayuntamiento por instalarnos en el barrio de Carabanchel". Es más, los cálculos de la Asociación hablan de alrededor de 400.000 espectadores en los circos instalados en Madrid durante las últimas fiestas navideñas. Y es que el circo "crea ilusión, sobre todo en los niños, y riqueza, pero quieren matarnos porque la esencia del circo son los animales y los payasos, y un circo sin estas dos variables será otra cosa, un teatro de variedades, un cabaret… Pero jamás un circo", sentencia Pedrera.

En España hay en la actualidad unos 30 circos, "14 de ellos con animales", y éstos cada vez tienen más dificultades para trabajar. Aragón, Asturias, Baleares, Cataluña, Extremadura, Galicia, La Rioja, Murcia, Navarra y Valencia han prohibido espectáculos de circo con animales en sus territorios e igual que ayuntamientos como el de Madrid (aunque hay una moratoria hasta marzo de 2020), Barcelona, Bilbao, Málaga, Valencia, Valladolid… "Cada vez podemos trabajar menos y a ello hay que unirle la presión violenta y de los colectivos animalistas, que nos atacan con saña en muchos lugares a los que vamos".

Muchas de las comunidades y ayuntamientos que se han declarado "libres" de circos con animales han basado su prohibición en una recomendación realizada en 2015 por la Federación Veterinaria Europea (VTE), que señala que las atracciones circenses generan malestares físicos, mentales y sociales en los animales. Desde InfoCircos, una coalición formada por las entidades de protección de los animales y la fauna salvaje ANDA, AnimaNaturalis, Born Free Foundation, FAADA y AAP Primadomus.con el objetivo de poner fin a la utilización de animales salvajes en actuaciones circenses se asegura que el 75% de los españoles viven ya en territorios libres de espectáculos con animales salvajes. "La tendencia tanto en España como a nivel internacional está claramente encaminada a una rápida desaparición de los animales salvajes de los espectáculos circenses. En España, que en solo cuatro años se hayan conseguido prohibiciones en este sentido en diez comunidades autónomas de los más diversos colores políticos es muy revelador", afirma Marta Merchán, coordinadora de InfoCircos.

"En la próxima legislatura seguiremos trabajando desde InfoCircos para intentar que las 7 autonomías restantes sigan el ejemplo de Cataluña, Baleares, Galicia, Murcia, La Rioja, Comunidad Valenciana, Aragón, Extremadura, Asturias y Navarra". De hecho, algunos circos españoles como el Europa, el Francia o el Wonderland ya se han reconvertido, se han deshecho de sus animales, y los han entregado a centros de rescate como el de APP Primadomus en la localidad alicantina de Villena.

Pero, en general, el sector del circo, que ve cómo su actividad está puesta en cuestión, ha planteado ya la batalla en los tribunales. Por un lado insiste que las leyes prohibicionistas son inconstitucionales e incumplen, "al menos diez leyes de la UE". De hecho, "hemos ganado todas las demandas que en este sentido hemos interpuesto ante los tribunales" como, por ejemplo, la del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha que ya anuló, en su día, la prohibición de instalar circos con animales aprobada por Talavera de la Reina (Toledo). "Y los circos Gottani o Coliseo ya han estado en Talavera, con animales, y con un gran éxito de público", asegura el responsable de otro de los circos españoles que utilizan animales, el circo Parada, un pequeño circo familiar especializado en reptiles.

El gerente del Circo Quirós, en el que trabajan 80 personas, y portavoz de Circos Reunidos, insiste en que en el circo no se maltrata a los animales "porque son nuestra familia y no hay una sola imagen de un animal maltratado. Los animales que tenemos nacen y mueren con nosotros, se han criado a biberón y pasan todas las inspecciones de veterinaria municipal o del Seprona. Tienen un veterinario las 24 horas del día y somos el sector que trabaja con animales que más controlado está. Pasamos una inspección a cada ciudad que vamos. Muchas veces están mejor que en los zoológicos. El zoo pasa dos inspecciones anuales y nosotros las pasamos todas las semanas".

¿Cautividad?, preguntamos. "Un león necesita un espacio de cuatro metros cuadrados y nosotros tenemos parques de más de 500. Además, son animales que han nacido aquí porque la falacia de que vamos a cazarlos es falsa. No conocen otra cosa que el circo, somos su familia y no tendrían la capacidad de volver a la selva. Si nos ponemos así, tener un pájaro en una jaula en el salón de casa, o un perro o un gato en una vivienda también es cautividad".

Kelly, del circo Zavatta, otro de los que tienen animales, vuelve a poner 'el dedo en la llaga': “La gente viene a ver animales al circo. Es lo que más se demanda, lo que quieren los niños. Si no hay animales la gente no viene al circo y esta industria deja de ser rentable". Nacho Pedrera, cuyo circo, el Quirós, se gasta más de 3.000 euros al mes en alimentar a sus ‘fieras’, incide: “Podrá haber trapecistas, magos, equilibristas… Pero un niño va al Circo del Sol y se aburre. Los niños quieren payasos, animales… Y sin ellos será un espectáculo de variedades, un café teatro, pero no un circo", tal y como se inventó y creó en Londres en el siglo XVIII, donde nació el circo moderno, cuando en 1768 el sargento de caballería Phillip Asttley construyó una pista circular para hacer acrobacias en su caballo. El éxito fue tal que contrató a otros artistas: malabaristas, acróbatas… para completar el espectáculo. Había nacido el circo moderno.

Pero, en España, las trabas son cada vez mayores para el circo. Así, el sector habla de resistir, pero advierte de que la situación es crítica. Sería el último rugido del circo en el país de mitos como el payaso Charlie Rivel o la trapecista 'Pinito del Oro'. De momento, si las cosas no cambian, las próximas fiestas navideñas serán las últimas en las que los madrileños podrán disfrutar del circo con animales. 

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