Hacienda ha ingresado hasta abril 1.596 millones de euros con los gravámenes temporales a la banca y las energéticas, aprobados para hacer frente a las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania, y con el Impuesto Especial sobre los Envases de Plástico No Reutilizables. En los cuatro primeros meses del año, el Estado ha seguido adelante con el proceso de consolidación fiscal, situando su déficit en el 0,12% del PIB (1.660 millones, de euros), por lo que lo rebaja más de un 76% en relación al mismo periodo de hace un año. Para ello ha sido clave el aumento de los ingresos tributarios, que han crecido un 7,8% interanual hasta los 68.115 millones.
Los datos de ejecución presupuestaria del primer trimestre, que ha dado a conocer este miércoles el ministerio liderado por María Jesús Montero, muestran cómo el desequilibrio del conjunto de las Administraciones (excluidas las entidades locales) se redujo al 0,18% del PIB (2.768 millones) gracias al aumento de la recaudación que ha traído consigo la mejora de la actividad -el PIB aceleró su avance hasta el 0,5%- y gracias, también, a la resiliencia del mercado de trabajo pese a las turbulencias financieras, a una inflación persistentemente alta y al encarecimiento de las condiciones de financiación por el alza de tipos. De hecho, la Encuesta de Población Activa registró el mejor primer trimestre para el empleo de los últimos 15 años.
Hasta marzo la Administración Central, la Seguridad Social y las comunidades autónomas en conjunto elevaron sus ingresos un 9,3%, mientras que los gastos aumentaron un 6,8%. Los primeros se vieron impulsados por el alza de la recaudación tributaria (6,8%), de las cotizaciones sociales (7,4%) y de las transferencias entre administraciones públicas (9,2%). En concreto, la administración central registró un superávit de 858 millones de euros (el equivalente al 0,06% del PIB), frente al déficit del pasado año, gracias a los nuevos gravámenes sobre banca, energéticas, al plástico de un solo uso y, gracias, además, al tirón de IVA e IRPF.
En el caso de las autonomías, el hecho de que el Estado les transfiriese más de 3.000 millones de euros el año pasado para compensar el cambio del sistema de IVA afecta a la comparativa con este año, cuando registran un agujero de 2.186 millones (el 0,16% de su riqueza). Únicamente Asturias (0,27%), País Vasco (0,16%) y La Rioja (0,04%) han despedido el primer trimestre del año con un saldo positivo en sus cuentas. Llama también la atención que entre enero y marzo y pese al récor de ingresos por cotizaciones la Seguridad Social haya disparado su déficit un 18% hasta los 1.440 millones.
Los ingresos del Estado crecen tres veces más que los gastos
En el caso concreto del Estado y con los datos hasta abril, con los datos publicados por Hacienda se aprecia cómo los ingresos crecen más de tres veces por encima de lo que lo hacen los gastos: los primeros ascendieron a 80.851 millones, tras dispararse un 10,7%, mientras que los pagos se incrementaron un 3% hasta los 82.511 millones. Destaca el fuerte aumento, del 17,4% de la recaudación por Sociedades, por los mayores beneficios, pero también por la normativa que limita la compensación de bases imponibles negativas de los grupos.
Suben, además, la recaudación por IRPF (7,5%) y la del IVA (2,2%), pese a que al menos en los tres primeros meses del año el consumo de los hogares se ha mostrado bastante débil. Mientras, el repunte de los gastos se explica por el aumento en las transferencias entre las distintas administraciones (5,1%); por el mayor gasto en consumos intermedios (se incrementa un 14,9% por las elecciones municipales y autonómicas celebradas el pasado 28 de mayo); y por la remuneración de los asalariados, que crece un 4,8%.
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