Hacienda advierte al Congreso de que la Renta Básica llevaría España a la quiebra

  • El secretario de Estado de Presupuestos afirma que aprobar el proyecto que estudia el Parlamento hundiría la economía y generaría despidos masivos
Alberto Nadal, secretario de Estado de Presupuestos
Alberto Nadal, secretario de Estado de Presupuestos

El secretario de Estado de Presupuestos del Ministerio de Hacienda, Alberto Nadal, comparecía este martes ante la Comisión de Empleo del Congreso de los Diputados para ponderar las implicaciones presupuestarias que tendría la puesta en marcha una Renta Básica en España, pero su intervención ha ido mucho más allá de eso y se ha convertido en una invectiva contra el modelo de Renta Básica, salpicada de advertencias sobre las catástrofes económicas de todo tipo que sobrevendrían sobre el país si llegara a aprobarse el proyecto de ley que desde hace meses estudian sus señorías tal y como está formulado.

Nadal no ha dejado siquiera espacio al debate sobre la cuestión. "Si la Renta Básica llega al BOE tal y como está planteada en el proyecto de ley supondría la quiebra de las Hacienda Pública española", ha asegurado el que fuera secretario de Estado de Energía. Luego ha aportado los datos que sustentan su afirmación y ha recordado que la Autoridad Fiscal Independiente (Airef) estimó en su día en 15.300 millones de euros la factura de poner en marcha la Renta Básica que estudia el Parlamento o que Fedea la elevó a 17.000 millones de euros, lo que arrojaría un coste anual aproximado de entre 1,5 y 2 puntos del PIB. También ha admitido que las Administraciones Públicas gastan ya 8.400 millones de euros al año - entre Estado y comunidades autónomas - en combatir el riesgo de exclusión social, pero el alto cargo de Hacienda sospecha que la Renta Básica se acumularía a estas ayudas, y no las sustituiría.

El secretario de Estado de Presupuestos ha advertido que para financiar el coste de la Renta Básica el Estado tendría que subir en seis puntos el tipo media del IVA, o subir en tres puntos cada uno de los tramos del impuesto, "incluido el de los bienes de primera necesidad", ha apostillado para darle si cabe mayor dramatismo a su relato, o bien subir un 20%  la tarifa del IRPF. "Un nivel impositivo que nos llevaría de nuevo a los peores años de la crisis económica", ha concluido.

Y no acaban aquí las catástrofes que sobrevendrían si a sus señorías se les ocurre aprobar la Renta Básica. "Todo el sistema público de pensiones se pondría en peligro, todo el sistema de solidaridad de nuestro estado del bienestar, y se produciría una destrucción masiva de puestos de trabajo" ha detallado. También, ha advertido, como su implantación se prevé sin restricciones por edad, formación u origen provocaría a buen seguro un 'efecto llamada', "que podría multiplicar su coste por dos o por tres", ha asegurado sin dejar demasiado claro la magnitud del flujo de personas que se produciría para multiplicar por dos o por tres el número de potenciales beneficiarios de la Renta Básica.

Hasta aquí llega el inventario de sucesos que acontecerían si se implantara la Renta Básica según el secretario de Estado de Presupuestos. Un escenario que podría evitarse decantándose por otras alternativas, como simplificar el sistema - demasiado atomizado - de ayudas contra la exclusión social, mejorar el reparto competencial entre Estado y comunidades autónomos o mejorando la información sobre las ayudas que ya están disponibles en el sistema y que, según la información de que dispone Hacienda, llegan cada año a más de un millón de beneficiarios.

"No hay que evitar la exclusión, hay que poner las herramientas necesarias para que las personas tengan a su disposición la capacidad de salir de ella; lo que se conseguiría con una Renta Básica es llevar a miles de personas a una situación de exclusión social, porque el mejor antídoto contra la exclusión social es el crecimiento y el empleo. Podemos ser más generosos, pero antes debemos generar más crecimiento y más empleo", ha remachado.

Mostrar comentarios