Todas las facturas de tu boda que debes conservar para evitar multas de Hacienda

Fotografía de una boda.
Fotografía de una boda.
Foto de Blake Newman en Pexels.

Las bodas y todos sus gastos están en el punto de mira de Hacienda. El coste de los enlaces matrimoniales en España ronda los 20.000 euros según un estudio de Bodas.net, Google y Esade, aunque otras webs como Seven Weddings aseguran que la cifra asciende a los 30.000 euros en el caso de una boda de clase media. Sea como fuere, la cantidad de dinero que mueven estos eventos está bajo la lupa de la Agencia Tributaria, que puede pedir cuentas al matrimonio y a los proveedores, pudiendo acarrear altas multas para ambos.

En Asturias, por ejemplo, ya se han dado varios casos recientes de novios que han recibido la visita en sus casas de un representante del Fisco, pidiendo las facturas de todos los servicios contratados en el enlace. Y es que Hacienda puede reclamar las cuentas de una boda en los siguientes cuatro ejercicios fiscales a la celebración, por lo que es fundamental que los novios guarden esas facturas durante al menos cinco años. 

El Fisco puede solicitar las facturas de todo, desde el vestido de la novia, pasando por el fotógrafo hasta los regalos. Sí, los regalos, que deben tributar como cualquier otra donación.

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Si bien en este ámbito no se suelen investigar si la cuantía económica es baja, todas las transferencias de más de 3.000 euros y movimientos con billetes de 500 euros podrían ser multados, y en caso de no satisfacer la multa, se debe pagar el 50% de lo recibido e intereses de mora de un 3% anual.

Hacienda ha puesto el foco en las bodas porque es habitual que algunos de los servicios contratados no se declaren de forma correcta, una decisión problemática.

“Para un artículo estándar, aconsejo a los novios que contraten a un profesional que les asegure facturas con el fin de evitar sustos. Hay mucha gente que contacta a los futuros casados por Instagram sin ser realmente profesionales”, explica a La Información Sara Alonso, ‘wedding planner’ en la empresa Queridiña, cuya sección de bodas se llama Casadeira.

La firma de bodas gallega nos indica que la lista de artículos y servicios contratados en una boda es muy elevada, pero que por norma general los siguientes son los más habituales y, por ende, todos cuyas facturas se deben conservar: el transporte de los invitados, los grupos de música o DJ, los servicios de decoración, repostería o ‘wedding planner’, fincas y restaurantes, servicios de flores, el vestido y los complementos de los protagonistas, las alianzas, servicios de maquilaje y peinado, papelería e invitaciones, videógrafo y fotógrafo que “hoy en día suelen ir por separado”, el maestro de ceremonias en caso de que la boda sea por lo civil y el viaje de luna de miel. Conviene tomar nota.

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