Hacienda recaba tickets entre su plantilla para cazar a empresas que ocultan cobros

  • Cruzará la información de esos recibos con la proporcionada por las empresas para detectar contabilidades en 'B' y fraudes por ocultación de ingresos.
Fotografía Oficina Agencia Tributaria / EFE
Fotografía Oficina Agencia Tributaria / EFE

La Agencia Tributaria ha puesto en marcha una audaz experiencia piloto para tratar de recabar por la vía rápida información de trascendencia tributaria que permita al Departamento de Inspección detectar, primero, y desenmascarar, más tarde, a establecimientos y empresas que aprovechan los fuertes flujos de cantidades en metálico que gestionan para ocultar parte de sus ingresos y no declararlos al Fisco. Como en esos casos la información de mayor relevancia tributaria está en las facturas que emiten, la Agencia ha decidido solicitar la colaboración voluntaria de sus trabajadores para recabar la mayor cantidad de tickets y facturas de pagos en metálico posible a fin de constituir una base de información significativa sobre la que, a partir de cruces de datos con la información tributaria oficial que proporcionan las empresas, trabajar para detectar patrones sectoriales de fraude o de ocultación de ingresos.

El asunto constituye una preocupación histórica del Área de Inspección de la Agencia Tributaria e incluso se ha intentado abordar en el pasado con propuestas audaces como permitir desgravarse en el IRPF una parte de los gastos efectuados en determinados servicios cotidianos que se suelen pagar en metálico -dentista, pequeñas reparaciones domésticas, servicios de asistencia domiciliaria- para estimular la generalización del uso de las facturas y tener un mayor control sobre los gastos en metálico. La medida, defendida desde la Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) y que Cristóbal Montoro llegó a plantearse durante su segunda etapa como ministro de Hacienda en la era Rajoy, nunca llegó no obstante a aplicarse de manera efectiva.

La iniciativa busca atacar uno de los flancos débiles de la acción de la Agencia Tributaria: la dificultad para obtener documentación fiable sobre los fraudes en operaciones en metálico, a través de los cuales entiende que se les escapan ingresos fiscales millonarios. Por su propia naturaleza este tipo de operaciones no dejan rastro y son difíciles de perseguir por parte de los equipos de Inspección. De hecho, hasta ahora el único cauce específico a través del que la Agencia Tributaria recibía información sobre este tipo de fraudes era el canal de 'denuncia de pagos en efectivo' de su página web.

Fuentes de la Agencia Tributaria aclaran que en este proyecto piloto para el que han solicitado la colaboración de los trabajadores del organismo el objetivo no es tanto obtener evidencias directas de situaciones de fraude como disponer de una base de información sobre operaciones en efectivo, a partir de la cual detectar patrones de conducta sectoriales o prácticas específicas que permitan orientar la actuación de la Inspección en la persecución de fraudes relacionados con las operaciones en efectivo. Es decir, que los tickets y recibos que aporten los trabajadores de la Agencia no se utilizarán para instar de forma directa actuaciones de la Inspección, sino para obtener indicios que permitan realizar una mejor selección de contribuyentes de riesgo y descubrir pautas de fraude no identificadas con la información disponible hasta ahora.

La Agencia no oculta que en su punto de mira se sitúa el llamado 'software de doble uso', un conjunto de sistemas informáticos de nueva generación que permiten ocultar ingresos y ventas reales, y llevar una doble contabilidad oculta a los ojos del Fisco en negocios en los que se manejan grandes cantidades de efectivo. El asunto se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los equipos de lucha contra el fraude e incluso fue uno de los grandes ejes del anteproyecto de Ley de Lucha contra el Fraude lanzado por el Ejecutivo socialista pero que no llegó a tramitarse por la convocatoria electoral.

Inquietud entre los trabajadores de la Agencia

La maniobra, una vuelta de tuerca más en el cerco sobre las operaciones en efectivo que desde hace años viene ejecutando la Administración Tributaria, ha causado revuelo entre los empleados de la Agencia , que no se terminan de fiar ni de los objetivos ni del uso que el Departamento de Inspección va a dar a esa información. Una nota interna circulada hace unos días por el sindicato CSIF manifestaba sus dudas respecto al alcance real del plan y se cuestionaba sobre asuntos como si la Agencia respetará la protección de los datos personales que figuran en las facturas, si la información en ellas recogida tendrá valor probatorio en una eventual inspección o no, o si se utilizará para hacer comprobaciones tributarias. 

El sindicato también se hace eco de quejas de funcionarios de "alguna Delegación" a los que se habría trasladado que esa colaboración no es tan voluntaria, que las facturas aportadas se incorporarían a un registro y que la mayor o menor aportación por parte de los empleados se tendría en cuenta a la hora de repartir el plus de productividad de los funcionarios de la Agencia. La Agencia Tributaria rechaza esas acusaciones y aclara que el plan es voluntario y que la participación en el mismo no se tendrá en cuenta ni en el bonus de productividad de los empleados de la Agencia "ni en ningún otro concepto retributivo".

Por lo que pudiera pasar, el sindicato ha remitido una carta a la directora del Departamento de Recursos Humanos de la AEAT, Marta Somarriba, para aclarar todas estas dudas e instar a la Agencia a remitir una circular a todas las delegaciones regionales "en el sentido de dejar claro que no se puede acceder a los registros de los tickets y facturas que han incorporado los empleados para consultar quienes han participado o no y en qué medida, y que tampoco se permite vincular de ninguna manera la colaboración voluntaria con las asignaciones de la parte variable del PEIA o de otras productividades".

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