Hallan en Guadalajara otra nave secreta para la fabricación ilegal de tabaco

  • El Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria ha encontrado en Guadalajara la instalación principal de la fábrica ilegal de tabaco desmantelada el pasado día 7 en Coslada (Madrid), en la que han intervenido otros 3.600 kilos de picadura para producir 144.000 cigarrillos a la hora.

Madrid/Guadalajara, 18 jun.- El Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria ha encontrado en Guadalajara la instalación principal de la fábrica ilegal de tabaco desmantelada el pasado día 7 en Coslada (Madrid), en la que han intervenido otros 3.600 kilos de picadura para producir 144.000 cigarrillos a la hora.

En el momento de la intervención, la organización disponía de 1,8 millones de cajetillas falsificadas de Marlboro listas para empaquetar, ha informado hoy la Agencia Tributaria.

La fábrica ilegal se encuentra en el polígono industrial del Balconcillo de Guadalajara, donde se ha hallado importante maquinaria para la fabricación de cigarrillos y para su embalaje, además de herramientas para la falsificación de cajetillas, según fuentes de la investigación.

A principios de mes, Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria desmanteló en la localidad madrileña de Coslada la primera fábrica ilegal de tabaco detectada en España, que tenía una capacidad para elaborar 1,5 millones de cigarrillos mensuales, y evitó un fraude a Hacienda de 3 millones de euros.

En esa primera fase se aprehendieron 16,5 toneladas de picadura de tabaco y la maquinaria necesaria para la realización del "proceso primario" de fabricación de cigarrillos, además de resultar detenidas seis personas, de las cuales cuatro continúan en prisión.

Diez días después, en la segunda fase de la "Operación Jaula", Vigilancia Aduanera ha encontrado la otra nave de la organización, que se hallaba en pleno proceso de fabricación debido a que la intervención de Vigilancia Aduanera del pasado 7 de junio interrumpió la actividad de la organización.

A la fábrica se accedía a través de un ingenioso mecanismo secreto que ocultaba, tras unas supuestas taquillas para enseres personales de empleados, las instalaciones donde se realizaba el proceso final de fabricación de cigarrillos.

La fábrica ilegal estaba totalmente revestida de material aislante para que el sonido de las máquinas no fuera captado desde el exterior.

En una primera estimación, Vigilancia Aduanera calcula la capacidad productiva de esta instalación en unos 144.000 cigarrillos (7.200 cajetillas) a la hora y, por los embalajes y materiales intervenidos, se estima que la fábrica tenía prevista una producción cercana a los 2 millones de cajetillas.

En el registro se ha intervenido maquinaria, utensilios, embalajes, picadura y cigarrillos en diversas fases de producción, y también cigarrillos terminados y empaquetados, además de etiquetas y carteles de turrones para camuflar las cajas de cigarrillos ya producidos.

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