La precariedad laboral que no se reduce

"Hay compañeras que han firmado 800 contratos en 15 años. Yo, 'solo' 400"

La temporalidad ofrece empleo a un mayor número de parados de larga duración que el trabajo fijo
La temporalidad ofrece empleo a un mayor número de parados de larga duración que el trabajo fijo
EUROPA PRESS

"Me diplomé en enfermería en la Universidad de Santiago de Compostela en el año 2015 y me apunté al SERGAS (Servicio Gallego de Salud). Desde entonces he firmado 400 contratos de trabajo. De dos horas, de un día (la mayoría), de dos, de cuatro... Y eso que estuve unos años a media jornada porque tengo compañeras que en el mismo tiempo han firmado hasta 700 y 800 contratos distintos". Alba Rodríguez Álvarez vive en Sarria (Lugo), tiene 35 años, y su caso ejemplifica, quizás hasta el extremo, uno de los grandes problemas del mercado de trabajo español: la temporalidad. 

Según la última Encuesta de Población Activa, en España hay 4,47 millones de trabajadores con contratos temporales por lo que la tasa de temporalidad se sitúa en el 26,1%. Una temporalidad que está aumentando en el sector público, del 26,3% del final de 2018 al 27,8% (905.300 trabajadores) al cierre de 2019, mientras que en el sector privado cayó del 27% de hace un año al 25,7% actual.

Según un estudio hecho público esta semana por el sindicato USO, la duración media de los contratos en España en 2019 fue de 49 días, frente a los 52,16 días de 2018. "Veníamos de contratos efímeros y, lejos de avanzar en la lucha contra esa precariedad y rotación infernal, hemos aumentado la temporalidad. Nadie puede vivir si solo tiene un contrato de esa duración al año o si necesita más de 7 contratos para trabajar un año completo", denuncia Joaquín Pérez, secretario general de USO. Según este mismo estudio, el 30,2% de los contratos duran menos de siete días.

Raúl (nombre ficticio) vive en Madrid, tiene poco más de 30 años y dos hijas de 8 y 3 años, trabaja en una multinacional a través de una Empresa de Trabajo Temporal (ETT). "No tengo ningún problema con la empresa, pero encadeno contratos de un mes, luego tres meses, luego 15 días... Antes estuve en otra ETT y la cosa era igual. Contratos de tres meses, de diez días, de un mes... Así encadenados uno tras otro. Este es el mercado laboral en España", dice Raúl, quien no oculta que su objetivo es "conseguir un contrato fijo de una vez que me de estabilidad. Porque con estos contratos temporales nadie te da una hipoteca para comprarte un piso ni para un coche... Así no tienes estabilidad ninguna. No sabes si te van a renovar, si no... Es duro vivir así, aunque por lo menos tienes un trabajo, pero  así está España, lamentablemente".

Raúl tiene un grado medio de informática, otro de electromecánica y formación profesional de hostelería y reconoce que "si yo fuera empresario también contrataría así, porque es como se gana dinero, pero para los trabajadores es una porquería. Es vivir en la precariedad", dice.

Alba, la enfermera gallega de los 400 contratos, ha estado de baja los últimos tres meses, y ahora cogerá una vacante, "que es un puesto también temporal, pero un poco más estable, empiezo el lunes", pero en octubre, "el último mes" que trabajó, "trabajé 27 días de 31, con 17 contratos de uno o dos días. Los cuatro días que no trabajé, no coticé. Llevo 15 años apuntada en el SERGAS, 14 trabajando porque tardaron un año en llamarme por primera vez y reales, he trabajado 9 años completos, el resto, no coticé".

Alba pertenece al colectivo Enfermeiras Eventuais en Loita (enfermeras eventuales en lucha), que  trabaja por la dignificación del trabajo del colectivo en Galicia. "No tenemos ni días libres ni vacaciones... Un día trabajas en un centro de salud, otro en un hospital, un día aquí, otro a 80 kilómetros" (por ejemplo en Fonsagrada, en la montaña lucense, a 85 kilómetros y una hora y diez minutos de coche de Sarria)... "Y hay sitios a los que vas a trabajar, que con lo que gastas de gasolina o tiempo ni te compensa.  Te llaman de un día para otro, o de la mañana para la tarde... Y si lo rechazas, porque estás enferma o cansada o lo que sea, te penalizan. Vas con el móvil al baño, a la ducha, siempre pendiente del teléfono.  Si estás en un sitio con poca cobertura ya estás inquieta por si te llaman... No puedes ir ni a la boda de tu hermana... Ni a la tuya propia".

Alba y su colectivo denuncian que en el SERGAS "calculamos que el 40% de las 14.000 enfermeras que hay, para atender a 2.700.000 personas, somos eventuales. Precariedad y una tasa de enfermeras por habitante que nos sitúa a la cola de España y España ya está a la cola de Europa". Alba ha aprobado ya tres oposiciones, pero los puntos por méritos y tiempo trabajado le han impedido acceder a una plaza fija hasta ahora, y lanza una petición: "Sabemos que tenemos que cubrir las bajas, las vacaciones, los días libres... de quienes tienen plaza fija, pero no entendemos que nuestro trabajo sea tan precario e inestable porque afecta directamente a la salud de la población y a la salud de los profesionales que cuidamos de esa población. Si nosotros no estamos bien cuidados es muy difícil que cuidemos bien. Hacemos un sobresfuerzo porque somos profesionales, pero la sanidad pública se la están cargando así. Un día aquí, otro allí... Muchas veces no conocemos a los pacientes, que nos tiene que 'contar su vida' cada vez que les atendemos, no sabemos la evolución, por ejemplo, de una úlcera, porque es la primera vez que vemos a ese paciente..."

Rafael Reig, del sindicato de enfermería SATSE, cifra "en torno al 25% o el 30% en el conjunto del Sistema Nacional de Salud". "Se han hecho OPEs (Ofertas de Empleo Público), pero el problema no se ha paliado. No ha sido suficiente. Aunque hay muchas diferencias entre Comunidades, siguen proliferando los contratos de un día, de dos, de cuatro, de quince días... El grado de rotación es enorme, pero no solo en cuanto a la temporalidad, sino en los destinos de trabajo. Una jornada tú puedes empezarla en urgencias y terminar en la UCI". 

En las administraciones públicas son probablemente la sanidad y la educación los dos ámbitos en los que más se padece la temporalidad en el empleo, como aseguran las responsables de ambas parcelas en la FeSP de UGT, Graciela Álvarez y Marisa Vico. "En la enseñanza estamos soportando una tasa de temporalidad del 25%. Casi uno de cada cuatro profesores son interinos. Hay dos clases de tipologías. Los que trabajan todo el curso, y suelen ser nombrados el 1 de septiembre para cubrir una vacante todo el curso hasta el 31 de julio, y quienes van cubriendo vacantes temporales. Hoy aquí, a los 15 días en otro colegio en otra ciudad.", explica Vico.

"Desde que UGT, CCOO y CSIF firmamos el acuerdo de estabilidad en el empleo público en el 2017 se ha conseguido paliar un poco el problema en la docencia porque en estos tres años han salido 84.000 plazas en las diferentes comunidades, pero no es suficiente porque se están jubilando muchos profesores y la situación no se revierte y la temporalidad continúa siendo altísima. Hay que seguir convocando OPEs y que se suprima la tasa de reposición  porque durante tantos años se han jubilado tantos profesores cuyas plazas no se han cubierto y se siguen jubilando tantos todos los años, porque el cuerpo docente está muy envejecido, que no entran tantos profesores al sistema para cubrir las vacantes".

En este sentido, y tras conocerse los resultados de la EPA del cuarto trimestre de 2019, el sindicato mayoritario en la función pública, CSIF reclama a la nueva ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, "una reunión urgente para diseñar las políticas que necesita este país para garantizar la sostenibilidad de las administraciones públicas, con un plan de choque sobre las plantillas, la agilización de las ofertas de empleo público y de estabilización pendientes y un nuevo acuerdo para la mejora de las condiciones laborales. 

Y es que la EPA ha vuelto a constatar que la temporalidad en el empleo público (905.300 empleos, el 27,8% del total) supera un punto y medio a la que se registra en el sector privado (26,3)". Además, "las plantillas de las administraciones públicas registran un total de 925.200 personas con más de 55 años (el 28,4% del total) y que por tanto se jubilarán previsiblemente a lo largo de los próximos 10 años. Tenemos que invertir esta tendencia si queremos salvaguardar los niveles de asistencia y prestaciones que recibe la ciudadanía", termina.

Volviendo a la empresa privada. Jueves, 30 de enero, 22.30 horas. A Elena (nombre ficticio), una madrileña que ronda la cincuentena, le suena el teléfono. Es de la ETT en la que trabaja: "Elena, ¿mañana viernes puedes trabajar de 6.00 a 14.00 en el hotel" "Vale. Allí estaré a las 6", contesta. Elena va inmediatamente a la cama porque tendrá que levantarse a las 5.00 horas, apenas seis horas y media después de enterarse que este viernes tenía 'tajo', y coger su coche para desplazarse al hotel en el que trabajará este viernes.

A esas horas el transporte público prácticamente no existe. "Es el decimoquinto día que trabajo este mes de enero. Cada día un contrato, pero de esos 15 días, 12 han sido en el mismo hotel. ¿Por qué no me han hecho, al menos, solo un contrato, por horas que cubra todos los días?", se pregunta. "Así es mi vida desde hace siete años", dice. "Incertidumbre, inestabilidad, y siempre pendiente del teléfono para ver si dentro de unas horas trabajo. Sin vacaciones, sin fines de semana libres..." La ley de la temporalidad. Así viven casi 5 millones de trabajadores en España.

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