Hemos tenido suerte porque podemos salir a tiempo

  • La aerolínea Spanair, que anunció ayer su cierre, ha dejado a más de 23.000 personas sin vuelo. En el aeropuerto de Canarias, como en muchos otros de toda España y Europa, los pasajeros se afanan por conseguir un pasaje con otra compañía.

LAS PALMAS (Gran Canaria).Nosotras hemos tenido suerte porque podemos salir a tiempo: conseguimos asientos por más de 150 euros cada una, dicen Mari Carmen y María Dolores, que se preparan a tomar su avión en Las Palmas de Gran Canaria. Estas dos enfermeras que viven en Madrid se consideran con mucha suerte: por lo menos, se enteraron a tiempo. Estábamos viendo el informativo del viernes por la noche en el hotel y de repente pegué un salto, confiesa Mari Carmen Schuller. No me lo podía creer.

Comenzaron a llamar por teléfono para conseguir plaza. Estuvimos 25 minutos esperando a que alguien nos contestara en Spanair, y al final no sabían nada, añade María Dolores Isac. A lo mejor, si hubieran esperado un poco habrían conseguido billetes más baratos, pues AENA prometía que recolocar a los pasajeros en otras compañías a precios asequibles (unos 80 euros). ¿Esperarías tú a que te resolvieran el problema o prefiere asegurar el regreso comprando el billete con rapidez?, dicen las dos.

Seguramente actuaron bien. Los asientos libres desaparecían en las pantallas de las aerolíneas, y en algunos aeropuertos con El Prat la 2018subasta2019 de billetes ya estaba rozando los 500 euros para ir de una punta a otra de España. Los que se hayan enterado tarde (o aun no lo hayan hecho) se encontrarán con una de las peores sorpresas de su vida.

Un pasajero confesaba que cuando Iberia le dijo el precio del vuelo nacional, respondió a la telefonista: ¡Para eso me voy a Nueva York!.

Hemos vendido todo hasta el 2 de febrero. La empleada de Air Europa en el aeropuerto de Las Palmas responde con estas palabras a las personas que se acercan clamando por un vuelo que les ayude a salir Canarias. Spanair, la línea aérea en la que pensaban salir, ha dejado de volar.

Andrés Devesa, empleado de AENA en Las Palmas trata de resolver las peticiones de socorro. Los damnificados de Spanair se acercan a reclamar. Les damos un papel para que expliquen la incidencia y luego lo sellamos para que les sirva para reclamar por daños y perjuicios, afirma Devesa. Cuando la gente le señala la oficina de Spanair cerrada a cal y canto, Devesa se encoge de hombros. No han abierto en todo el día: supongo porque ya están en paro o porque temen que la gente se ponga violenta, añade Devesa.

Algunos ex pasajeros de Spanair se toman fotos frente a esas oficinas cerradas.No se pueden hacer fotos, les dice Mónica Cruz, empleada de AENA. Solo lo pueden hacer los periodistas.

Pero la gente persiste, como Carmen y Dolores, que se dejan hacer una foto. Ya bastante nos ha fastidiado Spanair como para que no podamos hacernos una foto, añaden.

Maria Pilar Nájera se hace una foto con un souvenir: una etiqueta de su último vuelo con Spanair. La guardaré como recuerdo.

Se calcula que más de 23.000 personas se han quedado suspendidas en al aire por el cierre repentino de Spanair. La línea aérea, que arrastraba pérdidas superiores a los 200 millones de euros en los últimos dos años, anunció el viernes por la tarde que suspendía los vuelos en todo el mundo.

Carlos Palma
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