Asunción, 9 mar.- La hidroeléctrica argentino-paraguaya de Yacyretá se vio obligada hoy a abrir su presa debido al desmoronamiento de un sector del muro del embalse que, según representantes de la entidad, no causó riesgos a la población.
Esa situación se dio un día después de que el presidente del país, Federico Franco, criticara la decisión de Argentina de elevar, sin consultar a Paraguay, la cota del embalse de la central hidroeléctrica emplazada sobre el río Paraná, frontera natural entre ambos países.
El gerente técnico de Yacyretá, Gabino Fernández, citado por la edición digital de Última Hora, dijo que el desprendimiento de parte de la estructura no representa ningún daño para el muro de contención de la represa y resaltó que tampoco existe ningún riesgo para las poblaciones aledañas.
Explicó que ese problema se debió a las intensas lluvia caídas en las últimas horas y que eso obligó la apertura de las compuertas de la represa, lo que generó un aumento en el caudal del cause hídrico.
No obstante, ABC Color destacó que el desmoronamiento obligó a la evacuación de poblaciones cercanas a la entidad binacional.
El diario ADN, por su parte, mencionó que la necesidad de evacuar a 190 familias no se debió al accidente en la estructura, si no a una medida de prevención.
Franco advirtió el viernes en una rueda de prensa que las autoridades paraguayas ya enviaron una nota a las argentinas para que restablezcan la cota de 83 metros prevista en el Tratado de Yacyretá.
El mandatario paraguayo denunció en la ocasión que "cualquier situación anormal perjudicaría el estado de las maquinarias de la represa", que afectarían a la rivera, al momento de sostener que Paraguay no acepta esa decisión "unilateral".
La represa de Yacyretá, fruto de un tratado suscrito en 1973 entre ambos países, tardó 38 años en completarse y costó unos 12.500 millones de dólares.
La hidroeléctrica, en la que Paraguay puso un 80 por ciento del territorio y Argentina los fondos, cubre en torno al 20 por ciento de las necesidades energéticas argentinas.
El Estado paraguayo recibe anualmente compensaciones por la parte de su energía que cede al vecino país, que en 2012 eran de 130 millones de dólares.
En enero pasado, Paraguay entregó una nota de protesta a Argentina porque aún adeudaba algo más de 80 millones de dólares de la cesión de energía en 2012, y se quejó de que el atraso en los pagos es "sistemático" y "casi se volvió una costumbre".
Las relaciones entre los dos países se complicaron tras la destitución del presidente paraguayo Fernando Lugo, el 22 de junio pasado, que llevó a la suspensión de Paraguay de la Unasur, así como del Mercosur por decisión de sus socios y vecinos, Argentina, Brasil y Uruguay.
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