Hollande se rodea de la cúpula económica internacional para abordar la crisis

  • El presidente de Francia, François Hollande, que quiere dar prioridad al crecimiento frente a la austeridad para salir de la crisis, se reúne mañana en París con los máximos responsables de la OCDE, el FMI, el BM, la OMC y la OIT para abordar la situación económica internacional.

París, 28 oct.- El presidente de Francia, François Hollande, que quiere dar prioridad al crecimiento frente a la austeridad para salir de la crisis, se reúne mañana en París con los máximos responsables de la OCDE, el FMI, el BM, la OMC y la OIT para abordar la situación económica internacional.

La primera reunión de ese tipo en Francia desde el inicio de la crisis financiera servirá para discutir "aspectos económicos internacionales y de recuperación económica y social desde la justicia", según el Palacio del Elíseo.

La cita de París, que terminará con una conferencia de prensa en la sede de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), supondrá también una oportunidad para que Hollande vuelva a poner sobre la mesa su proyecto de relanzamiento del crecimiento, frente a la corriente dominante de reducción del déficit público a través de la austeridad.

Hasta ahora, las ideas del socialista Hollande han quedado empañadas por la tesis germana conservadora de la canciller Angela Merkel para concentrar los esfuerzo sobre el equilibrio presupuestario.

Acompañado por sus ministros de Economía y Trabajo y sentado con los responsables de la OCDE (Ángel Gurría), el Banco Mundial (Jim Yong Kim), el Fondo Monetario Internacional (Christine Lagarde), la Organización Mundial del Comercio (Pascal Lamy) y la Organización Internacional del Trabajo (Guy Rider), Hollande buscará, además, fórmulas para relanzar la competitividad de la economía francesa.

Precisamente, la OCDE ultima un informe sobre la competitividad de ese país, que ha visto caer su peso en el mercado internacional del 6,2 al 3,6 % desde 1990.

En los cinco meses que Hollande lleva al frente del Estado francés, tras derrotar a Nicolas Sarkozy, los datos económicos han seguido empeorando en Francia, mientras que el paro aumenta y supera ya la barrera de los tres millones de personas.

"Francia va mal. Los franceses sufren y dudan", decía ayer el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault para resumir la coyuntura económica de su país, de la que responsabiliza a los anteriores gobiernos de derechas.

La popularidad del presidente ha caído hasta el 36 por ciento de aprobación, con el descontento aglutinado sobre el desempleo y el alza de los impuestos, según un sondeo publicado el pasado viernes por el diario conservador "Le Figaro".

Solo el 10 % de los franceses considera que la situación económica ha mejorado desde la elección de Hollande, entres quienes no se cuentan los directivos de las empresas más grandes de Francia que, hoy a través del periódico "Le Journal du Dimanche", han dado un ultimátum al Gobierno.

Los presidentes de las 98 empresas más importantes de Francia piden que el Ejecutivo reduzca el gasto público en 60.000 millones de euros en cinco años, lo que equivaldría a tres puntos del producto interior bruto (PIB), porque se ha llegado "al máximo de lo que es soportable".

Los responsables de la petrolera Total, el emporio de cosméticos L'Oreal o el especialista en lujo LVMH, entre otras, quieren también que se reduzca el coste del trabajo en 30.000 millones de euros en dos años, limitando las cargas que pagan las empresa y compensando los ingresos perdidos con recortes del gasto público y elevando el impuesto sobre el valor añadido (del 19,6 al 21 por ciento).

Quieren, además, que las empresas paguen menos impuestos sobre beneficios y proponen también iniciativas para mejorar la financiación de las empresas, su competitividad y la integración de los jóvenes en el mercado laboral.

La reunión en París coincidirá con la cumbre hispano-italiana para repasar las decisiones tomadas la semana pasada en el Consejo Europeo que celebrarán en Madrid el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el primer ministro italiano, Mario Monti.

Con la sombra del rescate financiero a España como telón de fondo, Rajoy y Monti quieren que sus socios europeos mantengan los compromisos que adquirieron en Bruselas el pasado mes de junio y acelerar la puesta en marcha de la unión bancaria, que permitiría la recapitalización directa del sector financiero español.

Al día siguiente de la cita de París, los responsables de los mismos organismos internacionales que se reunirán con Hollande se entrevistarán en Berlín con Merkel, quien sí suele mantener reuniones periódicas con ellos.

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