Dudas sobre la sostenibilidad de las pensiones

El hombre de negro que pilotó el rescate griego fiscaliza las reformas de Escrivá

El 'número dos' de la Dirección General de Asuntos Económicos y Financieros de la Comisión Europea, Declan Costello, visita Madrid junto con el equipo que evalúa el despliegue del Plan de Recuperación.

El comisario Gentiloni ha puesto en evidencia la estrategia del ministro Escrivá en materia de pensiones
El ministro Escrivá, junto con el comisario de Economía europeo, Paolo Gentiloni.
Moncloa

Fue el jefe de la misión para Grecia de la Comisión Europea, la 'bestia negra' de un rescate histórico que le curtió en las más arduas negociaciones. Declan Costello (Galway, 1967) aterrizó en la CE en 1991 y, a día de hoy, es el 'número dos' de la Dirección General de Asuntos Económicos y Financieros, desde donde está evaluando el despliegue del Plan de Recuperación español y, en particular, en estos días, las dos últimas reformas puestas en marcha por el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, en materia de pensiones. La semana pasada estuvo de visita en Madrid junto con parte del equipo del Task Force Recover y mantuvo reuniones de alto nivel con ministros, agentes sociales, autoridades y responsables del sector público que han dejado un sabor de boca agridulce al Gobierno.

El Grupo de Trabajo de Recuperación y Resiliencia y de la Dirección General de Asuntos Económicos y Financieros de la Comisión Europea ha pasado tres días en nuestro país para cumplir con la misión trimestral de seguimiento de implementación del Plan, que en esta ocasión se ha desarrollado de manera presencial, como sucedió en octubre de 2021. Los 'hombres de negro', como los bautizó Cristóbal Montoro, en esta ocasión no hacen honor a ese apodo. En primer lugar, porque aunque hay una cantidad ingente de dinero en juego, la evaluación de las reformas e inversiones de los estados nada tiene que ver con un rescate. Y segundo, porque dos de las enviadas de la Comisión a España son mujeres: precisamente, la jefa del Grupo de Trabajo, Céline Gauer; así como la directora de Recover, la española María Teresa Fábregas, responsable de la unidad que supervisa el Plan de nuestro país.

La figura de Costello es clave. Es quien ha liderado la misión de seguimiento que el equipo de la Comisión llevó a cabo en Madrid la semana pasada, con una intensa agenda de reuniones que comenzó el lunes con funcionarios del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, continuó con entrevistas y contactos con representantes de los ministerios de Asuntos Económicos y Hacienda, así como con los agentes sociales, y culminó con un acto público en el que participaron la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, y el vicepresidente económico europeo, Valdis Dombrovskis. Algunos de los que han tratado con Costello en estos días le definen como un hombre "estricto", "riguroso", "implacable" y "metódico". Su fama le precede y nadie olvida su procedencia del Fondo Monetario Internacional (FMI), la institución más temida durante la crisis financiera.

"Los 'hombres de negro', liderados por Declan Costello, han demostrado ser un equipo muy competente", aseguran fuentes al tanto de las reuniones. Lejos queda esa imagen de "duros" que se forjaron durante los "sangrientos rescates" de Grecia o Chipre o en la supervisión al Gobierno español tras el rescate a la banca, o al menos así lo perciben las fuentes consultadas, que explican que en la evaluación de los planes de recuperación de los diferentes países intervienen multitud de técnicos y expertos, pero también altos cargos y otros responsables con perfil "más político". Costello hace gala de su prudencia en público, o al menos así se mostró durante su intervención en el primer evento anual en nuestro país sobre el Plan de Recuperación, Recuperación y Resiliencia que tuvo lugar el pasado miércoles en Madrid. Sin entrar a valorar las reformas, ni bajar al detalle de las mismas, ni criticarlas.

Pero algunas de las personas involucradas en las reuniones de evaluación revelan que, en privado, el tono de Costello y el del task force en general fue "crítico" con algunas de las reformas del Plan de Recuperación. Aunque la prioridad en esta visita era abordar la reforma del sistema de cotización de los trabajadores autónomos o la nueva Ley de planes de pensiones, que son las más recientes y de las que depende el desembolso del próximo tramo de fondos, los técnicos no dejaron pasar la oportunidad de entrar a valorar de uno de los puntos más polémicos del primer bloque de la reforma de las pensiones: el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). Los altos funcionarios de Bruselas lo consideran esta subida temporal de las cotizaciones (0,6 puntos desde enero de 2023 hasta 2030) "insuficiente" para garantizar la sostenibilidad financiera del sistema a largo plazo y exigen medidas que compensen el coste de subir las pensiones con el IPC.

Al respecto de la revalorización de las prestaciones con el IPC, Dombrovskis sí se mostró tajante durante su intervención telemática en el acto del miércoles, donde valoró positivamente los avances del Gobierno en la implementación del Plan de Recuperación, así como los efectos de la reforma laboral, pero recordó al Gobierno español que la sostenibilidad del sistema de las pensiones "debe asegurarse al tiempo que se mitiga el riesgo de una mayor inflación". Y es que la Comisión no pone pegas a la indexación, siempre que se adopten medidas en la segunda parte de la reforma de las pensiones (la que abordará el aumento del periodo de cómputo o la subida de las bases máximas de cotización) o se retoque el MEI para sustituirlo por un mecanismo verdaderamente automático como era el derogado Factor de Sostenibilidad, una exigencia que Escrivá se ha mostrado abierto a estudiar.

Con todo, la evaluación general de los 'hombres de negro' fue "positiva" y su visita "fructífera", según fuentes gubernamentales. Hay que recordar que estas misiones son clave para que la Comisión Europea continúe liberando tramos de fondos de recuperación a nuestro país, que ya ha recibido más de 30.000 millones de euros y que mira ya al siguiente desembolso de 6.000 millones, que depende de los hitos del primer semestre de este año. Las fuentes consultadas, en cualquier caso, insisten en que los controles actuales por parte de las autoridades europeas no tienen nada que ver con los que se hacían hace una década -recuerdan la odiada Troika- y confían en que la evaluación será positiva, ya que el seguimiento es continuo y las reformas se acomodan en todo caso a lo pactado con la CE, de modo que el grifo de los fondos seguirá abierto. "No hay ningún temor", zanjan desde Moncloa.

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