Desde Tokio a Detroit

Honda, Mazda, Ford... los parones en la producción de coches se multiplican

Las empresas japonesas y la americana se ven obligadas a frenar sus plantas desde el próximo lunes por la carestía de elementos básicos para la cadena de montaje de sus vehículos como semiconductores o chips. 

Cadena de montaje de la factoría de Ford en Almussafes (Valencia) / EFE
Cadena de montaje de la factoría de Ford en Almussafes (Valencia)
EFE

De Tokio a Chicago o Detroit. Los problemas de suministro que acarrea el comercio mundial como consecuencia de la pandemia del coronavirus han frenado en seco la producción habitual de gigantes de la automoción con la japonesa Honda o la estadounidense Ford. ¿La razón? Faltan componentes básicos para seguir con la cadena de montaje.

Por un  lado, fabricante nipón de vehículos Honda Motor ha decidido suspender temporalmente la producción de una de sus plantas en Japón debido a la carestía de semiconductores, lo que también ha obligado a su competidora Mazda a tomar medidas similares. Honda anunció este sábado el cierre durante cinco días desde comienzos de febrero de su planta en la prefectura de Mie, en el oeste del país, donde se producen dos de sus modelos de minivehículos más vendidos en el mercado doméstico.

La decisión obedece a las dificultades para suministrarse de los semiconductores empleados en los sistemas electrónicos de los vehículos, debido a la escasez global de estos componentes causada por los fuertes y repentinos cambios en la demanda en el contexto de la pandemia. Honda Motor ya había decidido reducir a lo largo de enero la producción de otras de sus plantas domésticas, así como de las que tiene en Canadá y Estados Unidos, aunque todavía no ha facilitado datos sobre el impacto de estas medidas en el volumen de su producción.

En el mismo escenario de escasez global de semiconductores, el también fabricante nipón de vehículos Mazda Motor tiene previsto recortar la producción de sus instalaciones en Japón y en el extranjero, según informó la cadena estatal japonesa de radiotelevisión NHK.

Y, al otro lado del Pacífico, problemas similares: Ford se ha visto obligada a eliminar dos turnos de trabajo en su planta de montaje de Chicago, donde se producen los modelos de todocaminos SUV Ford Explorer y Lincoln Aviator, debido a la escasez de chips fabricados en Taiwan para el sector del automóvil, informa Efe.

Los problemas de suministro de microprocesadores obligará a la planta de Chicago a operar con un único turno de trabajo a partir de la próxima semana, según informaron este viernes medios locales. La planta de montaje de Chicago no es la primera de Ford en Estados Unidos afectada por la escasez de chips. Otras tres plantas de montaje de Ford están sufriendo problemas.

La planta del fabricante de automóviles que produce los todocaminos SUV Ford Escape y Lincoln Corsair en Louisville ha tenido que suspender la producción, la segunda vez este mes, por la misma razón. También dos plantas que producen la camioneta "pickup" F-150 han reducido turnos de trabajo, la de Kansas City y la de Dearborn (suburbio de la otrora capital del motor, Detroit).

El F-150 es el principal vehículo de Ford en número de ventas y el que más ingresos proporciona a la empresa. Igualmente, los otros modelos afectados por la escasez de chips son de los más rentables de Ford por lo que la suspensión podría afectar de forma significativa los resultados financieros de la compañía. La eliminación de dos turnos en la planta de montaje de Chicago obligará a Ford a despedir temporalmente a varios miles de trabajadores. La planta emplea a unas 5.800 personas.

Ford prevé que el recorte de la producción en Chicago se prolongue durante una semana pero según informó el sindicato United Auto Workers (UAW) "el potencial de semanas adicionales (de suspensión) es fuerte". Ford también tiene previsto reducir la producción de la planta de montaje de Ohio, donde se producen las camionetas F-650 y F-750 aunque en este caso el problema no es la escasez de chips sino la caída de la demanda. La escasez de microprocesadores es un problema mundial que ha afectado también a empresas como Honda, Nissan, Stellantis, Volkswagen y Daimler, entre otras.

La razón es la reducción de las necesidades del sector durante los primeros meses de la pandemia, cuando las plantas de montaje de los principales fabricantes suspendieron actividades en sus factorías para evitar la transmisión de la Covid-19 y el aumento de la demanda de chips por otros sectores económicos. 

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