Hornos y trenes de acero parados: "Temo perder mi trabajo, igual que en 2008"

La producción de acero cae un 13% en enero
La producción de acero cae un 13% en enero

"Me produce mucho desasosiego ver el horno alto y el tren parado. Esto no pinta bien. Por primera vez en mucho tiempo, desde la crisis del 2008, temo por mi empleo". Las palabras de Luis, trabajador de una de las plantas de ArcelorMittal en Asturias, explican bien claro la crisis de la industria acerera en Europa, que también golpea en España, principalmente en Asturias, al mayor productor mundial de acero, que emplea a 8.600 trabajadores en sus 11 plantas de producción en nuestro país, sitas en Asturias, Euskadi, Navarra, Aragón y Valencia. "Nos dicen que no hay pedidos", explica J. L., trabajador de la fábrica de perfiles medios de ArcelorMittal en Olaberria (Guipúzcoa), "y por eso en septiembre estuvo algún día parado el horno. Ahora estamos en producción, pero nos siguen diciendo que no hay pedidos". "¡Claro que tememos por los empleos!", asegura el secretario general de CCOO en ArcelorMittal, José Manuel Castro, "pero las palabras de la empresa, lo que nos cuenta, es una visión muy catastrofista", asegura el sindicalista.  

"Estamos en una situación de emergencia total, en modo supervivencia", aseguraba a finales de septiembre el consejero delegado del clúster de Asturias de ArcelorMittal, Oswaldo Suárez. Y así se lo comentó también el pasado 10 de octubre en el Palacio de la Moncloa el presidente de la multinacional, Lakshmi Mittal, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que pidió medidas políticas, como el abaratamiento del precio de la energía, que palien la crisis del acero en toda Europa.

La guerra comercial entre China y Estados Unidos; los aranceles de la administración Trump, que han hecho que el acero, principalmente de China y Turquía, se venda ahora en Europa; el alto coste de la energía; el coste de las emisiones de CO2; el Brexit; el estancamiento de la economía de la UE; el parón de la industria del automóvil a nivel global o la sobrecapacidad de la producción mundial de acero ha hecho sumirse a la industria del acero en Europa en una crisis sin precedentes que, de momento, afecta a empresas como ThyssenKrupp y Tata Steel, que vieron frustrada su fusión y han anunciado recortes, o a British Steel, que se declaró en quiebra y sus instalaciones son pretendidas por la china Jingye. Acerinox, por ejemplo, negocia estos días con los sindicatos un ERE para 240 trabajadores en su planta de Los Barrios (Cádiz). Y la crisis también ha llegado a ArcelorMittal y sus plantas en España. 

De hecho, ArcelorMittal aplica desde el pasado lunes día 14 de octubre, un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) a unos 1.600 trabajadores, debido a la mala situación de la empresa y con el objetivo de minimizar pérdidas, según  la compañía. Un ERTE que también se aplicará el 28 de octubre; el 11, 18 y 25 de noviembre, y el 2 y 16 de diciembre. Además, en solo en España, la empresa reducirá su producción en 700.000 toneladas (4,2 en toda Europa), a las que hay que añadir 100.000 toneladas mensuales adicionales de recorte durante todo el tiempo que esté parado uno de los altos hornos asturianos, el alto horno B de Gijón. Incluso, la empresa ya ha advertido que el tren de alambrón de Gijón está al borde del cierre definitivo por la falta de pedidos. Además, por primera vez en más de sesenta años, las baterías de cok de Avilés están paradas.

ArcelorMittal es el principal productor siderúrgico y minero a escala mundial, presente en 60 países, con instalaciones industriales en 18 países y 200.000 empleados. En 2018 ArcelorMittal generó una cifra de negocio de 76.000 millones de dólares, con una producción de acero bruto de 92,5 millones de toneladas, lo que representa en torno al 5,1 % de la producción mundial de acero, y una producción de mineral de hierro de 58,5 millones de toneladas. la compañía cerro el pasado año con un beneficio neto de 5.149 millones de dólares (4.531 millones de euros), aunque los analistas cifran en 'solo' 450 millones de euros de beneficios para ArcelorMittal en 2019. La compañía cuenta en España con 11 plantas industriales y una  plantilla de 8.605 empleados.  Su producción  en España en 2018 fue de 6,1 millones de toneladas de acero, lo que representa el 42,7 % de la producción nacional, que fue de 14,3 millones. 

A principios de junio 45 directores ejecutivos de las empresas del acero europeas enviaron una carta a los países miembros de la UE, la Comisión Eur0pea y al Parlamento de la UE una carta abierta en la que reclaman una acción "urgente" para ayudar a la industria del acero europea y superar "los efectos distorsionadores" provocados en el mercado del acero por la imposición en 2018 de aranceles por parte de Estados Unidos, lo que ha llevado a que la producción de países extracomunitarios se desvíe al viejo continente, al que se califica en la carta de "vertedero para el exceso de capacidad mundial". Miles de puestos de trabajo "están en riesgo de forma inminente", sentenciaban los ejecutivos de la industria siderúrgica europea. Igualmente, el 8 de octubre pasado, la ministra de Industria española, Reyes Maroto, envió uina misiva a la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmströ, en la que le urgía la puesta en marcha de medidas que protejan el acero ante el riesgo de cierre de plantas. 

"La empresa es muy catastrofista", explica José Manuel Castro. "El año pasado anuncian beneficios récord y ahora nos dicen que todo está muy mal. No es todo así. Es cierto que hay una crisis a nivel europeo, pero Arcelor es una de las principales importadoras de acero en Europa de sus plantas de la India. Además hablan de las emisiones de CO2 , pero ArelorMittal no se ha gastado un solo euro en pagar emisiones de CO2 porque tiene derechos de emisión suficientes con los que incluso hace negocio". Es más, puntualiza, "los ERTE son un instrumento de ahorro para la empresa, que solo en Asturias se ha ahorrado 3 millones de euros con los expedientes aplicados. Es cierto que hay plantas que están mal, pero otras están produciendo a tope", sentencia el representante de CCOO.

La 'crisis' en ArcelorMittal se mezcla además con la negociación del convenio colectivo de la empresa en España, cuyo enquistamiento ha llevado a Comisiones Obreras a plantear una serie de paros parciales, no secundados por el otro sindicato mayoritario, UGT, durante varios días, que comenzaron este viernes. La empresa plantea que los años 2019 y 2020 no haya subida subida salarial y aplicar en el 2021 el incremento correspondiente al IPC real. Mientras, los trabajadores "sabemos que la situación es la que es y no planteamos una subida del 7%, sino del entorno del 2%, pero de ahí a aceptar una congelación salarial..." El trabajador de la planta de Olaberria sentencia: "siempre que se negocia el convenio nos dicen que no hay pedidos... Es una forma de chantaje". Es la crisis del acero.

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