La corporación china de telecomunicaciones Huawei ha comunicado este sábado el despido del directivo de la empresa en Polonia, detenido en ese país acusado de espionaje. "Huawei ha decidido rescindir el empleo del Sr. Wang Weijing, quien fue arrestado bajo sospecha de violar la ley polaca. Sus presuntas acciones no tienen relación con la empresa", informa Efe a partir de declaraciones de portavoces de la compañía.
La teleco dice haber adoptado esta decisión "de acuerdo con los términos y condiciones del contrato laboral" de la empresa, "porque el incidente en cuestión ha perjudicado la reputación de Huawei" y reitera que "Huawei cumple con todas las leyes y regulaciones aplicables en los países en los que opera, y requerimos que todos los empleados cumplan con las leyes y regulaciones de los países en donde residen".
La decisión se produce horas después de que el Gobierno polaco informara de la detención del ejecutivo bajo una acusación de espionaje, en una operación en la que también fue puesto a disposición judicial un funcionario polaco de los servicios de seguridad estatales que había trabajado en el pasado en la empresa de telefonía Orange.
Wang Weijing era el responsable de ventas de la división de la multinacional en Polonia y, según la televisión pública local, habría trabajado en el Consulado chino en la ciudad polaca de Gdansk.
Las oficinas de Huawei y Orange en Varsovia fueron registradas por miembros de la agencia de contrainteligencia y seguridad nacional en el marco de la investigación, según confirmaron las autoridades locales. Medios locales informaron de que los detenidos han sido acusados de espionaje contra la República, cargo que puede implicar una pena de hasta diez años de prisión.
La mala reputación de Huawei
Huawei acumula un inquietante historial de acusaciones por asuntos similares al que ha acaecido en Polonia. El más grave de todos ellos fue la detención de la hija del fundador de la compañía en Canadá por posibles violaciones a las sanciones de Irán. El Gobierno Estados Unidos entendió que, al igual que la también china ZTE, Huawei continuaba enviando productos, como teléfonos u otros equipos, con chips fabricados por compañías estadounidenses. La compañía negó las acusaciones, pero no pudo evitar una ola internacional de desconfianza hacia sus actuaciones.
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