Bajo la amenaza del paro del transporte 

La huerta afronta un verano negro con escasa producción y elevados precios 

El melón y la sandía llegan a fruterías y supermercados con unos precios desorbitados. Ir a una tienda se ha convertido en un lujo para los españoles.

IFrutería en Valencia
La huerta afronta un verano negro con escasa producción y elevados precios. 
Ivan Terron / CONTACTO vía Europa Press

“La huerta viene ‘complicada’ este año. Poca producción y costes muy altos para el productor y para el consumidor”, dice Antonio, un agricultor murciano especializado en hortalizas de verano. Judías verdes, pimientos, guisantes, tomates... Las dos zonas productoras por excelencia de fruta de hueso (melocotones, nectarinas, albaricoques...), Aragón y Cataluña, aseguran haber perdido el 70% de su cosecha a causa de las heladas tardías de primavera y el calor tórrido de la pasada semana. Hasta el ‘rey’ de la huerta en el norte de España, el tomate, “está siendo muy afectado por el calor tan temprano y la producción no será como otros años”. Y, en fin, las frutas por excelencia del verano, el melón y la sandía, sobre todo ésta, llegan a fruterías y supermercados con unos precios desorbitados. Ir a la frutería se ha convertido en un lujo para los españoles.

La sandía vale un 88% más que en junio de 2021 y el melón cuesta un 68% más que hace un año. Esto se traduce en que el kilo de la sandía en los supermercados ronda los 1,50 euros y el del melón incluso llega o supera los 2 euros. O lo que es lo mismo, una sandía de seis kilos, un tamaño medio, roza los 10 euros y un melón de tres kilos cuesta unos 6 euros.

Según los datos del MAPA (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación) el precio medio en origen del melocotón amarillo está actualmente en 95,20 céntimos el kilogramo frente a los 71,71 céntimos en el mismo periodo de 2021; la nectarina blanca, en 95,29 céntimos/kg (82,26 céntimos/kg el pasado año), y la ciruela en 64,35 céntimos/kg (63,36 céntimos/kg). Desde la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas (Fepex) se insiste en que esta alza de los precios “es imputable principalmente al fuerte descenso de la oferta debido a la mala climatología”. En Cataluña, Afrucat calcula que se ha perdido cerca del 70% del potencial productivo en melocotones y nectarinas a causa de las heladas y del granizo del mes de abril; en Aragón, Fedefruta cifran en el 90% las pérdidas para el albaricoque y entre el 60 y el 70% en melocotón y nectarina, y en Murcia, Apoexpa afirma que se recogerá un 20% menos de fruta de hueso.

Lo cierto es que el clima nos ha deparado situaciones inéditas esta primavera. En Murcia, una de las zonas más secas de España, seis semanas de lluvia ininterrumpida han pasado factura a los cultivos. Y debido a estas fuertes lluvias, solo se ha sembrado, por ejemplo, el 15% de la superficie habitual de melón. Desde ASAJA en esta región nos aseguran que “en primavera ha llovido una media de más de 320 litros por metro cuadrado, cuando la media solía ser de unos 70 u 80 litros. Ha llovido en dos meses y medio lo que normalmente llueve en todo el año y la huerta, todas las especies plantadas en la misma, no han gozado de la insolación necesaria y así la cosecha, de todas las variedades, de frutas y hortalizas, esté siendo menor”.

El mercado de la fruta fresca se enfrenta a una histórica tendencia alcista de precios. Y es que tras “haber superado una pandemia, huelga de transportes, condiciones meteorológicas adversas e incluso la erupción volcánica de La Palma” -recordemos que otra de las frutas del verano, el plátano, concentra en la isla bonita la mayor parte de su producción y ésta, lógicamente, también se verá mermada este año-, ”ahora, la calima, las lluvias, las heladas y el granizo son las responsables del fuerte descenso de la oferta y, por lo tanto, del encarecimiento”, según las organizaciones agrarias. Éstas, de cualquier manera, hablan de que para el agricultor el año es “catastrófico” porque a una menor cosecha se le suma el encarecimiento brutal de los costes de producción. “La luz, los insumos, los semilleros, la gasolina, el agua...”

“Ahora mismo, los costes de producción pueden rondar los 50-55 céntimos el kilo de melón, por lo que si me los pagan a 62, es medianamente rentable para mí, vale, pero ¿se puede justificar que en un supermercado o frutería cobren al consumidor casi dos euros por un kilo de melón? ¿Por qué este artículo se encarece casi un 300% del campo a la mesa?”, reflexiona, y se queja a la vez, Jesús, un productor almeriense.

Y la huerta española se enfrenta ahora a una nueva amenaza: el posible paro en le transporte, que será decidido por el sector este domingo 26 de junio. “La cadena agroalimentaria no puede permitirse, no lo soportaría, un nuevo paro del sector del transporte por carretera”, aseguran las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA, Cooperativas Agroalimentarias y las asociaciones empresariales FIAB, AECOC, ACES, ANGED, ASEDAS, CEDECARNE, FEDEPESCA, HOSTELERÍA DE ESPAÑA Y MARCAS DE RESTAURACIÓN, representantes de los sectores agroalimentario español y de la hostelería. “Aun cuando el producto no pueda salir de las cooperativas y el funcionamiento de los negocios no pueda garantizarse, almacenistas de origen, lonjas, de las industrias o de las plataformas logísticas y todos los operadores de la cadena deben hacer frente al pago de salarios, cotizaciones, impuestos, inputs agrícolas y ganaderos, mantenimiento de sistemas de frío, etc., con pérdidas económicas millonarias. De hecho, el amago de paro de diciembre y el paro de marzo generaron pérdidas millonarias”, aseguran en un comunicado de este 22 de junio”.

Miguel Padilla, secretario general de COAG, explica que “aunque compartimos el legítimo derecho a la huelga de los transportistas y sus justas reivindicaciones, en estos momentos el sector agrario no podría soportar un nuevo paro en el transporte de mercancías”, asegura el dirigente sindical agrario. “Durante estos días el sector agrario se encuentra en plena campaña de futras de verano y el hecho de no poder responder a la demanda supondría una pérdida de prestigio para el sector productor español que puede redundar en la perdida de destinos de venta, tanto en España como en el exterior”. Algo especialmente grave en “el inicio de campaña, con el riesgo de que se tire gran parte de la producción anual, que ya de por sí es escasa este año, y al ser la fruta y la verdura unos productos muy perecedero. Por ello pedimos responsabilidad para evitar pérdidas millonarias en el campo español”, ha sentenciado..

Mostrar comentarios