Con la fiscalidad de la energía en el alero

El Ibex elige a Iberdrola como su enlace con Hacienda en plena crisis energética

La directora fiscal de la eléctrica asume la representación de las grandes empresas en el foro de discusión y trabajo que comparten con la Agencia Tributaria tras cinco años de liderazgo del Santander.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez-Galán, con la ministra de Hacienda.
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez-Galán, con la ministra de Hacienda.
EFE

La directora global de Fiscalidad del Grupo Iberdrola, Begoña García-Rozado, es el nuevo enlace para asuntos fiscales de las principales empresas del país con el Ministerio de Hacienda. La que fuera subdirectora general de Impuestos sobre las Personas Jurídicas del Ministerio entre 2012 y 2016 acaba de asumir la representación empresarial en el Foro de Grandes Empresas de la Agencia Tributaria, el espacio de discusión y trabajo bilateral donde los principales grupos empresariales del país tienen la oportunidad de debatir de tú a tú con Hacienda los asuntos que más les afectan de la normativa fiscal o de su aplicación. La responsable fiscal de Iberdrola sustituye en esa posición clave a Carmen Alonso Peña, la representante del Santander que ha ocupado ese puesto durante los últimos cinco años.

A partir de ahora García-Rozado será la encargada como colaboradora empresarial de la Secretaría General Técnica del Foro de elevar a la Agencia Tributaria los aspectos de la regulación tributaria que más inquietan a los grandes grupos empresariales del país, de preparar la documentación necesaria para el debate de estos temas en el pleno del Foro y de coordinar los asuntos a tratar en la media docena de grupos de trabajo que permanecen activos en el seno del foro. Éstos canalizan los debates entre Hacienda y grandes empresas en asuntos como el despliegue del Sistema de Suministro Inmediato de Información del IVA, las medidas necesarias para reducir la conflictividad fiscal, el controvertido tema del cálculo de los precios de transferencia - uno de los ámbitos de la regulación fiscal donde se producen más encontronazos entre grandes empresas y autoridades tributarias -, los impuestos especiales, el análisis y racionalización de las cargas tributarias indirectas o la relación cooperativa.

La directora global de Fiscalidad de Iberdrola es una de las profesionales mejor consideradas del país tanto entre sus antiguos compañeros de la Dirección General de Tributos y de la Inspección de Hacienda, entre los que disfruta de una excelente reputación, como entre sus colegas en la asesoría fiscal de las grandes empresas, que hace un par de años pusieron en sus manos la coordinación de la respuesta de las grandes empresas a la reforma del Impuesto de Sociedades que pretendía incluir el Gobierno de Pedro Sánchez en su fallido proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2019.

Este mismo miércoles trascendió, además, su reconocimiento como la mejor responsable fiscal de empresas del mundo de 2021 en el certamen 'Global Counsel Awards', una especie de 'premios oscar' de la asesoría de empresa que entrega la mayora asociación de abogados de empresa del mundo y que desde hace una década distinguen a los mejores abogados y fiscalistas del planeta. El galardón ha sido acogido con entusiasmo por la compañía presidida por Ignacio Sánchez-Galán que ya presume de contar con "la mejor abogada fiscalista del mundo trabaja en Iberdrola".

El problema de los impuestos que pagan las grandes empresas

La 'mejor abogada fiscalista del mundo' tiene ahora por delante el reto de equilibrar la balanza en la relación cooperativa entre los contribuyentes y el Fisco que la nueva Dirección de la Agencia Tributaria ha tomado como bandera de su gestión, pero que en opinión de las grandes empresas al menos hasta la fecha se traduce en una oferta de mayor transparencia por parte de las grandes empresas no correspondida en forma de mayor 'feedback' o más confianza por parte de la Administración Tributaria.

En su estreno como representante de las grandes empresas en el Foro con la Agencia Tributaria, García-Rozado volvió a plantear en presencia de la secretaria de Estado de Hacienda, Inés Bardón, y del presidente de la Agencia Tributaria, Jesús Gascón, la problemática de las estadísticas oficiales sobre los impuestos que pagan las grandes empresas, que éstas vienen señalando desde hace años por engañosas y porque trasladan una foto distorsionada de la aportación fiscal real de los grandes grupos empresariales a la caja común. Según se recoge en el acta de la reunión, instó a las autoridades tributarias a abordar este asunto en el medio plazo, ya que según dijo las entidades disponen de información sobre todos los impuestos que pagan, no sólo el de Sociedades, y se puede aportar una imagen más fidedigna de cuál es la contribución fiscal de las grandes empresas. En este sentido, también instó a replantearse los actuales informes país por país, "de manera que se incluya algún elemento que ilustre mejor la tributación de las grandes empresas".

En pleno debate sobre la fiscalidad energética

La representación de las grandes empresas ante Hacienda recae en Iberdrola en un momento especialmente relevante para la compañía eléctrica y para el conjunto del sector energético, en el que la escalada de los precios de la luz ha forzado al Gobierno a un recorte generalizado de los impuestos que cargan el recibo y se ha reabierto con toda crudeza el debate sobre la carga fiscal que soportan las distintas energías.

La compañía de Ignacio Sánchez-Galán ha sido particularmente activa en este campo y elevó el pasado verano un demoledor informe a la comisión de expertos para la reforma fiscal en el que exigía un replanteamiento integral de la fiscalidad energética y planteaba la eliminación de hasta una veintena de impuestos que encarecen el precio de la luz. El diagnóstico de la compañía respecto al actual marco fiscal de la energía eléctrica no dejaba lugar a la duda e identificaba un puñado de figuras fiscales de afán "puramente recaudatorio, que son fruto de necesidades históricas de la Hacienda pública, que distorsionan las decisiones de los consumidores - en la medida que sesgan las decisiones de los agentes a favor o en contra de fuente de energía concretas, singularmente a favor del gas natural y en contra de la electricidad-". 

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