En las cuentas de 2023

El IEE denuncia la presión fiscal récord a las empresas y rebaja el PIB al 1,2%

El servicio de estudios de la patronal asegura que la carga tributaria sobre el tejido productivo alcanzará el 11% el año que viene, frente al 10,3% de 2019 y se situará un punto por encima de la media europea.

El presidente del IEE, Íñigo Fernández de Mesa
El presidente del IEE, Íñigo Fernández de Mesa
IEE

Las empresas españolas soportarán una presión fiscal récord el próximo ejercicio, cuando está previsto que la economía registre una fuerte desaceleración provocada por las consecuencias de la guerra de Ucrania y la crisis energética. El Instituto de Estudios Económicos (IEE) denuncia, en concreto, que esa mayor carga tributaria sobre el tejido productivo alcanzará el 11% en 2023, por lo que se situará por encima de los niveles prepandemia (fue del 10,3% en 2019) y un punto por encima de la que soportarán de media sus homólogas en la Unión Europea (UE). 

En su informe de evaluación de los Presupuestos Generales del Estado, el servicio de estudios de la patronal rebaja el avance del PIB al 1,2% el año que viene. Es una previsión que está más en línea con la publicada por el Fondo Monetario Internacional o el Banco de España y que se sitúa nueve décimas por debajo de la prevista por el Ejecutivo en las cuentas públicas. Además consideran que existen "riesgos claramente a la baja" que podrían hacer que ni siquiera este cálculo se cumpliese. 

Inciden, además, en que la economía española se encuentra en una situación de vulnerabilidad debido al elevado nivel de déficit y de endeudamiento públicos (estas variables terminarán el ejercicio en el 115,2% y en el -5% del PIB, respectivamente) y advierten de que la situación en términos de déficit estructural es aún peor (se sitúa por encima del -4% del PIB).

Unos presupuestos que echan más leña a la inflación

Desde el IEE consideran que los PGE refuerzan la dinámica inflacionista de la economía española, puesto que algunas de las partidas de gasto corriente que mayor contribución tienen al crecimiento de lo presupuestado en 2023 (pensiones y sueldos de los funcionarios) están indexadas a la evolución de la inflación de este año. Esto traslada, no solo una necesidad de mayores ingresos futuros, sino que ejerce más presión sobre el IPC a través de los efectos de segunda ronda y "resta eficacia a las medidas adoptadas para la contención de los precios", aseguran.

Los ingresos tributarios presupuestados para 2023, por importe de 262.781 millones de euros, son los máximos de la historia de España y superan las cifras de 2019 en casi 50.000 millones de euros. La recaudación aumenta más del doble que el PIB nominal (un 23,4% frente al 11,5% de alza de la actividad desde 2019), lo que implica un aumento muy significativo de la presión fiscal que alcanza un 42,1% este año y que se situaría en el 42,3% ya de cara al próximo.

Las empresas soportan la mayor parte del alza de impuestos

La recaudación sube en todos los impuestos principales. En IRPF prevén un alza del 7,7% y en el IVA del 5,9%. Sin embargo, desde el servicio de estudios de CEOE alertan de que, teniendo en cuenta las medidas fiscales anunciadas para 2023, las empresas soportan en su mayor parte el incremento de impuestos. Sobre ellas recaerán tres cuartas partes del total, 4.235 millones. Así, en un contexto de desaceleración económica, consideran un error añadir aún más cargas a las empresas, lo que a su juicio conlleva una pérdida de competitividad muy preocupante.

"Las subidas de impuestos buscando la recaudación a corto plazo, sin una suficiente evaluación previa de sus efectos, se apartan del diseño de un sistema fiscal óptimo, que favorezca el crecimiento económico, a la altura de la gravedad de nuestra situación", apuntan en su documento. Por todo ello, desde el IEE consideran que estas cuentas no son las adecuadas para España en un momento de ralentización económica y de endurecimiento de las condiciones financieras, en el que habría que poner el foco en la consolidación presupuestaria vía eficiencia del gasto público. 

Lamentan que España, que sigue siendo uno de los países europeos cuyo sector público lleva más retraso en el proceso de consolidación fiscal, cuenta además con un mayor déficit estructural y está entre los más endeudados de la Unión Europea. Con máximos históricos de gasto y de ingresos (por el alza de la inflación) creen que apenas se reconduce este desequilibrio y, de hecho, denuncian una falta de estrategia de consolidación de las cuentas públicas a medio y largo plazo.

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