Impuesto de sucesiones: ¿merece la pena donar los inmuebles a los hijos?

La respuesta no es fácil, porque para poder comparar tendríamos que saber en qué medida se va a encarecer (si se encarece) dicho tributo, qué límites exentos va a haber y en qué va a quedar la potestad de las comunidades autónomas sobre la materia. Como sabrá, las CCAA no tienen facultades para eliminar el impuesto, y por ello lo que hacen aquéllas que quieren suprimirlo es "bonificarlo" en un 99%. 

Si el gobierno central quiere gravar las sucesiones, lo que posiblemente trate de hacer es establecer unos mínimos que limiten estas atribuciones de las CCAA (y luego ya se verá en tribunales). 

También habría que conocer de qué patrimonios estamos hablando y las circunstancias de la adquisición de los inmuebles por parte del progenitor; porque la diferencia entre  recibir una donación y una herencia es, en buena medida, que el donante –sí, quien "regala"- tributa en su IRPF por la ganancia patrimonial que se ponga de manifiesto entre el momento de la adquisición por su parte del inmueble y el momento en que realiza la donación. Aunque hay muchos gastos que se computan para minimizar la importancia de ese "salto", lo cierto es que si un padre adquirió un inmueble hace muchos años y por un precio que hoy parece pírrico, si lo dona a valor actual, va a tener un buen revés en el IRPF del año en que realice la donación. En una herencia, sin embargo, nadie soporta esa ganancia patrimonial. Como dicen los fiscalistas, no hay “plusvalía del muerto”.

Como siempre, una planificación fiscal adecuada pasa por someter cada caso concreto a un profesional que pueda darnos los mejores consejos.

*La respuesta ha sido elaborada por el despacho de abogados Echeandia & Alevito: www.echeandia-alevito.com