Qué es el impuesto verde en los billetes de avión y qué países lo tienen vigente

Dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que el Gobierno ha enviado a Bruselas se ha planteado, entre otras medidas, un nuevo impuesto a la movilidad aérea.

Este se encuentra enmarcado en el Componente 28 llamado 'Adaptación del sistema impositivo a la realidad del siglo XXI', cuyo objetivo es "el fomento del uso de medios de transporte más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente así como el incentivo a la exploración de nuevas tecnologías y carburantes menos contaminantes", explicaban desde el Gobierno.

Este tipo de tasas ecológicas han sido rechazadas por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA por sus siglas en inglés) quienes consideran que dichas cuotas añadidas desincentivarán los viajes en avión.

A quién afectan los impuestos verdes

Aunque no se han detallado muchos datos al respecto, estas tasas serían una cantidad adicional que se impondrán a las aerolíneas por sus emisiones y que afectarán directamente a los clientes.

No es la primera vez que se plantea esta medida, a principios de 2020 ya había previsiones de penalizar las prácticas más contaminantes como el transporte aéreo o el uso del plástico. Finalmente terminaron posponiéndose por el impacto de la pandemia en el turismo.

Según los datos del informe de Fundación Alternativas, los aviones emiten hasta 895 millones de toneladas de CO₂ al año, que suponen el 2% de las emisiones mundiales. El mismo estudio apunta que los viajes cortos costarían 4,47 euros más, los de distancia media serían de 23,32 euros y hasta 41,99 euros para los más largos. Es por ello que según los datos del PSOE podrían llegar a recaudar más de 1.300 millones de euros con esta nueva 'ecotasa'.

Países que ya tienen esta tasa

Estas medidas verdes ya se aplican en otros países europeos como Italia, Reino Unido, Noruega o Suecia. Mientras que Francia también está planteando incluirlo en sus próximos planes para tratar de reducir en un 40% sus emisiones para 2030. La ministra de transportes del país, Elisabeth Borne, indicó que los billetes normales aumentarían 1,5 euros y hasta 9 euros en los 'business'. Para los viajes fuera de la Unión Europea esta tasa podría incrementarse en hasta 18 euros.

Sin embargo, la IATA mantiene su oposición a las medidas porque considera que estos cánones no tendrán un impacto positivo en el medio ambiente. Desde la asociación creen que toda la economía que gira en torno al sector aéreo se verá notablemente afectada. 

Prevén que los pasajeros opten por viajar menos con motivo del aumento de los precios y por tanto disminuya la demanda así como que se desplace el problema medioambiental a otras opciones de movilidad.