Durante el pasado agosto, y en plena ola de calor, el precio medio del mercado eléctrico fue marcando un nuevo récord tras otro, provocando una tarifa media al mes de 106 euros por megavatio hora (MHh). Dicho de una forma más sencilla y directa: se convirtió en el mes más caro de la historia. Septiembre, por lo pronto, va por el mismo camino, a tenor de estas dos primeras semanas en las que se han vuelto a superar todos los registros, el último, sin ir más lejos, durante ayer, lunes, en el que la tarifa media fue de 154,16 euros MWh.
Para amortiguar estas incesantes subidas, el Gobierno acometerá una serie de reformas que afectarán de lleno al recibo que en última instancia va a parar a manos de los consumidores. Empezará así este mismo martes, día en el que el Consejo de Ministros va a aprobar las primeras medidas para rebajar el precio de la luz. Además de detraer los beneficios a las empresas eléctricas obtenidas por la evolución de los precios del gas en el mercado, también tendrá lugar una bajada de impuestos.
El impuesto especial a la energía eléctrica
En este sentido, el Ejecutivo aprobará una bajada del impuesto especial a la energía eléctrica del 5,1 % al 0,5%, que es el mínimo permitido. Hablamos de uno de los más especiales de fabricación marcados por el Ministerio de Industria, como la gasolina o el tabaco. Aparece en todos los recibos de la luz y se corresponde, como decimos, a un 5,113% del término de potencia y de consumo. Deben pagarlo todas aquellas personas que han contratado un suministro eléctrico.
Tal y como especifica Selectra, el impuesto sobre la electricidad sirve para recaudar lo que anteriormente se denominaba "coste específico asignado a la minería del carbón"; y aunque es un impuesto de fabricación, también grava el término de consumo.
Impuesto a la producción de energía eléctrica
El Gobierno también prorrogará hasta finales de año la suspensión del impuesto del 7% a la venta de producción de energía eléctrica. Este impuesto fue creado en septiembre de 2012, durante el mandato de Mariano Rajoy, y su principal objetivo era contribuir con lo recaudado a la sostenibilidad ambiental, para minorar el impacto ecológico que la producción eléctrica tiene en nuestro entorno.
Las compañías eléctricas son las que se hacen cargo de este impuesto, aunque en la práctica el coste acaba pasando a mano de los consumidores a través de un aumento en la tarifa. Las eléctricas lo han recurrido en no pocas ocasiones en los tribunales, pero ha sido avalado por la justicia europea y por el Tribunal Constitucional.
El IVA
Por último, continuará la reducción del IVA del 21% al 10%. Recordemos que fue a principios de verano cuando el Gobierno acometió esta bajada y ahora se prorrogará hasta nuevo aviso. Estas dos últimas medidas suponen según Sánchez "un esfuerzo de pérdida de recaudación muy importante para el Estado", que ha cifrado en 1.400 millones de euros este año.
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