"Hemos perdido la capacidad de saber la aportación fiscal de las grandes rentas"

  • El ex director de Tributos, Jesús Gascón, analiza el repunte de la desigualdad en España y aboga por utilizar el sistema fiscal para corregirla
Jesús Gascón
Jesús Gascón

La desigualdad social en España es hoy más profunda de lo que era antes de la crisis y el colectivo de personas en riesgo de caer por debajo del umbral de la pobreza, mayor. Así lo acredita toda la información disponible sobre el asunto. Pero Jesús Gascón, inspector de Hacienda del Estado, alto funcionario en ejercicio de la Agencia Tributaria y director general de Tributos durante la era Zapatero, ha querido ir más allá y analizar la evolución de los indicadores sobre desigualdad y pobreza en España desde una nueva perspectiva: la comparación de la evolución de los datos a nivel doméstico con los del grupo de países más avanzados de la Unión Europea - lo que ha decidido denominar como G11-, aquellos a los que aspiramos a parecernos.

Varios meses de exploración de informes académicos, recopilación de estadísticas y análisis han alumbrado el estudio 'Desigualdad, pobreza, gasto social e impuestos: las otras primas de riesgo españolas', cuyas principales conclusiones pueden leerse en su blog, y que, a grandes rasgos, lo que intenta es mostrar "cómo de cerca o de lejos estamos en el ámbito social de los países a los que nos queremos parecer".

Lo que revela el trabajo de Gascón es que España no está demasiado lejos de los países más avanzados de Europa cuando se compara la brecha asociada a las rentas de sus ciudadanos, es decir, los rendimientos que obtienen de su trabajo o de la pensión a la que se han hecho acreedores, pero que sale muy perjudicada de la comparación cuando a la ecuación se incorporan las transferencias monetarias, es decir, el esfuerzo que se hace desde el sector público para redistribuir la riqueza de la parte más acomodada de la sociedad a la menos favorecida.

"En los países del G11, los más avanzados de la Unión Europea, las diferencias entre ciudadanos se reducen a la mitad cuando se activa la acción protectora del sector público a través del sistema de pensiones y de las transferencias hacia los ciudadanos en situaciones menos acomodadas, mientras que en España eso sucede en un grado mucho menos relevante". El fenómeno se puede observar en el siguiente gráfico.

Gráfico Informe Jesús Gascón
                         

La conclusión es clara: la capacidad redistributiva del sector público es mucho más limitada en España que en los países a los que deberíamos aspirar a parecernos. Y para Jesús Gascón la explicación de que esto sea así no es demasiado compleja: gastamos menos y gastamos peor. Según el informe, para ponernos al nivel de la primera división europea en la lucha contra la desigualdad deberíamos gastar 10.000 millones de euros más en Educación, 14.000 millones más en Sanidad y nada menos que 30.000 millones más en políticas de familia y asistenciales para los sectores menos favorecidos del a sociedad. Un esfuerzo global superior a los 50.000 millones de euros.

Una propuesta fiscal para acabar con la desigualdad

"Si no incrementamos los ingresos nos estaremos resignando a quedarnos en el segundo escalón de la Unión Europea", asegura Jesús Gascón. "No se trata de ponernos de repente la presión fiscal de Dinamarca sin tener su nivel de renta, pero sí de aprovechar el crecimiento económico y los incrementos de renta de los ciudadanos que genera para ir obteniendo progresivamente más recursos para acercarnos a los países más avanzados de la Unión Europea. La Sanidad y la Educación tienen un potencial redistributivo que España no está aprovechando".

También se trata de reestructurar el sistema fiscal para conseguir que sea más equitativo. "A día de hoy en España es muy probable que haya gente pagando más de lo que debería y otra gente que debería pagar y no está tributando absolutamente nada", afirma Jesús Gascón, que señala que la situación es particularmente grave en el tramo de las rentas más altas. "Desde que se perdió la coordinación entre IRPF, Impuesto de Patrimonio e Impuesto de Sucesiones hemos perdido la capacidad de conocer los impuestos que ganan las rentas más altas".

Su receta es recomponer la fiscalidad sobre la renta y el patrimonio para optimizar la capacidad redistributiva del sistema fiscal español. ¿Cómo? "Tendría que haber una función continua entre el Impuesto sobre la Renta y las políticas de gasto social, de tal manera que el sistema fuera capaz de tratar a la persona según su situación. Se trataría de fijar a través del IRPF un punto a partir del cual los ciudadanos comienzan a ser contribuyentes y por debajo del que tú no tienes la obligación de contribuir a la hucha común y sí tienes derecho a percibir ayudas públicas para mejorar tu situación".

Lo ideal, continúa el ex director de Tributos, es que con solo introducir un NIF en el sistema la Administración tuviera un referente claro de cuál es la situación del individuo o de su familia para activar o no las ayudas que correspondan en el nivel que correspondan. "Lo que no tiene sentido es que haya personas que reciben ayudas de tres fuentes diferentes y otras en la misma situación no estén recibiendo ninguna porque desconocen su existencia. Deba haber un control administrativo de estas políticas".

Jesús Gascón desconfía de que la actual situación de desigualdad que existe en España se vaya a resolver únicamente con más crecimiento y con más empleo. "Una disminución de 500.000 personas en la cifra de parados no implica que haya 500.000 personas que vayan a salir del riesgo de pobreza. Lo más probable es que haya un porcentaje que pueda salir y otro que cronifique su situación y se quede en esa situación para siempre, aún teniendo un empleo".

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