Industria cifra en más de 6.000 millones la merma de ingresos por la falsificación

  • El Gobierno eleva el impacto a 67.000 puestos de trabajo en sectores que suponen hasta el 42% del PIB y más del 90% de las exportaciones.
Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo
Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo
SERNAUTO - Archivo

La falsificación de patentes y marcas en España supone una grave merma para las cuentas públicas y para el empleo. En concreto, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha cifrado la minoración de ingresos en 6.175 millones de euros.

Así lo ha destacado en la presentación de la Jornada sobre la lucha contra la falsificación y las vulneraciones de derechos de propiedad, después de que el pasado viernes se aprobase en Consejo de Ministros el Informe para combatir el problema de las falsificaciones y la venta ilegal, fenómeno que crece desde los años 90 y afecta a aspectos como el empleo, las ventas del sector y la salud de los compradores.

En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la ministra portavoz, Isabel Celaá, comunicó que se había presentado este informe y resaltó que las falsificaciones industriales ponían en peligro nada menos que 67.000 puestos de trabajo.

Los sectores que trabajan con marcas, patentes y derechos de propiedad industrial suponen un 42% del conjunto del PIB nacional, representan el 86% de las importaciones y más del 90% de las exportaciones españolas, y, además, representan el 38% del empleo, con salarios muy por encima del salario medio.

Entre los sectores con mayores pérdidas en su facturación por la falsificación de patentes y marcas se encuentran el sector textil (8,2%), el farmacéutico (7,6%), los productos de cosmética (16,2%), las bebidas (11,1%) y los 'smartphones' (10%).

El presidente de la Oficina Española de Patentes y Marcas, Fernando Valdés, ha resaltado que este problema afecta a otros aspectos como la salud y el riesgo de los compradores de productos falsificados de cosmética, y asegura que este fenómeno daña la imagen de las calles, afecta a la reputación del país, disminuye la innovación, y tiene graves consecuencias en materia medioambiental.

La falsificación y la venta de productos falsos es un fenómeno "muy preocupante que queremos colocar en el centro de todas nuestras acciones, queremos abordar el problema desde los distintos ámbitos", ha indicado Valdés.

Por ello, el Consejo de Ministros ha establecido una hoja de ruta con el compromiso de generar nuevas tendencias para combatir la falsificación en los próximos dos años. Estos objetivos se componen de cuatro grandes ejes, la regulación, el análisis, la formación y conciencia y la coordinación.

"Es un problema que nos afecta a todos, lo más importante es la coordinación entre las administraciones, que sepamos cuáles son nuestros papeles y nuestros medios, para compartir recursos y combatir este fenómeno", ha concluido Valdés.

Mostrar comentarios