El IPC alcanza el 10,2%

El INE desmonta el cálculo de Calviño y pone en duda el descuento a la gasolina

La vicepresidenta del Gobierno defiende que las medidas aprobadas rebajarán en 3,5 puntos la inflación este año. Sin embargo, los precios siguen disparados y la bonificación al carburante no frena su escalada.

Nadia Calviño
La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño.
Eduardo Parra / Europa Press 

El dato del índice de precios al consumo (IPC) avanzado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondiente al mes de junio ha sido "malo". Así lo ha definido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ha justificado los cortes de gas por parte de Rusia como una de las causas. La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, defiende que el Ejecutivo es consciente de las circunstancias y por ello ha aprobado un segundo paquete de medidas, que junto a las anteriores, contendrá la inflación en 3,5 puntos este año. Pero según el INE, incluso con un descuento de 20 céntimos por litro en las gasolinas, los carburantes son responsables del incremento del IPC hasta el 10,2%, junto con la alimentación y los precios de la hostelería.

Esta subida del IPC demuestra que la bonificación aprobada por el Gobierno alivia el coste que los españoles deberían pagar si no estuviera en vigor, pero no está sirviendo para contener los precios. Los 2 euros por litro se han fijado en las gasolineras españolas y marcan máximos históricos. Tal como publicó este periódico, las grandes comercializadoras han aumentado su facturación en los dos meses que lleva en vigor el descuento, y aunque el barril de Brent se sitúa ahora por debajo de los niveles registrados a principios de mes (114 frente a 123 dólares/barril), los costes para los españoles siguen al alza.

Los productos energéticos iniciaron la escalada de precios hace ya un año. De hecho, una de las primeras medidas que aprobó el Ejecutivo fue la rebaja del impuesto sobre el valor añadido (IVA) para la electricidad, el recorte hasta el 0,5% para el impuesto especial sobre la electricidad y la suspensión del impuesto sobre el valor de la producción de la energía eléctrica. Según los datos del INE, a cierre de mayo, la electricidad era un 30% más cara que un año antes. La subida es menor -en tasa interanual- que la registrada en marzo, cuando fue del 107%. En mayo, los combustibles líquidos registraron un incremento de precio del 86,4%.

Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos explican a La Información que el cálculo de 3,5 puntos en el que insiste la vicepresidenta tienen en cuenta todas las medidas fiscales vinculadas a la electricidad y también la bonificación de 20 céntimos para los carburantes. Así, esos 3,5 puntos serían "lo que se ha evitado que suban los precios". "Aunque los carburantes suban porque están elevándose mucho los precios internacionales de la energía, sobre todo por el recorte de las exportaciones de gas (70%) y petróleo (40%) de Rusia, con la bonificación se contiene la subida, se evita un alza mayor", señalan.

El INE publica un índice de precios al consumo de precios constantes que permite medir cuál hubiera sido el encarecimiento de la cesta de la compra de no haberse producido cambios en los impuestos. En este caso, y aunque no es enteramente comparable al tener menos elementos en cuenta que el Gobierno, la diferencia fue de 0,9 puntos en mayo. Se trata de una tasa que Estadística solo publica con los datos definitivos de IPC, pero que muestra una diferencia de más de dos puntos entre la incidencia que reflejan los datos del INE y la estimación que hace Moncloa de la efectividad de las medidas. Así, en mayo, la inflación hubiera alcanzado el 9,6%, de no ser por la rebaja de impuestos a la electricidad.

El dato de este miércoles desmonta las palabras que Calviño pronunció en marzo, cuando aseguró que la inflación había "tocado techo" y que la inflación no iba a llegar a los dos dígitos. Sin embargo, la crisis energética agravada por la guerra ha obligado a la vicepresidenta a asumir que el alza de los costes perdurará más de lo que estaba inicialmente previsto por el Gobierno. Moncloa pronostica un deflactor del consumo privado, el indicador más similar al IPC de los que incluye en el Programa de Estabilidad, del 6,1%. Esta previsión está por debajo de las estimaciones de inflación que han realizado tanto el Banco de España (7,2%) y la OCDE (8,1%). La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) revisará próximamente al alza su previsión del 6,5%.

En mitad de una cumbre histórica de la OTAN y justo dos días después de la dimisión del presidente del Instituto Nacional de Estadística (INE), el Gobierno ha recibido el dato de inflación más alto en casi 40 años. Un dato negativo para la economía española que se suma al recorte en la revisión del INE del producto interior bruto (PIB) del primer trimestre de este año, que quedó en un avance minúsculo, del 0,2%.

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