El INE planea liquidar nueve estadísticas y recortar los medios para la EPA y el IPC

  • Dejará de dedicar recursos a datos que ya figuran en registros públicos para orientarlos a nuevos productos. Afirma que no habrá ajustes de personal. 
Sede del INE. /Merce-from Spain/ Flickr
Sede del INE. /Merce-from Spain/ Flickr

El Instituto Nacional de Estadística (INE) planea dejar de elaborar en los próximos meses nueve indicadores estadísticos y quiere introducir ajustes significativos en la recogida de datos de otra docena de encuestas e índices, entre los que figuran algunos tan representativos como el IPC o la EPA, en el marco de un plan de 'Medidas de racionalización del trabajo de producción estadística del INE' al que ha tenido acceso La Información y que plantea la mayor revolución en el ámbito de la estadística pública de los últimos años. 

El documento, lanzado por el equipo del nuevo presidente de la institución, José Manuel Rodríguez Poo, y calificado como de "estratégico" desde la institución, consta de 16 páginas y plantea 25 medidas de racionalización que afectan a los siguientes ámbitos, según la clasificación que se establece en el propio informe: 1) reducción de los recursos necesarios para la recogida de datos, ya sea de personal de las delegaciones o de contratación externa; 2) reducción de la carga a los informantes; y 3) reducción de los recursos necesarios en los Servicios Centrales.  Los autores advierten que no todas las medidas planteadas están en el mismo grado de maduración y que mientras en algunos casos se trata de "decisiones ya tomadas" en otros están simplemente "en vías de análisis".

Tal vez por ello, el informe no evalúa el impacto de las 25 medidas, sino el de aquellas cuyo 'grado de maduración' es más avanzado. A partir de las estimaciones deslizadas en el documento se desprende que la eventual aplicación de las medidas propuestas se traducirían en un ahorro de cientos de miles de jornadas de trabajo, en la liberación de carga de trabajo de más de 500 efectivos sobre una plantilla total de 3.573, según la última memoria de actividad de la institución. El ahorro económico superaría los 25 millones de euros.

Fuentes del INE aclaran que el objetivo del plan no es ni reducir el presupuesto del INE ni la plantilla actual, sino reorientar y optimizar los recursos disponibles desde encuestas obsoletas hacia nuevos productos.

Suprimir encuestas obsoletas o redundantes

¿Cuáles son las medidas? Las más llamativas tiene que ver con la eliminación del perímetro de producción del INE de hasta nueve estadísticas e índices que a día de hoy son elaborados por los profesionales de la institución. El listado incluye la Encuesta Continua de Hogares, el Boletín Estadístico de Matrimonios, la Estadística sobre el Uso del Agua en el Sector Agrario, la Estadística de Juzgados de Paz, la Estadística de Bibliotecas, la Estadística de Procedimiento Concursal, la Estadística de Ejecuciones Hipotecarias, la Estadística de Litigios en Arrendamientos Urbanos y la Estadística del Taxi.

Se trata de operaciones que, según el documento elaborado por la nueva Dirección del INE, o bien se han quedado obsoletas -como sería el caso de la Encuesta Continua de Hogares que Estadística pretende sustituir por otra más completa y fiable- o bien ya no tienen el seguimiento que tuvieron en su día, o bien ya no cumplen la función para la que fueron concebidas por el desarrollo en los últimos años de registros públicos por parte de Ministerios u organismos públicos que ofrecen esa misma información y, en algunos casos, de forma más actualizada. 

Fuentes del INE entienden que llegados a este punto la postura más eficiente es dejar de elaborar esos productos y reorientar los recursos que se liberen de esa decisión a alguno de los nuevos productos ya lanzados o en los que está trabajando el instituto estadístico, como la recién presentada estadística experimental del Atlas de Distribución de Renta de los Hogares. "No se va a perder ninguna estadística del sistema estadístico nacional. Simplemente vamos a tratar de eliminar duplicidades y no destinar recursos a datos que ya están disponibles en registros oficiales".

Ajustes en la toma de datos del IPC y de la EPA

El otro gran vector del plan de racionalización planteado por el Instituto Nacional de Estadística es la reducción de los recursos destinados a la recogida de datos en una docena de estadísticas, entre las que se encuentran el IPC y el EPA. "El modelo de producción estadístico ha evolucionado", argumentan desde el INE. "Hace 20 años no había disponible información tan fiable de los registros administrativos, pero ahora cada vez se utilizan más y su explotación con fines estadísticos es una tendencia en todos los países de Europa". Estadística confía además en que este nuevo esquema no solo libere de carga de trabajo al actual personal sino que permita reducir el recurso a la externalización de servicios, que tan criticado ha sido por parte de los sindicatos.

El plan del INE, por ejemplo, pasa por utilizar los registros de los Servicios Públicos de Empleo para 'rellenar los vacíos' que se pongan de manifiesto en las entrevistas que configuran la Encuesta de Población Activa (EPA) -la estadística de referencia a la hora de medir las fluctuaciones del mercado laboral español- por ejemplo cuando uno de las personas seleccionadas en la muestra no responda al cuestionario. El documento del INE subraya que este método serviría para corregir los sesgos que provocan las incidencias que se producen en periodos como la Semana Santa, Navidades o agosto y evitaría estimar la situación laboral del sujeto cuando no se obtiene respuesta de uno de los encuestados.

Estadística también baraja sustituir las encuestas en papel por formularios electrónicos al objeto de reducir la carga de trabajo derivada de la elaboración de la encuesta y también recortar el número de muestras que se utilizan para elaborar una encuesta, cuya calidad ha sido objeto de debate y crítica tanto dentro del INE como por parte de los analistas.

Estadística también pretende replantearse el volumen de las muestras de datos que se recogen para elaborar el IPC, que actualmente se recopilan entre otros medios mediante la consignación regular e 'in situ' de las fluctuaciones de precios que se producen en una cesta de la compra estándar. El INE ya ha maniobrado para aligerar este sistema de recogida de datos al llegar a acuerdos para utilizar las bases de datos de los gigantes de la distribución como Alcampo o El Corte Inglés para limitar al máximo la recogida manual de los mismos.

Estadística pretende dar una nueva vuelta de tuerca en la modernización de la estadística con la utilización de nuevos sistemas informáticos para captar y tratar la información, en el marco de una tendencia que el INE pretende seguir en los próximos años y que pasa por utilizar esquemas menos artesanales y más próximos a la denominada 'minería de datos' y la explotación de grandes bases de datos para configurar sus estadísticas.

"Camino del desmantelamiento"

La lectura de los sindicatos del documento elaborado por la nueva Dirección del INE es más sombría. En opinión del sindicato CCOO, el plan de medidas de racionalización no es otra cosa que "la decisión de reducir las muestras de recogida de datos para diversas encuestas", lo que para el sindicato supone en paralelo "una reducción proporcional de la fiabilidad y validez de la producción estadística", así como "una potencial merma de la calidad de sus resultados".

El sindicato entiende que el plan se traducirá en una reducción notable de personal técnico y experimentado y que implicará el traspaso de carga de trabajo hacia la iniciativa privada y hacia otros ministerios. Bajo el plan, según CCOO, subyace la impresión de los últimos gestores del INE de que la aplicación de medios tecnológicos e informáticos puede compensar el fuerte ajuste de plantilla experimentado por el organismo, un plan que en su opinión "no está cumpliendo las expectativas generadas".

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