La inflación frena en seco en el arranque de 2023 la senda a la baja que venía manteniendo desde el pasado verano, cuando tocó un máximo de casi cuatro décadas en el 10,8%. La tasa anual de IPC se ha estancado en enero en el 5,8% -una décima por encima de como cerró diciembre- después de haber caído algo más de cinco puntos en los últimos cinco meses, un recorrido a la baja que ha permitido a España situarse como el país de la Eurozona donde los precios suben a menor ritmo. Esa tendencia se ha parado este mes, de acuerdo con el indicador adelantado que ha publicado este lunes el Instituto Nacional de Estadística (INE), lo que complica el horizonte para el bolsillo de los consumidores, que ya redujeron su demanda el último trimestre del año pasado y contribuyeron al frenazo de la economía entre octubre y diciembre.
La subida de una décima de la tasa general de IPC se produce en el mes en el que se ha retirado la bonificación generalizada de 20 céntimos por litro de carburante y en el mes en el que ha entrado en vigor la rebaja del IVA de los alimentos básicos. De hecho, el organismo explica en su nota que la evolución de los precios obedece, principalmente, a que los de los carburantes suben más que en enero de 2022, y a que el descenso de los precios del vestido y calzado es menor que en el año pasado. Por el contrario, destaca la bajada de los precios de la electricidad, mayor que en el mismo mes del ejercicio previo.
El INE revela además que la inflación subyacente, que excluye de su cálculo los elementos más volátiles, como la energía y los alimentos frescos, ha escalado cinco décimas para situarse en el 7,5%, por lo que marca un nuevo récord desde 1986. Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital apuntan a que la tasa subyacente marcará su nivel máximo en el primer trimestre y confían en que después siga la senda descendente de la inflación general y de los costes energéticos y de otras materias primas.
En términos mensuales (si se compara enero de este año en relación con diciembre de 2022), la inflación se reduce tres décimas, cuando venía de aumentar un 0,2% el mes anterior y de reducirse 0,4% un año antes. Con todo, el Instituto Nacional de Estadística publicará los datos definitivos del IPC de enero el próximo 15 de febrero. Entonces será interesante ver cómo evolucionan los precios de los alimentos, que vienen de registrar subidas históricas los últimos meses tanto en España como en el resto de Europa debido, entre otras cosas, a los efectos de la guerra en Ucrania y del encarecimiento de los costes de producción.
En lo que respecta a la inflación armonizada (IPCA), que es la referencia que Eurostat toma para hacer sus comparativas entre países, habría bajado cinco décimas en enero en relación a diciembre, si bien se sitúa en el 5,8% en tasa anual. Estadística ha introducido, siguiendo la normativa europea, nuevas ponderaciones en la cesta del IPC, y ha mejorado la metodología para los precios de la electricidad y el gas al incorporar a los consumidores del mercado libre.
La rebaja del IVA se está trasladando a los alimentos
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha asegurado que el hecho de que el IPC se haya situado en el 5,8% en el primer mes del año es una "buena noticia" porque "prácticamente se ha estabilizado", a pesar de la eliminación de la bonificación al carburante.
Calviño, que ha asistido a un desayuno informativo de Europa Press con el presidente de Asturias, Adrián Barbón, ha señalado que en su departamento aún no tienen datos sobre la evolución de los alimentos, si bien la información que manejan es que se está trasladado la rebaja fiscal a su precio, lo que beneficia "al bolsillo" de los ciudadanos españoles.
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