Dato definitivo de febrero

El IPC subyacente escala en la Eurozona al 5,6% y confirma la inquietud del BCE

En febrero el alza de los precios de la energía se suavizó al 13,7% desde el 18,9% de enero, sin embargo, los de los alimentos frescos elevan la presión al encarecerse un 13,9%, frente al 11,3% del mes previo

Christine Lagarde, BCE
Christine Lagarde, BCE
Getty Images

La oficina de estadísticas comunitaria, Eurostat, ha confirmado este viernes los temores que han llevado al Banco Central Europeo (BCE) a subir los tipos de interés oficiales en medio punto en su última reunión, pese a las turbulencias financieras provocadas por la quiebra del Silicon Valley Bank estadounidense y por la crisis del Credit Suisse. La tasa general de inflación se moderó al 8,5% en la región en el mes de febrero, pero la subyacente (que excluye componentes más volátiles como la energía y los alimentos frescos y apunta a tensiones más estructurales y persistentes en los precios) escala hasta el 5,6%, un nuevo máximo desde la creación del euro.  

Es cierto que la inflación interanual de la zona euro se ha venido moderando a lo largo de los cuatro últimos meses para situarse en su nivel más bajo desde mayo de 2022. El BCE hizo efectivo el giro de su política monetaria y comenzó a subir los tipos poco después, en julio. En el segundo mes del año, el alza de los precios de la energía se suavizó al 13,7% desde el 18,9% que había registrado enero, sin embargo, los de los alimentos frescos volvieron a elevar la presión al encarecerse un 13,9%, frente al 11,3% de enero.

La tensión se aprecia también en los precios de los servicios, que se incrementaron un 4,8% interanual en febrero, cuatro décimas más que en enero, y en los bienes industriales no energéticos, que subieron un 6,8%, una décima más que en el mes anterior. Al excluir del cálculo el impacto de la energía, la tasa de inflación interanual de la Eurozona se coloca en el 7,8%, cinco décimas por encima de enero. 

Al tomar en cuenta los datos del conjunto de la Unión Europea, la inflación interanual se moderó por cuarto mes consecutivo hasta el 9,9%, una décima por debajo de la que el conjunto de la región registró en enero. España volvió a situarse como uno de los países donde el alza de los precios es más moderada, del 6%, tan solo por detrás de Luxemburgo (4,8%) y de Bélgica (5,4%). En el lado opuesto se sitúan Hungría (25,8%), Letonia (20,1%) y Chequia (18,4%), países que soportan unas consecuencias más severas de la crisis energética y de la guerra en Ucrania por lo dependientes que son sus economías de Rusia. 

En la actualización de sus previsiones económicas, el BCE prevé que la inflación se sitúe de media en el 5,3% en el conjunto del ejercicio, un punto por debajo del 6,3% que estimaba a finales del año pasado. De cara al año que viene, el emisor prevé una moderación intensa del IPC hasta el 2,9%, también medio punto por debajo de lo que había calculado inicialmente. Ya en 2025 la tasa general de inflación se colocaría en el 2,1% -otras dos décimas por debajo de lo que había previsto en diciembre-. El problema, sin embargo, seguirá estando en la subyacente, que seguirá ejerciendo una presión notable sobre las economías del euro, y que podría situarse este año en el 4,6% de media.

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