Un 40% inferior a la pensión media

Un informe de Hacienda sitúa en 785€ al mes la pensión más habitual en España

Un estudio del 'think tank' del Ministerio reabre el debate sobre la suficiencia de las pensiones de jubilación y subraya que lo más habitual es que los españoles se jubilen con una pensión de 11.000 euros anuales.​

Una jubilada.
Una jubilada.
Imagen de shurkin_son en Freepik.

¿Da para vivir la pensión de jubilación en España? Si nos atenemos a los últimos datos estadísticos disponibles la respuesta podría acercarse al 'sí'. La información proporcionada hace apenas unos días por el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social asegura que los nuevos pensionistas que adquirieron la condición de jubilados el pasado mes de junio lo hicieron con una percepción media de 1.340 euros al mes, lo que multiplicado por las 14 pagas que les garantiza la legislación arroja una nómina anual media para los nuevos jubilados españoles de 18.760 euros. La realidad, sin embargo, parece distar de forma significativa de esta fotografía.

Un informe reciente del Instituto de Estudios de Fiscales, una especie de servicio de estudios del Ministerio de Hacienda, ha buceado de manera un poco más profunda en la información disponible y ha llegado a la conclusión de que en la España de 2021 lo más habitual es que las personas se jubilen con una pensión de apenas 11.000 euros al año, lo que vendrían a ser unos 785 euros al mes. Si esto se ve corregido posteriormente en las estadísticas oficiales, que proporcionan datos sobre pensión media, es porque también se produce una fuerte concentración de pensionistas en el entorno de la pensión máxima - aquí sí especialmente entre los hombres - y ese factor eleva de forma significativa la media hasta los niveles que se aprecian mes tras mes en la estadísticas que difunde el Ministerio.

La brecha es significativa. Los datos obtenidos por los análisis de densidad realizados por los investigadores del IEF implican que la pensión más habitual con la que los españoles llegan al momento de jubilarse es un 40% inferior a la que muestran las estadísticas oficiales y se mueve en unas cuantías que obligan a plantearse si es suficiente para cubrir las necesidades de sus perceptores. El informe, de hecho, insinúa que este hallazgo abre una nueva perspectiva sobre la consideración de la suficiencia de las nóminas que abona el sistema público de pensiones y advierte sobre la situación del grupo de pensionistas que están por debajo de los 10.000 euros anuales "que pueden ser susceptibles de encontrarse en situación de vulnerabilidad en el futuro", señala de forma explícita el informe.

El informe, que se enfoca a valorar el futuro del sistema no sólo desde su sostenibilidad futura sino también desde la adecuación de sus prestaciones y la perspectiva de género, hace hincapié asimismo en que el análisis por grupos de renta de la evolución potencial del sistema en los próximos años, bajo los parámetros de la reforma de 2011 - el estudio no incorpora los últimos cambios introducidos en el sistema de pensiones por el Gobierno - , revela que no se va a producir un acortamiento de las diferencias entre las percepciones de los pensionistas según la cuantía de las nóminas, lo que replantea también la capacidad redistributiva del sistema de pensiones.

La brecha de género en las pensiones

La situación afecta de forma más significativa a las mujeres. El trabajo realizado por los investigadores del IEF Ignacio Moral-Arce y Jaime Villanueva detecta una concentración mucho más elevada de mujeres en torno a esa cuantía más habitual de los 11.000 euros que marca el umbral de la vulnerabilidad frente a los hombres, que se distribuyen sobre todo entre esa cuantía y la pensión máxima. En este sentido, el informe constata que la reforma de pensiones del año 2011 no ha servido para reducir la brecha de género del sistema de pensiones, que garantiza de media una pensión un 30% más elevada a los jubilados que a las jubiladas, y que si algo ha logrado en este campo es retrasar el momento de la jubilación de las mujeres al hacer más exigentes los requisitos de años cotizados para acceder a una pensión contributiva.

Los investigadores son más optimistas de cara al futuro y auguran que la brecha de género en las pensiones de jubilación se reducirá al menos desde los 30 puntos actuales a alrededor de 18 a la altura de 2050 al compás de la acreditación de carreras laborales más prolongadas y también de menores diferencias en la escala salarial.

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