Las infraestructuras, en el centro del primer presupuesto pos-Brexit del Reino Unido

El primer presupuesto pos-Brexit del gobierno británico se concentrará en las inversiones en las infraestructuras y debería suavizar la austeridad instaurada por el anterior gobierno, según un comunicado del Tesoro publicado el domingo.

El nuevo ministro de Finanzas, Philip Hammond, prometerá meter "las inversiones en las infraestructuras (...) en el corazón" del presupuesto rectificativo de otoño, que debe ser presentado a los diputados el miércoles, cinco meses después del referéndum en que los británicos votaron mayoritariamente a favor de la salida de la Unión Europea (UE).

Una serie de inversiones en las carreteras del país, por 1.300 millones de libras (1.500 millones de euros) serán la medida principal de este presupuesto para reducir el problema de los embotellamientos, que cuesta cada año 13.000 millones de libras a las familias británicas, según el ministerio.

A través de estas inversiones, que incluyen la "innovación", Philip Hammond espera "estimular el crecimiento económico a largo plazo" y enfrentar los desafíos a largo plazo de la economía, particularmente "la baja productividad" del país.

Al mismo tiempo que afirma querer continuar la misión del anterior gobierno de "reducir el déficit", este presupuesto podría aligerar la ortodoxia presupuestaria aplicada por el exministro de Finanzas, George Osborne.

"Philip Hammond establecerá un nuevo marco presupuestario, subrayando la necesidad de tener flexibilidad para hacer posible que el gobierno responda a las condiciones económicas cambiantes", indicó el comunicado del ministerio.

El presupuesto debe hacer factible el deseo de la primera ministra Theresa May de "garantizar que todo el mundo se beneficie del crecimiento económico", lo que alimenta los rumores sobre un posible aumento de los umbrales de ingresos sometidos al impuesto.

Incluirá también las últimas previsiones del gobierno conservador sobre el crecimiento económico del país.

Esta semana, la economía británica sorprendió de nuevo por su vigor al registrarse importantes ventas al detalle según los datos publicados el jueves para el mes de octubre, con lo que se confirma la buena salud de las finanzas desde la decisión de los británicos de abandonar la UE.

Pero muchos economistas advierten que la actividad del país puede sufrir las primeras consecuencias negativas del proceso del Brexit el año próximo, porque las empresas parecen mostrarse más reticentes a invertir frente a la incertidumbre causada por esta salida sin precedentes.

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