Sin Andrés Iniesta, el fútbol será menos fútbol. El viernes anunciaba en una rueda de prensa de apenas siete minutos su retirada del club en el que ha pasado más de veinte años, el que le ha visto crecer y al que ha regalado sus mejores jugadas. “Si en vez de Andrés Iniesta se llamase Andresinho igual tendría dos Balones de Oro”, dijo días antes el merengue y compañero de selección Sergio Ramos. Con él, el fútbol se queda sin un astro futbolístico y un crack en su faceta más personal.
Iniesta, a punto de cumplir 34 años, ha logrado unir a aficionados de todos los equipos gracias a su humildad y sencillez. Hasta ahora, y a pesar de ofertas llegadas desde China de 35 millones como las desveladas por el diario ‘As’, nunca dijo adiós al Fútbol Club Barcelona. Parece que le ha llegado el momento de aceptar ese destino. El acuerdo no puede ser más redondo. Seguirá jugando en el campo, pero además desde allí podrá potenciar su vino, al que con tanta pasión se ha dedicado su familia y que ya se vende en México, Japón, Alemania, Reino Unido y se bebe en los restaurantes más cool de Barcelona.
La carrera del albacetense arrancó cuando, a sus doce años, decidió mudarse solo a Barcelona para convertirse en futbolista. Lejos de su familia y de sus amigos, solo pensaba en estar a la altura. No solo lo hizo, sino que despuntó en uno de los principales equipos españoles. El jugador retrata bien esa decisión de mudarse a La Masía, la residencia azulgrana, en su biografía titulada 'La jugada de mi vida'. Fue su padre, con quien comparte confidencias, quien le animó a aprovechar aquella oportunidad. “Te arrancan de tus raíces y con 12 años, mucho más. Ese día que vinimos los cuatro, mis padres, mi abuelo y yo, el viaje fue tremendo. El reto era no fallar, no fallar a mi familia, a mí. Yo siempre he dicho que mi sueño de niño era ser futbolista, no tenía otra aspiración”, retrata el jugador. Las páginas muestran su lado más desconocido, el que, según él, ese rostro amable.
El jugador ha destacado siempre lo importante que son sus raíces. En Fuentealbilla, su localidad natal, se levanta Bodegas Iniesta, su apuesta personal y la de toda su familia. Allí, en el corazón de La Manchuela, entre la Meseta y el Mediterráneo, se encuentran los viñedos y una bodega que comenzó a construir en 2010, el mismo que logró en una prórroga traerse el Mundial a casa, en la finca en la que su José Antonio Iniesta, su padre, producía vino desde los años 90. Primero en diez hectáreas que fueron creciendo, poco a poco, hasta las 200 hectáreas actuales. El negocio familiar lo definen en la web: "Bodegas Iniesta es el reflejo del esfuerzo de una familia por llevar a cabo un proyecto de la tierra, de pura tradición y dedicación", se puede leer en su web. Desde el respeto por la tradición y un continuo control de la calidad, controlan desde a elaboración del vino con variedades autóctonas como Macabeo, Bobal, Graciano hasta Chardonnay, Petit Verdot… hasta su comercialización en el mercado. Ya venden más de un millón de botellas al año, pero también han ampliado el negocio al mercado de aceite, quesos y la explotación agrícola, forestal y ganadera de terrenos.
Esta empresa le reporta pasión, pero no las ganancias que desearían. La bodega nació con un capital social de 3.100 euros, ahora lo es de 7.490.000 tras cuatro ampliaciones de capital (la última en 2014) que ha inyectado el jugador desde su sociedad principal, Maresyterey S.L. Es esta empresa la accionista al 100% de las bodegas. En ese año es su padre y alma de sus negocios cuando cesó como administrador único de la sociedad Bodegas Iniesta S.L. para pasar a serlo la empresa matriz. El cambio no es más es un movimiento ya que en los negocios del mediocampista azulgrana todo pasa por la familia. Su padre figura como presidente en la Maresyterey y su madre, María Francisca Luján, como consejera delegada. Iniesta es en la actualidad consejero aunque en un principio fue gerente y administrador solidario. Las cuentas de 2015 hablaban de unas pérdidas de 384.880 euros, un poquito menos a las registradas en 2014, que ascendían a 393.071, aunque contaba con un activo de 8.365.473. En ese año el negocio recibió ayudas públicas de 1.296.975,18 millones de euros. En 2016 facturó 2,2 millones de euros, un 15% más que el año anterior y los números rojos se situaban en 332.694 euros, en claro descenso.
Maresyterey SL es el centro neurálgico de su vida empresarial. Gestiona la marca personal del jugador que ha logrado contratos publicitarios con marcas tan variadas como Sony Nike, BBVA, Estrella Damm, Nissan, Kalise, Arcos, Sony, GolT, Powerade y Honda que le han reportado importantes beneficios. Es esta empresa la que gestiona el sueldo de dieciocho millones que cobraba el jugador en el Fútbol Club Barcelona desde el 2013, cuando se convirtió en el segundo jugador mejor pagado del equipo catalán. Sus últimas cuentas presentadas son las de 2016 y mejoran los resultados del año anterior. En 2015 su balance fue de 4.508.434 euros con un activo total de 26.821.156. Su activo un año más tarde es de 32. 585.024 euros y sus ingresos han bajado en 436.064 aunque su volumen de negocio ha ascendido a 5.356.721 euros.
Esas cifras reflejan el peso de las pérdidas de las bodegas. Además, la empresa soportó los ojos de Montoro por sus movimientos por el Impuesto sobre Sociedades de los ejercicios 2010 a 2012. La inspección finalizó el 30 de marzo de 2016 con la notificación por parte de la Dependencia Regional de Inspección de la Delegación Especial de Cataluña del correspondiente acuerdo de liquidación con la disconformidad de la familia Iniesta. Los accionistas de esta entidad son al 50% el jugador y su hermano José Antonio. Además de tener el 100% de las acciones de las Bodegas participa de otra empresa, Piction Solutions S.L., con sede en Barcelona, dedicada desde 2013 a la compraventa de fincas rústicas y urbanas, promoción y construcción. En ella es administrador solidario su hermano.
El astro toca otros sectores. Es socio de First Vision Technologies S.L., una sociedad nacida con el objeto de comercialización de cámaras y sistemas de retransmisión junto a otros socios. El jugador tiene su propia escuela fijada en una masía de 1750 en Tordera, un municipio a 65 kilómetros de la ciudad condal. La finca es un espacio idóneo para alojar a grupo de deportistas en un marco natural a un paso del Parque natural de Montenegre y de la Costa Brava. Lo llama Iniesta’s methodology y son programas de formación para poner en valor a jugadores. Fue el mayor accionista del equipo de fútbol de su tierra, el Albacete Balompié, del que salió con 12 años hacia el Barça, pero que sigue siendo un saco sin fondo para ellos. Lo intentaron todo. Lo salvaron de la quiebra en 2011 con 400.000 euros, en 2013 pusieron sobre la mesa 800.000 y el jugador se prestó a todo tipo de acciones publicitarias para empujar la imagen del club al que Hacienda parece dar ya el ultimátum. Su padre llegó a formar parte del Consejo de Administración, pero al final se vendió en 2017 al grupo Skyline quedando definitivamente desvinculados.
Las aventuras con el ladrillo
Si hay algo en lo que coinciden todos los jugadores de fútbol es en sus aventuras inmobiliarias. Andrés lo vivió en casa. Su padre se dedicaba a la construcción antes de centrarse en las Bodegas con 40 años, aunque no siempre con buena suerte. Constituyeron Promociones Osuna y Dani S.L., extinguida en 2013, en la que invirtió la empresa matriz. También lo intentó con su primo Marco Antonio Iniesta en Albiniesta, fundada en 2006 y que tuvo su muerte registral en 2011 debido a las fuertes pérdidas. Y la tercera, que no la mejor, creada también en 2011 fue Iniesta Construcciones S.L., con objeto de edificar edificios residenciales. Esta aventura, de la que es socio y administrador único, duró solo un año. La empresa tiene posible cierre de hoja registral desde enero de 2016, aunque las últimas cuentas depositadas son de 2012, fecha en la que arrastra un balance de menos 110 euros, aún con un activo de algo más de 14.000 euros.
Si hay una cualidad que todos destacan del jugador es su humildad. Casado desde 2012 con Anna Ortiz en una boda de ensueño en el castillo de Tamarit en Tarragona acompañados de Piqué, Casillas o Puyol y sus correspondientes y mediáticas esposas. La pareja, muy alejada de la ostentación de otros jugadores de élite, se conoció una noche de Sant Joan de 2007. Iniesta había terminado la temporada mal y un amigo le arrastró de fiesta. Tuvo suerte. “Ana me dio vida. 2007 fue un año duro. Personalmente estaba pasando un mal momento y ella me resucitó. Como persona es un 10. Yo poco puedo ofrecerle a cambio de lo que recibo. A veces las personas se equivocan y ella se equivocó conmigo”, ha dicho en alguna ocasión. Con ella ha tenido tres hijos, Valeria, Paolo Andrea y Siena, que pronto cumplirá un año.
Ella trabaja de interiorista en una empresa de decoración y es tan discreta como su marido. Ambos residen en Esplugues de Llobregat como Piqué o Dani Alves, pero no fue su primera casa. Contaba su representante en una ocasión que en el año 2000 su padre, que es quien le llevaba las cuentas, hizo números y dijo que no había más que para comprar una casa en un adosado en Sant Just, el cinturón obrero de Barcelona. Así es como el jugador se convirtió en vecino de los hermanos Muñoz, del grupo Estopa. Tiene otro piso en Sant Feliu y es propietario de una casa grande pero sencilla en su pueblo, en la calle Andres Iniesta nº1 con una fachada en la que cuelgan escudos del FC Barcelona y el de la selección española. También cuenta con una casita rural dentro dentro de los dominios de la bodega, que alquila en la plataforma Airbnb a los amantes del vino. A través de Maresyterey, compró por 11,5 millones 30.640 metros cuadrados del sector Iveco-Pegaso de Mataró para el desarrollo de edificios de uso comercial. Iniesta se baja del Barça, pero no parará.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios