Inmobiliaria Chamartín saca a bolsa su filial alemana para conseguir 80 millones

Inmobiliaria Chamartín ha iniciado el proceso para colocar su filial alemana en el mercado para pequeñas y medianas empresas de la Bolsa de Francfort. El grupo español quiere vender el 50% del capital con el objetivo de conseguir 80 millones de euros, que le permitirán financiar su actividad en el mercado inmobiliario de la primera economía europea y, más concretamente, en la ciudad de Berlín, una de las más atractivas del Continente por sus precios y su liquidez.

El período de oferta comenzó el pasado 28 de julio y, según el calendario previsto, terminará el próximo lunes cinco de julio. Si la demanda funciona –el sector inmobiliario ha perdido el favor de los inversores desde el comienzo de la crisis-, las acciones empezarían a cotizar el próximo siete de julio.

La operación se articula a través de una ampliación de capital. El precio de la oferta, situado entre los 7,70 y los 9,70 euros por acción, supone valorar el 100% de la compañía, participada en un 90% por el grupo que preside Carlos Cutillas y en un 10% por su fundador Heinz H. Meermann, en 160 millones de euros.

Inmobiliaria Chamartín dio el salto al mercado alemán en 2007 con la compra del 95% de Meermann Group. La actividad de la compañía está centrada en proyectos ubicados en la zona central de Berlín-Mitte, una de las áreas de mayor crecimiento de la ciudad.

Chamartín también tiene presencia en Portugal, donde entró vía adquisiciones con la compra de Amorim Inmobiliária y donde cuenta con 11 centro comerciales en gestión y más de 200.000 metros cuadrados de oficinas en propiedad.

Alternativa a la falta de financiación

Para el grupo, unos de los más importantes promotores en el mercado germano, la salida a bolsa de su filial es la alternativa obligada ante las dificultades para conseguir financiación de las entidades financieras alemanas, que como todas las europeas sufren importante problemas.

Un informe publicado el lunes por Standard & Poor’s señalaba que los bancos alemanes acumulan préstamos de difícil cobro por valor de 213.000 millones. La cifra es más del doble de la de las entidades españolas y casi cuatro veces que la de las italianas. Estos números demuestran que el estado de salud del sistema financiero germano es, como mínimo, delicado.

Si sale adelante, la OPV de Chamartin Meermann permitirá dar visibilidad a un sector prácticamente paralizado en bolsa. En España no hay ni una oferta pública de venta de acciones desde la de Realia en 2007, que exigió un fuerte descuento para salir adelante ya con la burbuja inmobiliaria pinchada.

En Europa, la israelí Azrieli abrió la primera semana de julio el mercado con una salida a bolsa de 520 millones de dólares, la más importante en Europa desde 2008.

De cara al tan herido orgullo patrio del sector inmobiliario español, ver cómo una empresa consigue sacar a bolsa una filial en Alemania es todo un golpe de autoridad, sobre todo, tras los recientes ataques recibidos desde el corazón de Berlín.

Refinanciación en España

Mientras en Alemania Chamartín ha buscado la financiación en el mercado de valores, en España la inmobiliaria ultima la renegociación de su deuda, que en total asciende a 2.000 millones con la banca.

Los vencimientos a corto plazo por importe de 150 millones llevaron a la compañía a sentarse con sus bancos acreedores para acomodar estos vencimientos, ante el frenazo del sector, y todo apunta a que sellará un acuerdo en breve.

Para conseguirlo, la empresa ha rebajado en 50 millones sus compromisos financieros y, por tanto, la refinanciación afectará sólo a los otros 100 millones. Chamartín cerró el pasado ejercicio con unos ingresos de 500 millones de euros.