Valerio trata de frenar la rebelión de sus inspectores saturados por falta de medios

Magdalena Valerio en su comparecencia en el Congreso | EFE
Magdalena Valerio en su comparecencia en el Congreso | EFE

"Saturados" y "cansados". Así se encuentran los inspectores de trabajo, que no dan abasto para 'apagar fuegos'. Son muchos los focos de fraude abiertos, cada vez más con los nuevos planes de choque puestos en marcha por el Gobierno de Pedro Sánchez: los 'riders', las camareras de piso, la contratación temporal, el salario mínimo, el registro de jornada... Una sobrecarga de trabajo que ha desatado la rebelión en un colectivo que viene sufriendo la escasez de medios materiales y personales desde hace años. Los sindicatos y las organizaciones profesionales han dicho "basta" y se han plantado ante la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, que les recibirá la próxima semana para intentar apaciguar los ánimos y dar respuesta a sus exigencias.

Será el martes, 15 de octubre. Según confirman tanto fuentes sindicales como de Trabajo a La Información, Valerio ha citado en esa fecha a los sindicatos y las organizaciones profesionales, después de que la plataforma que aglutina a los representantes de los empleados públicos que trabajan en el Organismo Estatal de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social solicitase por carta una reunión con la máxima responsable del Ministerio hace más de dos meses, el pasado 8 de agosto. 

En una dura misiva dirigida a la ministra y suscrita por CCOO, UGT, CSIF, el Sindicato de Inspectores de Trabajo y Seguridad Social, la Unión Progresista de Inspectores de Trabajo (UPIT), la Federacion Estatal de Subinspectores de Empleo y Seguridad Social (FESESS) y la Confederación Intersindical Gallega, (CIG), las organizaciones denunciaron este verano la escasez de medios materiales y personales y la falta de estructura de su órgano director, el Organismo Estatal de la Inspección de Trabajo, creado en 2015 por el Gobierno de Mariano Rajoy, pero cuyo desarrollo está a medio camino cuatro años después.

En la carta, que hicieron pública los propios sindicatos, hacían una crítica bastante explícita a la falta de voluntad del Gobierno para avanzar en la negociación al respecto, que calificaban de "patética" y "vacía", y denunciaban el "abandono" que sufre la Inspección por parte del Ejecutivo y de sus "máximos responsables". En definitiva, se ponía de manifiesto una especie de organismo 'low cost' abandonado a su suerte.

No es lo que transmite el Ministerio de Trabajo. Valerio presume con frecuencia de los buenos resultados obtenidos por las actuaciones de la Inspección contra el fraude laboral, en especial debido a planes específicos aprobados precisamente por el Gobierno socialista en la última legislatura. Sin embargo, estos logros han sido posibles "a costa del esfuerzo personal de un colectivo de inspectores que está cansado, porque cada vez tiene más carga de trabajo", denuncia la presidenta del Sindicato Inspectores Trabajo y Seguridad Social, Ana Ercoreca.

Hay que recordar que al Plan Director por un Trabajo Digno 2018-2020 se han sumado para el segundo semestre de este año otros dos planes de choque contra la temporalidad fraudulenta y los abusos en los contratos a tiempo parcial. En paralelo, se han puesto en marcha campañas específicas para vigilar la correcta aplicación del SMI, el encuadramiento en la Seguridad Social de los trabajadores que prestan servicios en las plataformas digitales, las condiciones de trabajo en el sector de alojamientos turísticos (las camareras de piso) y el registro horario.

Plantilla récord... pero insuficiente

Todo ello con una plantilla de 2.055 efectivos. La mayor de la historia, según destaca Trabajo, pero insuficiente para hacer frente a la carga de actuaciones, según los sindicatos. "Hemos perdido más de un tercio de la plantilla", denuncia desde la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO Josetxo Gándara, que asegura que "nos encontramos en niveles de un país en vías de desarrollo, muy alejados de la proporción de un inspector por cada 10.000 trabajadores que rige en los países desarrollados". Coincide con él la portavoz de UPIT, Mercedes Martínez, que afirma que si los resultados de las actuaciones son buenos es porque el esfuerzo de los inspectores ha sido mayúsculo. 

A la falta de personal se suma la escasez de medios materiales. "Se incrementa nuestro trabajo, pero no se dota al organismo autónomo de los medios, no tenemos presupuesto, contamos con ordenadores de 2012, con una plantilla reducida y sin carrera profesional", denuncia Ercoreca, que recuerda que la ratio de opositores está en 4,7 por plaza y en la última promoción, de 92 plazas convocadas se cubrieron 34. "De poco o nada sirven las mejoras legislativas si no van acompañadas de un refuerzo del órgano encargado de velar por su cumplimento", zanja.

Estar en funciones no es excusa

Estos y otros asuntos se abordarán en el encuentro del próximo martes, después de que ya se hayan producido reuniones preparatorias, de carácter informal, entre los sindicatos más representativos de los inspectores, el subsecretario de Trabajo, Raúl Riesco, y la directora del Organismo Estatal Inspección de Trabajo y Seguridad Social, María Soledad Serrano, según informan fuentes sindicales.

En el departamento que dirige Valerio se limitan a indicar que la de la semana que viene es "una reunión de trabajo interna". Mientras, los sindicatos esperan que la ministra ponga soluciones sobre la mesa. "Los problemas no pueden quedar hipotecados por los dos principales argumentos del Gobierno, que son el estar en funciones y con los Presupuestos prorrogados", advierte Gándara, que pide al Ejecutivo "voluntad política" para dar "respuestas inmediatas" y dotar a la Inspección de los recursos necesarios para responder a demandas cada vez más costosas en términos de recursos materiales y humanos.

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