Berlusconi aprueba algunas reformas prometidas a la UE

  • El Ejecutivo italiano no informó del contenido exacto de las normas aprobadas en el Consejo de Ministros extraordinario celebrado este miércoles y se limita a decir en una nota que esas medidas recogían los compromisos a los que Berlusconi llegó en la cumbre de Bruselas de la semana pasada.
El Gobierno italiano aprueba algunas de las reformas prometidas a la Unión Europea
El Gobierno italiano aprueba algunas de las reformas prometidas a la Unión Europea
EFE

El Gobierno italiano aprobó hoy algunas de las reformas económicas que el primer ministro, Silvio Berlusconi, se comprometió a adoptar ante sus socios comunitarios la semana pasada y con las que pretende acudir mañana a la cumbre del G20 de Cannes.

Como viene siendo habitual últimamente, el Ejecutivo no informó del contenido exacto de las normas aprobadas en el Consejo de Ministros extraordinario celebrado hoy, limitándose a decir en una nota que esas medidas recogían los compromisos a los que Berlusconi llegó en la cumbre de Bruselas de la semana pasada.

La incógnita que sí resolvió el Gobierno fue la de saber la forma en la que llegarían esas primeras medidas consideradas más urgentes ante la reciente inestabilidad de los mercados sobre la solvencia de la eurozona, que tienen a Italia en el disparadero.

Tras unas dos horas de reunión, el Ejecutivo aprobó las primeras reformas como una "maxienmienda" al proyecto de ley de presupuestos para el año que viene que tramita actualmente el Senado y que está previsto que se apruebe definitivamente a mediados de diciembre.

En un primer momento el Gobierno baraja la posibilidad de aprobar esas medidas más urgentes en la forma de un decreto que entrara en vigor inmediatamente tras la firma del presidente de la República, Giorgio Napolitano, antes de ser convalidado por el Parlamento.

Pero fuentes del partido de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad, explicaron que Napolitano había expresado reparos a la aprobación de un decreto con reformas que pudieran afectar a los derechos sociales, por lo que cobró peso la aprobación de una "maxienmienda" a una ley ya en tramitación parlamentaria.

Entre los puntos a los que más se ha opuesto Napolitano para que figuraran en un decreto ley es la polémica reforma laboral anunciada por el Ejecutivo, que los sindicatos prevén que sea una forma de "despido fácil" y que finalmente este miércoles no fue aprobada en Consejo de Ministros, según fuentes gubernamentales.

Berlusconi tiene la intención de llevar mañana estas primeras normas al G20 y explicar allí que, tras la aprobación de esas medidas, llegará un decreto ley y un proyecto de ley con el resto.

Fuentes gubernamentales explicaron que la forma en la que se repartirán esas medidas aún no está definida del todo y que faltan por limar algunos puntos de lo aprobado hoy, visto que el plazo máximo para presentación de enmiendas a los presupuestos está marcado para este viernes.

Entre las medidas de las que los medios de comunicación hablaban para una posible aprobación hoy, citando fuentes gubernamentales, figuraba la privatización de algunas empresas públicas locales, así como la venta de parte del patrimonio inmobiliario del Estado.

En las últimas horas se había especulado además con la posibilidad de que entre las normas estuviera un impuesto sobre el patrimonio y que el Estado retirase de las cuentas corrientes de los italianos un 0,005 por ciento para recaudar más dinero, algo finalmente descartado.

En esta jornada de intensas reuniones, Napolitano mantuvo una serie de encuentros con líderes de la oposición, quienes supeditan su apoyo a las reformas económicas a que Berlusconi dé un paso atrás y deje el Gobierno.

Pero el primer ministro, según explicó a los suyos durante una de las múltiples reuniones de hoy, no tiene intención de dimitir y piensa seguir adelante dado que asegura contar con la mayoría parlamentaria necesaria para sacar adelante las reformas.

En las últimas horas ha cobrado fuerza la posibilidad de que se esté fraguando dentro del PDL una especie de rebelión interna, con parlamentarios dispuestos a pedir al Berlusconi que se vaya para formar un nuevo Ejecutivo con una mayoría más amplia.

Lo cierto es que la tensión política en Italia no ha disminuido desde que la semana pasada las diferencias entre Berlusconi y sus socios gubernamentales sobre la reforma de las pensiones (por el momento no aprobada por el Gobierno) hiciera peligrar el Ejecutivo.

Esas medidas pretendían ofrecer certezas a los mercados sobre la solvencia financiera de Italia, pero no consiguieron calmar las incertidumbres, visto que en la subasta del pasado viernes los bonos a 10 años italianos marcaron un récord de rentabilidad y ayer la prima de riesgo también se situó en máximos históricos por encima de los 455 puntos básicos por momentos.

Tras unas pruebas de solvencia, el Banco de Italia informó hoy de que el endeudamiento público seguiría siendo sostenible durante los próximos dos años aunque los tipos de interés que tuviera que pagar por ella el Estado italiano llegaran al 8 % y la economía frenara.

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