La crisis permite a Portugal reducir el déficit financiero de su economía

  • Portugal logró reducir el crónico déficit financiero de su economía en el tercer trimestre de este año a un nivel nunca visto del 0,7 % del PIB, aunque gracias a la caída del consumo y las inversiones causada por su grave crisis económica.

Lisboa, 28 dic.- Portugal logró reducir el crónico déficit financiero de su economía en el tercer trimestre de este año a un nivel nunca visto del 0,7 % del PIB, aunque gracias a la caída del consumo y las inversiones causada por su grave crisis económica.

Según los datos divulgados hoy por el Instituto Nacional de Estadística luso (INE), en el mismo periodo del 2012 ese déficit era del 7 %.

La menor necesidad de financiación se explica, según el INE, por una caída de las importaciones del 1,5 %, y un aumento del 0,9 % de las exportaciones, que han mantenido esta tendencia en los dos últimos años en medio de la crisis de la deuda.

Con esas cifras, Portugal logró una inédita reducción de la financiación externa de su economía equivalente a 1,4 puntos porcentuales del Producto Interior Bruto (PIB) situado en 167.897 millones de euros.

Pero la caída de las importaciones refleja la "fuerte contracción" del consumo en las familias y empresas y la caída de la inversión, señala el INE, que constata también un aumento del índice de ahorro familiar del 11,2 % en ese trimestre.

En un escenario de fuertes recortes de gasto público y aumentos de impuestos por las medidas de austeridad aplicadas para cumplir las exigencias del rescate financiero luso, las remuneraciones que reciben las familias bajaron el 1 % en ese trimestre.

Ese descenso fue, no obstante, menor al del trimestre anterior, que fue del 2,4 % por el impacto de las medidas gubernamentales de austeridad.

En las administraciones públicas, las necesidades de financiación disminuyeron menos y se situaron en el 3,6 % del PIB, con una reducción de 1,1 puntos en comparación con el periodo homólogo de 2011.

La crisis de la deuda soberana europea y los graves problemas de la economía lusa, obligaron a Portugal a pedir el año pasado a la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) un rescate financiero de 78.000 millones de euros que le obligan a cumplir un exigente programa de recortes y reformas económicas.

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