Meimarakis, líder de la derecha griega por accidente y aspirante a primer ministro

  • Conocido por su lenguaje directo, el abogado Evangelos Meimarakis se convirtió en julio por sorpresa en el líder del principal partido conservador griego, y podría ser primer ministro tras las legislativas anticipadas de este domingo.

Meimarakis, de 61 años, se vio al frente de Nueva Democracia el 6 de julio, tras la dimisión del ex primer ministro Antonis Samaras, que decidió retirarse ante la victoria aplastante del "no" en el referendo de la víspera, promovido por el premier Alexis Tsipras.

Este veterano de la derecha griega se ha convertido rápidamente en una fuerza unificadora entre los conservadores, y los sondeos colocan a su partido codo a codo con el izquierdista Syriza, liderado por Tsipras.

Abogado e hijo de un diputado de derecha, Meimarakis, que dice estar "en el ala izquierda de los conservadores", ha sido diputado sin interrupción desde 1989, y ejerció durante cinco años como secretario general de Nueva Democracia.

De 2012 a comienzos de 2015, "Vangelis", como se le conoce popularmente, fue presidente del Parlamento. En su carrera política fue igualmente ministro de Defensa.

Con su bigote y su aspecto relajado, Meimarakis es no obstante un duro en política, y un orador temible que no duda en calificar a Tsipras de "mentirosillo" o acusarlo de haber "destruido al país", al malgastar varios meses en las negociaciones con los acreedores (UE y FMI) para finalmente aceptar más medidas de austeridad con el acuerdo sobre el tercer rescate financiero.

"No lo quiero más a usted como primer ministro", le lanzó a Tsipras en el debate televisado del lunes. Aunque por otro lado no deja de repetir que el lunes contactará con Tsipras y Syriza para formar una gran coalición de gobierno.

Hace varios años, cuando un periodista lo retó a "quitarse el traje" de presidente del Parlamento para responder a una pregunta embarazosa, Meimarakis le propuso irónicamente "comenzar por los pantalones".

También amenazó con "reventar" a un diputado que se preguntaba por su papel en la compra de unos submarinos.

Padre de dos hijas, este hombre de gran estatura física piensa que su lenguaje, a veces populachero, corresponde a la aspiración de los griegos de tener políticos "normales".

"Yo soy quien soy, la gente no está obligada a votarme si no me quiere", dice.

"No voy a cambiar, seguiré siendo impulsivo, porque creo que hay que tratar los problemas de forma humana", declaró recientemente al canal Mega, observando que en sus años de ministro de Defensa siguió conduciendo su moto, pese a las advertencias de su servicio de seguridad.

Bajo sus órdenes, Nueva Democracia votó todos los textos relativos al nuevo plan de rescate, en julio y agosto, precisamente cuando una parte de Syriza decidió rebelarse.

Sin embargo, el líder conservador ha dicho que se opondrá a una revisión de las ventajas fiscales de los agricultores, un vivero de votos para su partido. La medida forma parte de las condiciones del nuevo rescate aceptado el 13 de julio por Tsipras.

Meimarakis muestra posiciones conservadoras en la cuestión de la crisis migratoria, y quiere reforzar la vigilancia de las fronteras para parar a quienes no tienen motivos para pedir asilo.

"Grecia no debería enviar el mensaje de que 'aquí se está bien, así que vénganse'", dijo recientemente a la cadena de televisión Star.

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