Inversores chinos firman un acuerdo para comprar Saab Automobile

  • El fabricante holandés Swedish Automobile (antigua Spyker Cars NV) ha llegado a un acuerdo con los inversores chinos Youngman y Pang Da para venderles Saab Automobile, informó hoy el fabricante de coches sueco.

Copenhague, 28 oct.- El fabricante holandés Swedish Automobile (antigua Spyker Cars NV) ha llegado a un acuerdo con los inversores chinos Youngman y Pang Da para venderles Saab Automobile, informó hoy el fabricante de coches sueco.

Youngman y Pang Da pagarán de forma gradual 100 millones de euros por adquirir Saab Automobile, según una declaración de intenciones que será válida hasta el 15 de noviembre y que debe de ser aprobada por las autoridades implicadas, los accionistas de la matriz holandesa y "otras partes", señaló la firma sueca en un comunicado.

El acuerdo está supeditado a que continúe el proceso de reestructuración de Saab Automobile iniciado hace un mes.

La confirmación de Saab Automobile llegó minutos después de que el administrador designado por los tribunales suecos, Guy Lofalk, retirara su solicitud de interrumpir el proceso de reestructuración y suspensión de pagos, y apelara a la firma de un acuerdo de compra que aún no habían confirmado las partes implicadas.

Según el escrito presentado hoy por Lofalk ante el tribunal de Vänersborg, Youngman y Pang Da aportarán "la financiación necesaria para la reconstrucción y para el plan de negocios".

Estas nuevas "condiciones" que plantea el acuerdo deben de ser estudiadas antes de tomar una decisión sobre si parar o no el proceso de reestructuración, señaló Lofalk.

El acuerdo vuelve a salvar en el último momento a Saab Automobile, sobre la que pendía de nuevo la amenaza de desaparición, ya que una interrupción del proceso de reconstrucción implicaría probablemente otra vez la presentación de solicitudes de quiebra contra la empresa por impago por empleados y proveedores.

Swedish Automobile y los inversores chinos habían firmado hace unos meses un acuerdo por el que éstos se comprometían a invertir 245 millones y participar en el accionariado de Saab Automobile.

Pero las dificultades económicas de la firma sueca, cuya producción está paralizada desde hace seis meses y que tiene problemas para pagar las nóminas, además de la solicitud de suspensión de pagos a los tribunales, provocaron el malestar de los inversores chinos, que dieron por roto el acuerdo.

Las partes implicadas en el proceso volvieron a retomar las negociaciones en los últimos días, aunque la delicada situación de Saab Automobile obligó a sus dueños holandeses a ceder ante los inversores chinos, ya sólo interesados en la compra y no en un acuerdo de colaboración.

La solicitud presentada hace una semana por Lofalk, en la que argumentaba falta de fondos y de acuerdo entre las partes, llegó un mes después de que el Tribunal de Apelación del Oeste de Suecia aceptara un recurso de Saab contra la decisión inicial de la corte de primera instancia de negarle la reconstrucción.

El fallo de Apelación significó también la retirada temporal de varias solicitudes de quiebra de trabajadores y de proveedores contra la compañía.

Saab Automobile suspendió pagos por primera vez en febrero de 2009 y permaneció bajo administración judicial seis meses, pero, a pesar de un préstamo de 400 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones, avalado por el Gobierno sueco, y de otras inyecciones de capital, la situación empeoró progresivamente.

La aparición hace un año como compradora de la firma holandesa Spyker Cars, rebautizada Swedish Automobile, evitó que la estadounidense General Motors, propietaria de Saab, la desmantelara como tenía previsto.

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