Inversores chinos lamentan que el control de sus bolsas espante a las OPV

  • Como ocurre cada vez que una gran firma china sale a bolsa en otro país, los inversores locales lamentan de nuevo ahora, coincidiendo con el estreno ayer del titán del comercio electrónico Alibaba en Nueva York, que el control de Pekín espante a sus pesos pesados nacionales de Shanghái y Shenzhen.

José Álvarez Díaz

Shanghái (China), 20 sep.- Como ocurre cada vez que una gran firma china sale a bolsa en otro país, los inversores locales lamentan de nuevo ahora, coincidiendo con el estreno ayer del titán del comercio electrónico Alibaba en Nueva York, que el control de Pekín espante a sus pesos pesados nacionales de Shanghái y Shenzhen.

Ambas bolsas se someten a un estricto control por parte de la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CRMV), que aprueba o deniega cada proposición de salir al mercado tras un largo proceso, y que llegó a suspender la emisión de nuevas ofertas públicas de valores (OPV) entre octubre de 2012 y enero pasado.

Reglas como la prohibición de cotizar en China para las firmas del país que estén registradas en el extranjero, la obligatoriedad de someterse a un largo y costoso proceso de solicitud y aprobación, y el hecho de que la inversión extranjera sólo es posible mediante programas de cuotas limitadas, suelen espantar a los más grandes.

Otros gigantes chinos de internet, como la firma de mensajería Tencent (creadora del sistema QQ y de la red social WeChat); el motor de búsqueda más popular del país, Baidu, o portales con cientos de millones de visitantes diarios como Sohu y Sina (que tiene la red social Weibo) también cotizan fuera de China.

Es el caso igualmente de Alibaba, que pese a su cercanía de Shanghái y el apego de su fundador, Jack Ma, a su vecina ciudad natal, Hangzhou, nunca llegó a cotizar en Shanghái, sino que lo hizo en Hong Kong, con su portal Alibaba.com, entre 2007 y 2012.

Tras retirarse de allí, para cotizar más adelante ya como grupo, su estructura organizativa, en la que el peso de los accionistas en la toma de decisiones no se corresponde con su cantidad de capital invertido (ya que la dirección del conglomerado se mantiene en torno a varios directivos cercanos a Ma), le impidió regresar a Hong Kong.

"La preferencia por parte de Jack Ma y de los ejecutivos de mantener el control evitó una OPV en la Bolsa de Hong Kong, debido a sus estándares de listado específicos", explicó a Efe Henrik Cronqvist, profesor de la cátedra de finanzas Grupo Zhongkun de la Escuela Internacional de Negocios China-Europa de Shanghái (CEIBS).

Si cotizar en el volátil y constreñido mercado de valores chino era impensable para Alibaba, y hacerlo era imposible en Hong Kong, donde se prohíbe que las firmas no se rijan por el criterio de "una acción, un voto", al final Nueva York, menos exigente, acabó siendo el destino elegido para la OPV.

En Wall Street las estructuras directivas de este tipo para firmas de internet ni siquiera causan especial desconfianza, ya que los fundadores de gigantes de internet como Google y Facebook hicieron algo parecido en los propios Estados Unidos, recuerda Cronqvist.

"Los que no estén cómodos con esta estructura de dirección corporativa pueden elegir simplemente no invertir en Alibaba", comentó.

"Los mercados de valores normalmente se preocupan ante la incertidumbre, y en este caso no hay incertidumbre sobre la estructura directiva de Alibaba", concluyó.

Y a todo lo contrario a eliminar los motivos de incertidumbre contribuye, precisamente, de control de Pekín sobre los dos parqués chinos, ya que la CRMV da luz verde o roja a cualquier salida, y luego puede congelar la emisión de nuevas acciones, o cambiar los criterios de expulsión de una firma por su rendimiento financiero.

Muchos emprendedores y firmas innovadoras chinas han perdido la paciencia ante los largos y complejos procesos de aprobación y las reglas a las que se someten Shanghái y Shenzhen, confesó esta misma semana el presidente de la firma de análisis financieros shanghainesa Zero2IPO, Ni Zhengdong, a la agencia oficial Xinhua.

"Los fondos de capital riesgo en yuanes están interesados en invertir en firmas de alta tecnología e innovación, pero el problema del sistema (de nuevas OPV, aún ahora más lento de lo habitual, tras 14 meses de paralización) ha evitado que muchas de ellas entren en el mercado de valores", resumió Ni.

En la actualidad hay más de 200 firmas en proceso de aprobación para intentar cotizar en el panel de pymes tecnológicas de Shenzhen, que aspira a convertirse en una especie de Nasdaq "chino", y que en los últimos meses incluso despertó los recelos de Shanghái, la mayor bolsa nacional, que aún carece de un mecanismo similar.

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