La cifra más alta en 37 años

La gasolina y la alimentación disparan su precio en junio y el IPC llega al 10,2%

El encarecimiento de la cesta de la compra no da tregua, pese a las medidas aprobadas por el Gobierno. En el sexto mes del año, la inflación subyacente se ha situado en el 5,5%, según ha publicado el INE.

Nadia Calviño
La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño.
Agencia EFE

La tasa interanual del índice de precios al consumo (IPC) fue en junio del 10,2%, tras subir 1,5 puntos con respecto al mes anterior, según ha publicado este miércoles el Instituto Nacional de Estadística (INE). La alimentación y la gasolina han continuado encareciéndose y el IPC marca su tasa más alta en casi 40 años. Es la primera vez en lo que va de año que la tasa interanual se sitúa en las dos cifras y supone un repunte con respecto a lo que entonces se consideró el "techo" de la inflación por parte del Gobierno, cuando el  IPC marcó el  9,8% en el mes de marzo. Se trata del avance que publica mensualmente el INE y que se actualizará con el dato definitivo el próximo 13 de julio.

Desde entonces se han aprobado medidas para contener los precios de los carburantes y de la electricidad, sin embargo, a juzgar por los datos publicados por el INE no están siendo suficientes. La tasa interanual de inflación subyacente,  que excluye de su cálculo a los productos energéticos y a los alimentos no elaborados, ha marcado en este mes el 5,5%, una cifra que, de confirmarse, supondría la mayor tasa desde 1993. La evolución de este índice preocupa a los economistas, no solo porque demuestra que la inflación se ha contagiado a toda la cesta de la compra, sino que su tendencia alcista tardará más tiempo en corregirse.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reconocido en una entrevista en la Cadena Ser, que el dato de junio es "malo" pese a las medidas desplegadas y ha achacado a la guerra "la gravedad de la situación". Sin embargo, cabe recordar que aunque la invasión de Ucrania ha empeorado la crisis energética y ha agravado la situación de los precios, lo cierto es que la inflación subyacente comenzó a crecer justo hace un año, en junio de 2021 y desde entonces no ha habido ninguna corrección a la baja. El Gobierno había puesto las expectativas en el tope al gas, una de las medidas estrella del plan nacional de respuesta a la guerra, pero por el momento no ha tenido incidencia en el cálculo del IPC.

La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) señaló esta semana en el Congreso que más del 50% de los productos que tiene en cuenta el IPC tienen una tasa de crecimiento superior al 3%, es decir, se sitúan por encima del nivel de estabilidad de precios que fija el Banco Central Europeo (BCE), en el 2%. Esta es una de las razones que llevarán al organismo a revisar sus previsiones de crecimiento e inflación durante el próximo mes. La escalada de precios tiene un impacto más significativo sobre los hogares más vulnerables. Para tratar de paliar las consecuencias, el Gobierno ha dado luz verde a un incremento del 15% en la prestación que reciben los beneficiarios del ingreso mínimo vital (IMV), así como para las pensiones no contributivas. También ha aprobado un cheque de 200 euros para rentas inferiores a los 14.000 euros anuales.

No obstante, el alza de los precios supone un lastre para el consumo, una de las grandes apuestas del Gobierno para conseguir un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 4,3% este año. Según el Banco de España, este encarecimiento de los precios no se está trasladando a los salarios, algo que supondría una espiral inflacionista que complicaría todavía más el panorama económico. Pero a la vez, esto supone una pérdida de poder adquisitivo para los españoles, que empiezan a plantearse ocasiones de consumo de bienes duraderos, en un momento en el que las condiciones de financiación comienzan a endurecerse, a las puertas de una subida de tipos de interés.

La inflación también compromete a las arcas públicas de cara al próximo año. Si bien la recaudación tributaria se está beneficiando de este incremento de los precios, la nómina de las pensiones deberá actualizarse con el IPC, tal como marca la norma  y tal como se ha comprometido el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. La mayoría de organismos prevén un incremento de entre el 7 y el 8% para las pensiones del próximo año, lo que supondrá un incremento superior a los 10.000 millones de euros. 

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