Cifra récord

El IPC sube hasta el 9,8%: así afecta al dinero ahorrado, pensiones, sueldos...

A la espera de conocer la cifra definitiva, el dato de inflación publicado este miércoles por el INE es el más alto desde 1985. 

Euros y calculadora.
Euros y calculadora.
Imagen de Freepik.

El gráfico de la inflación con el dato adelantado de marzo que acaba de hacer público el Instituto Nacional de Estadística (INE) habla por sí solo. Y es que la tasa interanual del índice de precios al consumo (IPC) ha alcanzado el 9,8%, la mayor cifra desde 1985. Un dato que responde, sobre todo, al fuerte incremento de los costes de la energía y de las materias primas, a causa de la invasión rusa en Ucrania. En cuanto a la tasa de inflación subyacente, la que excluye los precios de la alimentación y de la energía, llega ya al 3,4%. 

Y, si nos centramos en el dato mensual, los precios han subido un 3%, un avance histórico y el mayor en esta tasa desde 1977. Recordemos, eso sí, que hablamos de datos adelantados por el INE, y que habrá que esperar a mediados de abril para ver la cifra definitiva. Los economistas llevan ya semanas advirtiendo de la posibilidad que el IPC se acerque a los dos dígitos. 

Precisamente, también esta misma mañana, el Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado el Real Decreto con el plan de choque que ayer aprobó el Consejo de Ministros. Un paquete de medidas dirigidas, sobre todo, a dar respuesta a la crisis, como consecuencia de la guerra, y a intentar minorar los efectos de la subida de los precios en los bolsillos de los españoles, mediante un tope del 2% a los alquileres o una bonificación de 20 céntimos al litro por gasolina (a la espera de concretar el tope del gas que rebajaría también la factura eléctrica). 

Y ya lo avanzaba también este martes, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, cuando habló del dato "particularmente negativo" que se avecinaba con el IPC. Advertía, en este sentido, que se ha generado un "incremento de la incertidumbre brutal y la incertidumbre no es buena para tomar decisiones de inversión y de consumo, se retraen y genera menos actividad económica". 

Qué es el IPC

Por poner algo de contexto de forma breve, cuando hablamos de inflación nos referimos básicamente a un incremento generalizado de los precios durante un periodo de tiempo sostenido. En España, el indicador en este sentido es el Índice de Precios al Consumo (IPC) que indica la evolución media de los precios de una cesta de bienes de consumo representativa de las familias españolas. 

Cómo nos afecta el IPC

Como vemos, la actual inflación no es baladí, ya que, como vemos, lo que hace básicamente es medir el coste de vida. "Al final, este índice no recoge los precios de un producto o un servicio, sino sus variaciones en el tiempo, es decir: si sube o baja de precio", tal y como explica Finect. Dicho de una forma sencilla: si sube un 9,8%, la cesta de la compra costará un 9,8% más. 

Desde Finect sostienen que para paliar una subida del IPC, se debe planificar a medio y largo plazo la gestión de los ahorros. Es decir, una opción sería invertir para que todo ese dinero que se tiene ahorrado y parado no pierda valor con el paso del tiempo. 

Cómo afecta a las pensiones

Tras la entrada en vigor del primer paquete de la reforma de pensiones en 2022, las pensiones se revalorizan cada cierto tiempo en función del IPC. De hecho, este baremo ha servido para que las prestaciones suban un 2,5% desde el pasado 1 de enero. 

Cómo afecta a los sueldos

Sí que es cierto que hay determinadas empresas privadas y del sector público que suelen subir los sueldos de sus empleados, según el IPC. Huelga decir que esto ni es obligatorio, ni ocurre en todas las compañías. En muchos casos, además, no es necesariamente una mejora de las condiciones salariales, sino una equiparación que permite a los trabajadores mantener su poder adquisitivo. 

Cómo afecta a las empresas

Explica Finect que el incremento del IPC también puede afectar a las empresas, aunque de formas muy distintas. Algunas de las más directas y evidentes, son, por ejemplo, que al reducirse el ahorro de las familias, el consumo es menor. Es decir, puede que ciertos comercios sí que se vean afectados. 

Esa inflación también puede significar un incremento de los precios de los proveedores. En el lado positivo, en el caso de que mantengan su volumen de rentas, el aumento de precio, también puede suponer un incremento de sus beneficios. 

Cómo afecta a los ahorros

Como decíamos anteriormente, la inflación supone una perdida del poder adquisitivo de los consumidores... y también de su propio dinero. Pongamos el ejemplo de Finect: supongamos una inflación media del 2% anual. En este supuesto, si tenemos 10.000 euros ahorrados y no se mueven en 10 años, cada año valdrá menos un 2% menos. Es decir, 200 euros menos. 

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