Irán celebra unas elecciones vitales para continuar con su apertura

  • Los iraníes empezaron a votar este viernes por la mañana en dos comicios cruciales para el mantenimiento de la política aperturista del presidente moderado Hasan Rohani, quien espera reforzar su poder frente a los conservadores.

En estas primeras elecciones desde el acuerdo nuclear del pasado julio, casi 55 millones de iraníes están convocados a las urnas para renovar a los miembros del Parlamento y de la Asamblea de los Expertos (los religiosos encargados de nombrar y reemplazar al guía supremo), ambos dominados por los conservadores.

Las mesas electorales, que abrieron a las 08H00 (04H30 GMT), cerrarán a las 18H00 (14H30 GMT) y los primeros resultados parciales se conocerán en unas 24 horas.

Estas elecciones son las primeras desde el histórico acuerdo sobre el programa nuclear iraní que alcanzaron en julio las grandes potencias y Teherán, y que deberá permitir al país abandonar su aislamiento y reactivar una economía debilitada por casi diez años de sanciones internacionales.

Algunas de estas sanciones se levantaron a mediados de enero con la entrada en vigor del acuerdo nuclear. Rohani, elegido en 2013, confía en que este avance invierta la tendencia en favor de los reformistas y moderados, principalmente en el Parlamento.

Esto le ayudaría a aplicar una política de reformas económicas y sociales antes del final de su primer mandato en 2017.

Tras la retirada a última hora de unos 1.400 candidatos, los iraníes deberán escoger entre unos 5.000, entre ellos casi 500 mujeres, para renovar los 290 miembros del Parlamento. Unos 159 candidatos, todos hombres, aspiran por su parte a ocupar los 88 puestos de la Asamblea de Expertos.

En las pasadas legislativas, en 2012, los reformistas boicotearon los comicios en protesta contra la reelección del presidente ultraconservador Mahmud Ahmadinejad en 2009, que consideraban fraudulenta, y dejaron así vía libre a los conservadores. La participación fue entonces del 64,2%.

Esta vez los reformistas participan en las elecciones y, para aumentar sus posibilidades, presentan una lista conjunta con los moderados (algunos de ellos conservadores) denominada "Omid" ("Esperanza").

Pero el Consejo de los Guardianes de la Constitución, que supervisa la votación y se encuentra bajo control de los conservadores, vetó a los progresistas más conocidos.

Frente a ellos, una gran coalición de conservadores que, en base a la línea del guía supremo Ali Jamenei, se preocupan por una eventual "infiltración" extranjera en Irán, tanto en el terreno político como económico y cultural.

Pese a haber permitido el acuerdo nuclear, el guía supremo sigue desconfiando de las potencias occidentales, sobre todo de Estados Unidos.

En el último día de campaña, Jamenei pidió un Parlamento fuerte frente a Estados Unidos. "El pueblo quiere un Parlamento valiente y devoto que conozca sus deberes y no se sienta intimidado por Estados Unidos", dijo.

Los expresidentes Mohamad Jatami (reformista) y Akbar Hachemi Rafsandjani (moderado) pidieron el voto masivo para los candidatos pro Rohani con tal de cortarle el paso "al extremismo".

Entretanto la Asamblea de los Expertos rechazó la candidatura a ese cuerpo de Hasan Jomeini, cercano a los reformistas y nieto del fundador de la república islámica, el ayatolá Ruhola Jomeini, al alegar que no ha podido verificar sus "conocimientos religiosos".

Rafsandjani y el propio Rohani optan a un puesto en esta Asamblea y esperan derrotar a los representantes más conservadores. Esto representaría una importante victoria para ellos, máxime cuando sus 88 miembros, elegidos para un período de ocho años, podrían designar al sucesor del ayatolá Jamenei, de 76 años.

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