Irlanda deja la presidencia satisfecha con el acuerdo sobre presupuestos

  • Irlanda concluye mañana su semestre al frente de la presidencia de la Unión Europea (UE) con satisfacción por el acuerdo político alcanzado con la Comisión sobre el marco presupuestario plurianual comunitario para el periodo 2014-2020.

Javier Aja

Dublín, 29 jun.- Irlanda concluye mañana su semestre al frente de la presidencia de la Unión Europea (UE) con satisfacción por el acuerdo político alcanzado con la Comisión sobre el marco presupuestario plurianual comunitario para el periodo 2014-2020.

Al comienzo, el pasado 1 de enero, de su turno en la silla rotatoria del Consejo Europeo, el Gobierno de Dublín marcó esa cuestión como uno de sus principales objetivos, después de meses del habitual tira y afloja que caracteriza las negociaciones entre el Ejecutivo de Bruselas y los Veintisiete.

Aunque el acuerdo sobre las cuentas aún debe ser refrendado por el pleno del Parlamento Europeo (PE), lo que debería ocurrir durante la presidencia de turno lituana, en el segundo semestre del año, Irlanda considera que se ha dado ya un paso importante para impulsar su agenda de "empleo, crecimiento y estabilidad".

Esos han sido los tres pilares básicos del programa de actuación del Gobierno en la primera parte de 2013, en la que celebró además el 40 aniversario del ingreso de Irlanda en la entonces llamada Comunidad Económica Europea (CEE).

Su primer ministro, el conservador Enda Kenny, y su adjunto en el Ejecutivo de coalición, el laborista Eamon Gilmore, han destacado que, una vez aprobados los presupuestos plurianuales, Bruselas podrá inyectar 960.000 millones de euros en programas de crecimiento y empleo.

Como primer paso, los Veintisiete ya han decidido adelantar a 2014 y 2015 hasta 6.000 millones de euros para el plan de empleo juvenil, otro de los objetivos señalados por Dublín hace seis meses.

Esta última semana ha sido "buena para Europa bajo la presidencia irlandesa", aseguró el viernes a modo de resumen el presidente del Partido Popular Europeo, Wilfried Martens, quien felicitó al Gobierno de Dublín por sus "éxitos, liderazgo y eficiencia".

El acuerdo sobre los presupuestos ha tenido un efecto positivo para desatascar otras dos cuestiones en las que Irlanda había puesto todos sus esfuerzos y dotes negociadoras, como son la reforma de la Política Agraria Común (PAC) y la Unión Económica y Monetaria (UEM).

Respecto a la PAC, Dublín se alineó durante las conversaciones, que comenzaron en 2011, con países como España que trazaron líneas rojas en torno a la reducción de las ayudas económicas que se conceden a los agricultores.

La vía sugerida por la presidencia irlandesa ha permitido un acuerdo, por ejemplo, sobre temas como el de la "convergencia interna" (distribución más equitativa de los pagos directos a nivel nacional), según el cual las mayores explotaciones europeas no podrán sufrir pérdidas de más del 30 %, frente al 75 % que propugnaba la Comisión.

También esta semana, la UE logró un acuerdo sobre las reglas de los futuros rescates bancarios con las que los Veintisiete pretenden que sean los bancos y los acreedores y no los contribuyentes los que paguen la factura en caso de quiebras.

El ministro irlandés de Finanzas, Michael Noonan, considera que se han sentado así las bases para seguir avanzando hacia la unión bancaria, clave para no repetir los errores del pasado, por los que la propia Irlanda continúa pagando las consecuencias.

Aunque el ministro celebra el hecho de que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) podrá a partir de ahora recapitalizar directamente a los bancos, no está claro que pueda hacerlo también de manera retroactiva para que, como en el caso irlandés, el Estado pueda recuperar parte de la enorme cantidad con la que contribuyó al rescate de su sistema financiero.

"Debemos romper el vínculo nocivo entre la deuda bancaria y la soberana", recordó el jueves Noonan, con un ojo puesto en el programa de ayuda que su país se vio obligado a solicitar en 2010 a la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 85.000 millones de euros.

Pero tal y como reconocen fuentes comunitarias, el tema de la retroactividad en la recapitalización directa va para largo, dado el rechazo expresado recientemente por varios países miembros, entre ellos Alemania y otros estados nórdicos. EFECOM

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