Irlanda demuestra que los test de estrés de Bruselas son un engaño

  • Irlanda ha puesto en evidencia las pruebas de estrés de la Unión Europa.Primero, porque cada país fue libre de presentar a las entidades que quiso, lo que permitó a Anglo Irish Bank quedarse fuera y, cinco meses después, llevarse por delante a todo su país. Segundo, porque los test de estrés ni siquiera contemplaron el riesgo de quiebra de un estado. Y tercero, porque cada examen se hizo con diferente rasero. O las nuevas pruebas contemplan escenarios mucho más duros, o su credibilidad estará aún más cuestionada.
E.Utrera

El 23 de julio, los dos bancos irlandeses que fueron sometidos a los test de estrés aprobaron con cierta suficiencia. Según los resultados, Allied Irish Bank tenía un ratio de solvencia del 6,5%, medio punto por encima del nivel mínimo exigido. Es decir, que estaba en disposición de hacer frente a una situación límite de la economía.

El otro banco irlandés que se presentó a las pruebas, Bank of Ireland, también recibió el visto bueno. Poco menos de cuatro meses después, Irlanda se tambalea y todo indica que va a precisar un rescate que oscila entre los 80.000 y los 100.000 millones de euros. Sencillamente, los test de estrés no contemplaban el escenario de que un estado de la Unión Europa quebrara...y ni siquiera obligaban a analizar todas las entidades, lo que permitió al quebrado Anglo Irish Bank esquivar el filtro de Bruselas. Sencillamente, nadie analizó cuál era su agujero.

Algunas afirmaciones no tienen ni cuatro meses de fiabilidad. Vitor Constancio, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), aseguraba en julio que los escenarios empleados para comprobar la resistencia bancaria eran "muy improbables". Y añadía que si no se había contemplado como escenario una suspensión de pagos en un país es porque "no creemos que se vaya a producir".

El error es de bulto y deja muchas cuestiones pendientes. Por ejemplo, por qué no fue evaluado el primer banco irlandés, Anglo Irish Bank, que se ha llevado 34.000 de los 44.000 millones de euros que la banca irlandesa ha recibido en ayudas y cuya situación límite tiene a todo el país al borde del abismo.

Cambio de reglas obligado

Hoy, con un sector financiero irlandés quebrado que amenaza con llevarse por delante a la nación, los test de estrés vuelven, y lo hacen a uno y otro lado del Atlántico. En Estados Unidos, la Reserva Federal quiere conocer antes de enero el estado de salud de sus bancos. Es decir, medir las fuerzas de las 19 entidades mayores del país y valorar hasta qué punto están en condiciones de mantener o aumentar el dividendo que pagan a sus accionistas.

En Europa, los resultados podrían estar listos en junio de 2011. El BCE ya ha avisado que quiere tener más protagonismo en la tutela del proceso. Pero, si quiere recuperar la credibilidad de los mercados y que los resultados sean sostenibles en el tiempo, deberá cambiar las reglas de juego.La realidad demuestra que las condiciones fijadas para los análisis eran demasiado suaves. ¿Qué podría cambiar para que las pruebas devuelvan la confianza a los mercados? Los expertos creen que hay cinco claves fundamentales.


-Todos y por el mismo rasero. Las pruebas no deben excluir ni una sola entidad relevante y deben ser iguales para todos los bancos, sin excepción. En julio, seis de los catorce bancos alemanes que se sometieron a la prueba –entre ellos un gigante como Deutsche Bank- omitieron una parte de la información más sensible. El gobierno germano se amparó en la legislación del país no obliga a aportar determinada información.


-El escenario ha cambiado. Los mercados requieren que los bancos se enfrenten al peor escenario posible. Tras el colapso de Grecia y la situación límite de Irlanda, ya no hay razón alguna para descartar escenarios límite. Tampoco la había en julio, si se tiene en cuenta que el sistema financiero mundial ha llegado a estar al borde del desastre tras la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008.

-La contabilidad de la deuda. Bruselas sólo computó en sus primeros test de estrés el riesgo en deuda soberana que los bancos habían asumido en su cartera de negociación. Pero excluyeron la que los bancos tienen en su cartera y que va a ser mantenida hasta su vencimiento. Citigroup ya avisó tras los resultados que si se hubiera tenido en cuenta este segundo supuesto no habrían pasado la prueba 24 de las 91 entidades que se enfrentaron a los test. Entre ellos, uno de los bancos irlandeses.


-Otro criterio para medir la solvencia. En julio, las pruebas de solvencia a las entidades se realizaron analizando el ratio de Tier 1. El mínimo exigido era el 6%. Numerosos analistas denunciaron entonces que hubiera sido mucho mejor analizarlos según el Core Tier One. Éste refleja tanto el capital como las reservas de una entidad, sin añadidos como las participaciones preferentes que no mejoran la salud del capital de un banco.

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