"Isaac" obliga a posponer el lanzamiento de dos sondas espaciales de la NASA

  • La tormenta tropical "Isaac", que se aproxima a Florida (EE.UU.), obligó hoy a la NASA a aplazar hasta el próximo jueves el lanzamiento de dos sondas espaciales para estudiar la influencia del Sol sobre la Tierra y los anillos de radiación que la rodean.

Washington, 25 ago.- La tormenta tropical "Isaac", que se aproxima a Florida (EE.UU.), obligó hoy a la NASA a aplazar hasta el próximo jueves el lanzamiento de dos sondas espaciales para estudiar la influencia del Sol sobre la Tierra y los anillos de radiación que la rodean.

El lanzamiento del cohete Atlas V, que lleva incorporadas las dos sondas, está ahora programado para las 4.05 de la madrugada (08.05 GMT) del jueves 30 de agosto, a falta de la aprobación de la fuerza aérea estadounidense, según informó la NASA en su página web oficial.

El de hoy fue el segundo aplazamiento de la operación, prevista inicialmente para el viernes y que quedó postergada debido a un fallo en uno de los monitores de las condiciones meteorológicas.

Los ingenieros en Cabo Cañaveral (Florida) acordaron entonces efectuar el despegue a las 08.07 GMT de hoy, pero acabaron retrasando en 20 minutos el lanzamiento y finalmente se vieron obligados a aplazarlo debido al mal tiempo.

En un principio, la NASA no esperaba que la tormenta "Isaac", que hoy llegará a Cuba y mañana a Florida, interfiriera con el lanzamiento el domingo, pero finalmente anunciaron que "la previsión de tiempo desfavorable" a raíz de esa tormenta postergará el despegue "hasta el jueves por lo menos".

El equipo de la misión ha trasladado el cohete Atlas V "fuera de la pista de lanzamiento" y lo ha devuelto a las instalaciones de la NASA, "para asegurar que el vehículo de lanzamiento y las dos sondas están a salvo y protegidas del tiempo inclemente", según el comunicado.

Una vez lanzado, el cohete propulsor utilizará y desechará sus segmentos hasta llevar, una hora y 31 minutos después del despegue, las dos sondas a su órbita.

La misión tiene como objetivo estudiar los Cinturones de Van Allen, dos anillos gigantes de plasma que envuelven la Tierra y donde se concentran las partículas electrificadas que conforman el 99 por ciento del universo, más allá de la atmósfera protectora terrestre.

Estos anillos de superficie toroidal son las áreas en las cuales los protones y electrones circulan, en espiral y en gran cantidad, entre los polos magnéticos de la Tierra.

El cinturón de Van Allen interior se extiende desde unos 1.000 kilómetros sobre la superficie terrestre hasta más allá de los 5.000 kilómetros, y el exterior entre los 15.000 y los 20.000 kilómetros.

Las sondas se han diseñado para analizar la forma en que el Sol, y en particular las tormentas solares, afectan al entorno terrestre en varias escalas de espacio y tiempo, y deberán operar en condiciones difíciles.

Otros satélites que orbitan en la región están programados para apagar sus sistemas o protegerse cuando ocurren intensas tormentas solares, pero los de esta misión seguirán recolectando información y por eso se han construido para que soporten el bombardeo de partículas y radiación en los cinturones de Van Allen.

La misión es parte del programa "La vida con una estrella", cuyo objetivo es el estudio de los procesos fundamentales que pueden haber originado al Sol y que inciden en el conjunto del sistema solar.

Los instrumentos de las sondas proporcionarán las mediciones que los científicos necesitan para comprender no solo el origen de las partículas electrificadas, sino también los mecanismos que dotan a esas partículas de su gran velocidad y energía.

Las dos sondas tendrán órbitas excéntricas casi idénticas, que cubren toda la región de los cinturones de radiación, y los satélites se cruzarán varias veces en el curso de su misión.

Su forma es octogonal, pesan más de 635 kilogramos cada una y miden 1,85 metros de ancho, con unos 90 centímetros de altura.

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