Italia coloca los Presupuestos de Sánchez en el punto de mira de los inversores

  • Los analistas descartan que la crisis italiana arrastre a España, pero avisan que extremara la sensibilidad de los mercados ante el déficit y la deuda

Del mismo modo que cuando una mariposa agita sus alas en Japón un viento huracanado puede levantarse en algún lugar del Atlántico, parece que cuando un eurodiputado italiano deja marcada la suela de su zapato 'made in Italy' en los papeles de un comisario europeo de Asuntos Económicos en Bruselas - echando más leña al fuego del desafecto mutuo a cuenta de los presupuestos italianos -, España debe empezar a prepararse para el inflexible escrutinio de los inversores internacionales.

"Es cierto que hemos visto un ligero repunte de las primas de riesgo en países como España o Portugal a la estela de la inestabilidad política y presupuestaria en Italia, pero el riesgo de contagio será pequeño siempre que los mercados perciban que España tiene una estrategia de reducción del déficit y la deuda creíble. Porque lo que está claro es que si la situación en Italia empeora, los inversores se van a fijar mucho en lo que ocurra con la deuda", explica Raymond Torres, director de Coyuntura y Análisis Internacional de Funcas.

La decisión del Gobierno italiano de plantear para 2019 un proyecto presupuestario que, básicamente, ignora las normas pactadas a nivel europeo y que decreta un incremento del déficit de ocho décimas del PIB frente al ajuste de seis décimas que pedía la Comisión Europea no sólo ha llevado el desasosiego a los mercados, que han reaccionado dando la espalda a los títulos de deuda del país y empeorando la calificación crediticia de los bonos italianos hasta la frontera del bono basura, sino que han vuelto a despertar el fantasma de los PIGS - el dañino acrónimo acuñado en la crisis financiera para referirse a las economías mediterráneas de la UE, las más castigadas en los mercados de deuda -.

El fortísimo repunte de la prima de riesgo italiana a cuenta del pulso presupuestario, y político, que el Gobierno populista del Movimiento Cinco Estrellas ha decidido echar a la Comisión Europea tuvo en un primer momento su réplica sobre la consideración de los títulos de deuda de otros países como España y Portugal, lo que despertó el temor de que en alguna medida se volviera a repetir el patrón de la crisis económica.

La prima de riesgo que paga la deuda española a 10 años frente al valor refugio de la alemana saltó de los 100 a los 130 puntos en apenas quince días al mismo tiempo que la italiana se disparaba por encima de los 300 en un movimiento mucho más convulso. Y algo similar ocurrió con los CDS, los contratos contra potenciales incumplimientos crediticios, que han repuntado en España más de un 30% en el último mes (ver gráfico).

Sin riesgo de contagio

"La situación no tiene nada que ver con la que se vivió en 2011 y 2012. Es cierto que se ha dado un cierto acompasamiento entre la prima de riesgo de Italia y la de España, pero el asunto no es preocupante y no veo probable que se dé un contagio", opina Rui da Mota, analista de Analistas Financieros Internacionales (AFI).

La opinión generalizada entre los analistas consultados es que mientras en la crisis financiera las economías del sur fueron zarandeadas al antojo de circunstancias que no podían controlar, el problema con Italia tiene un origen acotado y claro. "El mercado va a discriminar entre Italia y otros países. No sólo porque Italia tenga un nivel de deuda más alto y una tasa de crecimiento más baja que España, sino también porque a día de hoy nadie pone en  duda el compromiso de España con las directrices marcadas desde Europa y eso hace que los inversores vean que el nivel de riesgo es diferente", explica Da Mota, que ofrece como prueba de esta teoría el hecho de que inversores tradicionalmente conservadores como los japoneses hayan abandonado Italia, pero sigan apostando por España.

El analista de AFI coincide con Raymond Torres, de Funcas, en que la limitada percepción de riesgo que existe hoy sobre España podría variar si se produjera algún acontecimiento que abriera un cierto umbral de incertidumbre sobre el compromiso de España con la reducción del déficit y la deuda pública. En este sentido, los analistas consultados entienden que los Presupuestos de 2019 adquieren una relevancia renovada en el actual contexto para subrayar ese compromiso de España con la consolidación fiscal.

Raymond Torres entiende, de hecho, que la situación de Italia entraña menos riesgos para España que para el proyecto europeo en su conjunto. El responsable de análisis de Funcas advierte de que el principal problema que puede generar la situación en Italia es la paralización del paquete de reformas en las que Europa estaba trabajando para reforzar la arquitectura institucional europea y crear una red de contingencia ante futuras crisis. A saber, el Fondo Europeo de Garantía de Depósitos, la reforma del Mecanismo Europeo de Estabilidad, el célebre Mede que debe servir para atajar preventivamente las crisis de entidades financieras; la Unión Bancaria; o la creación del Seguro de Desempleo Europeo, que con tanto entusiasmo a respaldado el Gobierno de Pedro Sánchez

"Estamos en un momento crítico para estas reformas. Si Europa no consigue sacarlas adelante en el curso del próximo mes y medio, con las elecciones a la vuelta de la esquina - entre el 23 y 26 de mayo de 2019 - todo terminaría retrasándose hasta 2020. Esto significaría que hasta entonces Europa se quedaría sin un esquema para hacer frente a crisis y para estabilizar situaciones coyunturales. La crisis italiana a quien más expone es a Europa", concluye Torres.

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