¿Qué tienen en común Italia, Portugal y España para pedir el Ingreso Mínimo?

Europa se enfrenta al mayor desafío después de la Segunda Guerra Mundial: combatir la pandemia y hacer frente a sus consecuencias económicas y sociales. Con el objetivo de reducir los efectos de la pandemia de la Covid-19, los tres Gobiernos de los países del sur de Europa se han unido y ya están buscando apoyos en otros gobiernos para implementar el ingreso mínimo vital a nivel europeo. 

Así, el viernes el vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, y  sus homólogas de Italia y Portugal, la ministra de Empleo y Asuntos Sociales Nunzia Catalfo y la ministra de Empleo, Solidaridad y Seguridad Social Ana Mendes, lanzaron la propuesta a través de varios rotativos de forma simultánea. En España, la estrategia se hizo pública en 'La Vanguardia' en una pieza en la que los dirigentes insistían en la necesidad de "una respuesta coordinada" a nivel europeo para evitar otra crisis económica similar a la del 2008.

Además de frenar los efectos de una posible crisis, los tres países hacen hincapié en la necesidad de tomar medidas urgentes para frenar el desempleo y la pobreza en los estados miembros. En Europa, más de 113 millones de personas viven en riesgo de pobreza y exclusión social. Si nos centramos en España, según el resumen ejecutivo del IX Informe de anual del estado de la pobreza, las cifras son demoledoras: es el séptimo país con una mayor tasa de pobreza (tasa AROPE) del continente. Pero, ¿en qué posiciones están Italia y Portugal en el ránking europeo?  Existen varios indicadores para medir la pobreza y la desigualdad social. A continuación, un análisis de cuatro de ellos. 

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A falta de la publicación oficial del IX Informe de anual del estado de la pobreza, nos centraremos en la versión del año anterior. Este indicador, elaborado por la Unión Europea, sirve para medir la tasa de pobreza y exclusión social de un territorio. Según el documento de 2018, el 26,6% de la población española está en riesgo de pobreza y/o exclusión social, una cifra que ha disminuido 5 puntos el pasado año.

Es, por tanto, el séptimo país con una tasa mayor, superado por varios países entre los que está Italia con el 30% de su población. Ambos muy por encima de la media europea, situada en el 23,5%. Portugal, pese a que está lejos de las primeras posiciones, también cuenta con una cifra superior a la media, 25, 1%. 

La tasa de riesgo de pobreza se diferencia con el anterior indicador en que no tiene en cuenta la exclusión social. La distancia de España con respecto a la tasa de pobreza media es en este caso más extrema. Con un 22,3 % de personas en riesgo de pobreza, España es el tercer país de la UE, solo por detrás de Rumanía y Bulgaria. Tanto Portugal como Italia también superan la media europea del 17,3 %.

El índice de Gini es un indicador usado para medir la desigualdad social, cuyo intervalo va de 0 a 100, siendo 0 la máxima igualdad y 100 la desigualdad perfecta. España también está a la cola europea en materia de desigualdad. Nuestro país es el quinto país europeo más desigual y la cifra, 34, 5 %, se sitúa cuatro puntos porcentuales por encima de la media, según este informe. 

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Por su parte, Portugal e Italia cuentan con valores parecidos. El país luso ocupa la octava posición del ránking europeo en desigualdad, seguido de Italia, en el décimo puesto, con un índice del 33,1  %. 

Este indicador, que es cociente entre los ingresos del 20 % (percentil 80 en la distribución de la renta) de los más ricos y los ingresos totales del 20% con menos ingresos, también muestra datos de desigualdad en la misma dirección: España registra la cuarta tasa de desigualdad más alta de toda la Unión Europea.

La evolución del ratio S80/20 entre el periodo de 2008 y 2016 también nos deja en mal lugar: es el tercer país en el que más ha crecido la desigualdad, solo por detrás de Italia y Bulgaria. Por el contrario, el país vecino ha sido uno de los que más ha reducido su desigualdad social en el periodo citado. 

De este análisis se extrae que los tres países suspenden en materia de pobreza y desigualdad social. Aunque, si bien, Portugal, en el último tiempo, haya mejorado la evolución de este último índice. Quizás, con la intención de combatir estas cifras, los tres ministros plantean la implantación de un ingreso mínimo vital para todos los estados miembros "en el que se defina un marco de referencia para el establecimiento de un ingreso mínimo adecuado, adaptado al nivel y al modo de vida de cada país".