John Gray dice que la crisis europea no es sólo financiera, sino también geopolítica

  • Barcelona, 17 nov (EFE).- Cuando se buscan responsables de la crisis que afecta a Europa, las miradas se dirigen siempre hacia los bancos y a los mercados, pero a juicio del profesor de teoría política de la Universidad de Oxford John Gray la profunda recesión en la eurozona 'no es sólo financiera, sino también geopolítica'.

Barcelona, 17 nov (EFE).- Cuando se buscan responsables de la crisis que afecta a Europa, las miradas se dirigen siempre hacia los bancos y a los mercados, pero a juicio del profesor de teoría política de la Universidad de Oxford John Gray la profunda recesión en la eurozona 'no es sólo financiera, sino también geopolítica'.

Este pensador inglés, un exasesor de Margaret Thatcher que recicló su pensamiento neoliberal al comprobar los excesos en los que desembocaba el libre mercado, recalca en una entrevista a Efe que la crisis en Europa está 'conectada con el desmoronamiento del orden mundial tras el fin la guerra fría'.

Gray, que ha pasado por Barcelona para participar en el ciclo 'Los límites del progreso en la ciencia y la sociedad', organizado por el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), apunta que con el final del comunismo en la URSS, muchos dieron por hecho que Rusia pasaría a ser una democracia al estilo occidental y que su economía y recursos se integrarían en la europea.

Sin embargo, la realidad fue que Rusia se convirtió en una 'democracia guiada', con unos oligarcas en cuyas manos están los recursos energéticos de los que dependen gran parte del continente, una situación que puede generar inestabilidad cuando a las compañías y los gobiernos rusos les pueda interesar.

Gray cree que la UE se fijo, además, unos objetivos demasiado ambiciosos al caer el muro y al querer incluir en la Unión a todo el continente. 'Son países muy distintos, con historias, experiencias y niveles de desarrollo distintos; Dinamarca no es Rumanía, Grecia no se parece a Bulgaria... y así, es una estructura demasiado grande', afirma.

Con todo ello, afirma que Europa ha de entender que no es el centro del mundo y que su proyecto del euro no ha logrado desbancar el liderazgo de EEUU.

'El modelo de Europa se está desintegrando, no se puede exportar, y esa desintegración reforzará a los EE.UU., no porque sea muy fuerte 'per se', sino porque es un estado moderno, fuerte, incluso con los problemas actuales; de hecho, Estados Unidos se está beneficiando de la crisis europea', valora.

Pensador conocido por su visión crítica de la modernidad a cualquier precio, de los integrismos religiosos o del ecologismo utópico, ha publicado esta misma semana en España 'Anatomía de Gray' (Paidós), recopilación de algunos de algunos textos en los que arremete contra lo que considera el 'mito pernicioso' del progreso y sugiere, sin ganas de hacer muchos amigos entre filósofos coetáneos, que el actual ateísmo es un vestigio de la fe cristiana.

'Hemos imaginado que la ciencia puede con todo, pero no es así, no puede solucionar los problemas de ética o de política, ni de civilización, porque éstos han surgido de conflictos entre hombres. Aumentar el conocimiento ha tenido siempre resultados éticamente ambiguos', remarca Gray, quien advierte que 'no debemos esperar que el aumento del conocimiento nos haga mejores'.

Pone el ejemplo del uso que los nazis -símbolo del mal por antonomasia del siglo XX- hicieron de la psicología de masas. 'Entendieron mejor que nadie su poder, pero lo aprovecharon para propósitos deleznables', añade.

Piensa que la actual crisis puede servir de toque de atención entre aquellos que defienden la utopía de mantener el crecimiento constante y supuestamente sostenible a cualquier precio.

'La verdad es que, de momento, no se ha aprendido mucho, porque el objetivo de todos los partidos políticos y de los países sigue siendo continuar con el crecimiento de 2007 y si pensamos que entonces el petróleo costaba 150 dólares o que los precios subían por la especulación financiera, queda claro que aquella situación era inviable', afirma.

No obstante, reconoce que en el caso español, con un 20 % de paro, el 40 % entre los jóvenes, exista una presión social para crecer.

'Pero no puede ser el patrón de futuro, porque dentro de diez o quince años volveremos a tener que enfrentarnos por el agua, por el petróleo, por los minerales, por la agricultura, y nos causará problemas cuando alcancemos los límites de ese crecimiento que creemos ilimitado', argumenta este profesor.

Gray rechaza entrar en un debate sobre el optimismo o el pesimismo -'es una pérdida de tiempo', afirma- pero anima a confiar en la capacidad humana para improvisar soluciones: 'porque por muy duras que sean las cosas, los seres humanos somos ingeniosos, nos podemos adaptar, hemos sido los animales de más éxito'

Aunque reconoce que movimientos como el 15M o el Occupy Wall Street no aportan soluciones claras o un modelo de sociedad, los defiende porque, paradójicamente, cree -al contrario de quienes los critican- que estas corrientes están comprometidas con la realidad, una desempleo imparable, desahucios... mientras que los políticos se siguen aferrando a utopías que no funcionan, 'ya sea el euro o el libre mercado, que han fracasado'.

Sergio Andreu

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