Dos jóvenes catalanes deslumbran con su 'startup' a los gurús de Silicon Valley

  • Carlos Rodès y Roger del Sol fundaron la plataforma digital de salud WeFitter, uno de los proyectos que han escogido en la gran meca de la tecnología.
Roger del Sol y Carlos Rodés, fundadores de WeFitter.
Roger del Sol y Carlos Rodés, fundadores de WeFitter.

Silicon Valley ha reconocido y valorado el trabajo de dos treintañeros catalanes cuya 'startup' o plataforma digital de salud acaba de ser escogida entre las más innovadoras del momento. Carlos Rodès y Roger del Sol nacieron el mismo año (1982), en la misma tierra y fueron a la misma universidad. Pero, más allá de estos puntos en común, compartieron juntos un sueño, que se llama 'WeFitter' y hoy sorprenden a propios y extraños.

Ambos jóvenes se presentaron este año en el prestigioso certamen '500 startups', uno de los más laureados y reputados, que tiene lugar en la 'catedral mundial' de la tecnología. Allí, a orillas del Pacífico, en la tierra que es sinónimo de Steve Jobs y de otros tantos gurús, su proyecto fue elegido en uno de los más recientes 'batch', como se conocen en este ámbito a las convocatorias o 'huecos' cuya finalidad es "ayudar a prosperar a los grandes fundadores de proyectos y emprendedores", como reza el lema de la iniciativa.

Y allí WeFitter fue seleccionada con nota, provocando todo tipo de elogios. La 'startup' consiste en recompensar la práctica de actividad física y el estilo de vida saludable. Esos premios siempre están asociados al deporte, a la salud y a la sostenibilidad. "Lleva una vida activa y te recompensaremos", señala el eslogan principal de la compañía. En tres simples pasos, los usuarios pueden formar parte de la comunidad WeFitter: primero deben conectarse a su dispositivo de fitness favorito. Pueden hacerlo a través de un conector 'multiplataforma' que es compatible con las apps de gigantes como Apple (Health Kit), Nike + o Runtastic. En total disponen de un menú de una veintena de integraciones, con las aplicaciones más consolidadas.

Después activan el programa para ganar puntos (haciendo ejercicio y llevando una vida activa, el esfuerzo se traduce en puntos, precisamente), y finalmente obtienen premios, al canjear esos puntos por recompensas. Ropa deportiva, bicicletas, comida saludable, calzado, bonos para Netflix o Amazon, planes con excursiones al aire libre, ofertas, descuentos... las posibilidades de premios son muchas. Eso sí: la 'startup' está principalmente orientada a las empresas, y a reconocer a aquellos empleados que lleven un estilo de vida saludable.

¿Por qué? Rodès y Del Sol se dieron cuenta de un negocio potencial por explotar, que era realmente un diamante en bruto. Las aseguradoras de salud consideran vital una premisa: contar con empleados saludables en las empresas reduce el coste de las bajas, aumenta la productividad y permite crear una nueva valoración de las pólizas.

Entonces, el objetivo máximo es convertir a las empresas que contraten WeFitter en comunidades realmente activas a la hora de desarrollar prácticas saludables. Por eso, si el empleado se cuida tiene su recompensa. Para él se ofrecen los mencionados incentivos, siempre lúdicos. La fórmula sería: a mayor proporción de vida sana en el trabajador, más productividad y, en consecuencia, mayor felicidad tanto para él como para la empresa que lo ha contratado.

En definitiva, WeFitter no es otra cosa que un medidor de actividad física que fomenta la vida sana y se ha plegado al auge de las aplicaciones que registran en dispositivos móviles el ejercicio para promocionar los hábitos de vida saludables entre los usuarios. Claro que sus clientes no son solo compañías privadas. También empresas públicas. Un ejemplo es la Agencia de Salud Pública (ASPCAT) del Departamento de Salud de la Generalitat, que se ha sumado a la plataforma.

Desde que en 2014 comenzaron a bosquejar esta idea y fundaron la plataforma, todo ha sido vertiginoso y en ascenso para Roger y Carlos, los emprendedores que se han convertido ahora en CEOS de una empresa líder en su segmento en España. Ya cuenta con ocho empleados, ha arrasado en la '500 Startups' para seducir a grandes inversores en el campo de la tecnología, está valorada en 4 millones de euros, crece a un ritmo del 22% anual y ya busca nuevos horizontes en los países nórdicos.

Finlandia es el punto de partida donde comenzará a operar de manera inminente, en la próxima fase de expansión. Entre sus socios y 'partners' WeFitter ya cuenta con grandes firmas como Garmin, Healthia, Salomon, Sanitas, Heineken o AstraZeneca, entre otras.Cómo 'huir' de multinacionales y seguir el instinto

"Emprender es un camino muy duro. Sacrificas mucho para dedicarte a esto. Desde afuera, parecería que todos son momentos muy dulces y que la imagen que desprende una 'startup' es de diversión y distensión. No es así. No dejamos de ser una empresa que, como todas, está pendiente de su facturación para poder crecer", afirma Carlos Rodès. Al echar la vista atrás, todo parece indicar que este joven es el mismo que mantiene su mística y entusiasmo intactos. Esos que le llevaron a él y a su socio a desembolsar los primeros 25.000 euros para comenzar a andar con su idea. Después llegó el turno de una campaña de crowdfunding, para ampliar el capital, hasta la consagración definitiva y reciente en Silicon Valey.

Rodès tiene 35 años. Estudió Administración de Empresas en IQS. En ese centro estudiaba también su socio Roger, pero asegura que no eran amigos y que la vida los reencontró después. "De muy joven solo quería pasármelo bien, como la mayoría de la gente. Al acabar la Universidad trabajé para empresas multinacionales, pero pronto me di cuenta que tienen una estructura burocrática muy grande para ejecutar cambios", confiesa.

Después trabajó en una empresa de marketing on-line ("dedicada a cuidar la imagen de jugadores de fútbol que son grandes celebrities en redes sociales") hasta que llegó WeFitter. "Combinamos con Roger nuestras ideas. Yo sabía que teníamos espacio para desarrollar el proyecto en el terreno de la salud, y la gente que se cuida. Y él, desde el punto de vista empresarial, era el ideal para asociarse en esta historia", comenta.

Carlos asegura que, desde pequeño, en su hogar y en el entorno familiar le inculcaron que debía ser ambicioso profesionalmente. También lo es su socio Roger, que no en vano le asegura al mundo desde su perfil en Linkedin que "busca retos inalcanzables en el mercado online global".

Más allá de esa postura, Carlos deja un mensaje claro a los jóvenes que quieren emprender: "Deben dejar de pensar y comenzar a actuar. No hay que esperar la idea perfecta. La clave es dejarse guiar por el instinto. En definitiva, el mejor consejo es que actúen, por más que se equivoquen", señala el muchacho que se ha consagrado en el afamado '500 Startups' de Silicon Valey. Ese fondo de capital social ya ha invertido o tiene comprometidos nada menos que 350 millones de euros en más de 1.800 'startups' de tecnología en todo el mundo desde su creación, en 2010. Gestiona proyectos para emprendedores en el campo de la mercadotecnia en Internet en 60 países. 

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