"¿Jubilarme a los 70? Llevo seis años en paro y con 57 no volveré al mercado"

Los trabajadores mayores de 50, la esperanza de algunas empresas
Los trabajadores mayores de 50, la esperanza de algunas empresas
EFE

La necesidad de garantizar las pensiones, en un contexto en el que la tasa de paro ronda el 14%, los empleos son predominantemente mileuristas y precarios, la natalidad está en mínimos y España está a punto de convertirse en uno de los países más longevos del mundo y con las pensiones más altas, se ha convertido en un asunto prioritario, que ha quedado aparcado por la parálisis política surgida tras la moción de censura contra Mariano Rajoy, que frenó en seco una solución consensuada para dar sostenibilidad a uno de los sistemas más justos y generosos del mundo.

En un momento crítico, las ocurrencias y sugerencias, en principio bien intencionadas, para salvar las pensiones no paran surgir. La prolongación de la vida laboral ha sido una de las planteadas con más frecuencia, desde diferentes foros liberales y, recientemente, por el ex presidente del Gobierno José María Aznar, en cuyo mandato se dio luz verde a prejubilaciones mayoritarias en la industria y en el sector del carbón. ¿Pero es posible trabajar hasta los 67 años, incluso hasta los 70, en un mercado laboral que expulsa a los mayores y les deja en la lista del paro una década antes de la jubilación?

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Lola Santillana, secretaria de Empleo de Comisiones Obreras (CCOO), describe a La Información las dificultades que tienen las personas que algunos consideran mayores, "pero que tienen actitudes muy interesantes y desde luego idóneas para trabajar", encuentran y la oposición de buena parte de las empresas para optar por estos perfiles, que consideran experimentados pero caros. "Es necesario un cambio de mentalidad y que, al igual que entre las mujeres hay un porcentaje de contratación fijado, lo haya entre las personas de más edad con el objetivo de fomentar su incorporación en el mercado de trabajo".

"La mitad de los desempleados que tenemos son de larga duración y la mayoría tienen más de 50. Un electricista de alta tensión que pasa de los 50 tiene casi nulas posibilidades de volver a estar empleado, porque la opción son trabajadores jóvenes o autónomos en subcontratas con sueldos bajos". Asegura Santillana que no hay forma de encontrar trabajo a determinadas edades y "lo único que ha avanzado el Gobierno de la moción de censura es recuperar a la subvención a los parados de más de 52 años -en lugar de los 55- que pasan a cotizar por el 125% de la base mínima vigente".  La cuantía del subsidio se fijó en el 80% del IPREM y en 2019 es de 438,8 euros mensuales, que se pueden cobrar hasta que se alcance la edad ordinaria de jubilación.

"Las empresas no son capaces de incorporar a su plantilla a gente con experiencia profesional porque creen que generarán más gasto. Unido a esto, hay muchas personas a estas edades con baja cualificación y hay que reciclarlas, recuperarlas para la vida laboral. La oferta de formación no resulta la adecuada", señala la responsable de CCOO.

Agustín Ruiz -nombre ficticio-, con estudios secundarios, ha saltado de un empleo a otro durante su vida laboral, desde comercial, pasando por camarero, responsable de compras y conserje. Perdió su último trabajo, en el que estuvo cerca de seis años, en 2014, cuando salió adelante un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) del que fue una de sus primeras víctimas y durante ese tiempo ha estado en paro todo el tiempo excepto tres meses. "Trabaje unos meses como empaquetador y mis compañeros apenas tenían 30 años. Yo con mis 56 años me sentía extraño y ellos bromeaban con una situación que consideraban inédita".

Ahora trata de que cada día sea diferente, para no entrar en una rutina de la que es difícil salir, y ha conseguido el subsidio para mayores de 52 años de algo más de 400 euros, "que desde luego no me soluciona casi nada. Tuve que vender un apartamento que pude comprar hace años con mi primera indemnización. Eso me ha permitido durante los últimos años completar los diferentes subsidios, pero el dinero se acaba y estoy seguro de que no volveré a trabajar. Estoy fuera del mercado y he tirado la toalla".  

La trayectoria de M.I.T., que tiene 53 años, abre una pequeña puerta a la esperanza, pese a que su experiencia, por la edad, no ha sido del todo gratificante. Trabajó durante varios años como administrativa en una empresa de distribución, pero cuando cumplió los 43 años su empresa sacó adelante un ERE y ella se fue a la calle. Durante cerca de dos años cobró el paro y luego decidió montar una casa rural en un pueblo de Castilla y León. Las pérdidas no le permitieron seguir adelante con el proyecto y nuevamente con 49 años volvió a ser demandante de empleo "Eché decenas de currículos, pero siempre los rechazaban. Yo pienso que era por mi edad y no por mi preparación".

"Desesperada me apunté a una agencia de colocación para hacer extras en hostelería y así estuve un par de años hasta que hace un tiempo en uno de los establecimientos en los que hacía extras me llamaron porque un empleado estaba de baja por enfermedad y yo le iba a sustituir. Ahora tengo un contrato de varios meses lo que a mi edad lo considero un milagro. Pensé que nunca jamás iba a tener ya un contrato estable, pero he tenido suerte. A mi edad debo de ser de las pocas personas que lo ha conseguido".

El perfil del parado de larga duración

Los menores de 25 años con bajo nivel educativo y los mayores de 45 años se enfrentan a especiales dificultades para encontrar un empleo. A medida que avanza la edad, el paro de larga duración va a aumentando en detrimento del de una duración de menos de 18 meses. Ser mujer aumenta las posibilidad de permanecer 'sine die' en las listas del paro, además de la edad, y de carecer de educación universitaria. Los aspirantes cuyo sector de actividad anterior es la construcción tienen más probabilidades de ser parados de larga duración que los procedentes de la industria, del sector servicio o de la administración, según destacaba  destacaba un informe del Laboratorio de la Fundación Alternativas, que además incidía que los ex gerentes y ex empresarios -incluidos los autónomos- tienen el doble de posibilidades que un trabajador no cualificado de pasar más de dos años en el paro.

Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre del año evidencia las graves dificultades que tienen los mayores de 50 años para salir del desempleo. De los 880.200 que estaban parados en este periodo, el 61% -540.000- eran de larga duración, con más de 12 meses inscritos en los servicios de empleo. El tramo de edad más crítico es el de 60-64 años, en el que hay 113.500 parados de larga duración, el 66,5% de los que están en esa franja. Pese a todo, existen múltiples plataformas que buscan la inserción laboral de los perfiles de mayores de edad. Algunos sectores en el que existe una clara demanda de trabajadores mayores de 50 años son el de ventas, atención al cliente, el mantenimiento, el transporte o el turismo y la hostelería. Muchos negocios turísticos y hosteleros buscan profesionales mayores de 50 años, destaca Turisjobs, en especial para puestos de responsabilidad. Todavía existe esperanza laboral para determinados perfiles, pero resulta imprescindible una cualificación que suponga un valor añadido.

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