Un efecto nocivo en el sistema

El 'hueco' legal de las rentas altas para jubilarse antes... y con 400 euros más

Escrivá se ha conjurado para acabar con la ventaja que supone que la penalización por retiro a los 63 años se aplique directamente sobre la base reguladora. Los grandes cotizantes reducen su pensión un 2% anual.

Billetes de euro.
El 'hueco' legal de las rentas altas para jubilarse antes... y con 400 euros más
Imagen de Pera Detlic en Pixabay.

Las rentas altas se han convertido en uno de los objetivos de la futura reforma de pensiones, ante el escaso espacio que están dejando Unidas Podemos y los sindicatos a la hora de realizar profundos cambios que garanticen salvar un sistema deficitario, que se enfrenta a avalanchas de nuevos pensionistas y al peor contexto demográfico y social, sin apenas nacimientos, trabajo precario e intermitente y una esperanza de vida en el podio mundial.

Por una parte, el ministro se plantea destopar de forma progresiva la base máxima de cotización, de 4.070,10 en 2021, que da derecho a una pensión de 2.707 euros, sin perder de vista la posibilidad de que esa mayor aportación se traduzca en una pensión más elevada. Junto a esto, ha dejado entrever la posibilidad de aplicar una fórmula, con objetivo de aumentar ingresos, en la que la edad durante la que se recibe la pensión se vincule a la esperanza de vida, que según los estudios es mayor entre los que mayores rentas poseen. 

Pero uno de los objetivos prioritarios del responsable de la Seguridad Social es acabar con las jubilaciones anticipadas de las rentas altas, una práctica demasiado habitual por lo ventajosa que les resulta y que resta tiempo de cotización de ciudadanos que todavía podrían desarrollar una actividad laboral... y aportar importantes cotizaciones al sistema. Una vía legal, pero negativa para los planes de Escrivá, que hace que las penalizaciones por retiro anticipado que se aplican directamente sobre la base reguladora del futuro pensionista apenas tengan efecto si el sueldo elevado, ya que la base  puede seguir siendo superior y se puede lograr la pensión máxima.

En sueldos elevados, estas penalizaciones -del 8% anual- podrían quedar sin efecto y cobrar con 63 años -y sin problema alguno- la pensión máxima de 2.707 euros. En el peor de los casos, la reducción podría rondar el 2%, una rebaja muy pequeña frente a las ventajas que supone retirarse dos años antes. Mientras, en las rentas bajas y medias, la penalización en la base reguladora es determinante en la cuantía de su pensión y el recorte llega al 8% anual, que es el que pretende el Gobierno que se aplique a todos.

Las estadísticas de la Seguridad Social evidencian claramente la práctica extendida entre la rentas altas de jubilarse a los 63 años cumpliendo con los requisitos previstos para hacerlo. Las altas de jubilación por edades muestran que en enero 9.763 trabajadores de todos los regímenes de la Seguridad Social se jubilaron con 63 y 64. Su pensión fue de 1.706 euros en el primer caso y de 1.754 euros en el segundo, 400 euros más que lo que cobraron de media los 14.685 nuevos jubilados mayores de 65. 

La situación se repite de forma idéntica en el Régimen General y en el de Autónomos, con diferencias de cerca de 400 euros -por arriba- entre los que se han retirado de forma anticipada y los que lo han hecho de forma regular. La mayor parte de los jubilados con anticipación están en el Régimen General, algo más de 8.300.

Otra de las tablas que nos muestra esta 'cuestionable' situación, que Escrivá está dispuesto a eliminar, es la de las pensiones en vigor a 1 de febrero. Los 350.000 jubilados con edades comprendidas entre 60 y 64 tiene pensiones medias de 1.630 euros, frente los 1.342 euros de los 1,55 millones que tienen edades entre 65 y 69 años.

Jubilación a los 40 sin penalización

En el otro lado, las rentas bajas y medias, con largas carreras de cotización pero con mínimos aportes a la Seguridad Social, quieren jubilarse a los 63 años, sin penalización y siempre que se demuestren al menos 40 años cotizados a la Seguridad Social. Cerca de 530.000 jubilados quieren recuperar ahora la parte de la pensión a la que tuvieron que renunciar por jubilarse a los 63 años, con penalizaciones de hasta un 16% y tras duras carreras laborales que incluso comenzaron con 14 años. 

El perfil de la mayoría coincide con trabajadores semicualificados, con sueldos no muy elevados y que, además, sufrieron de lleno la crisis económica, tras la cual muchos no volvieron al mercado laboral o lo hicieron con condiciones retributivas peores. Asjubi40, la asociación que ha tomado las riendas para hacer llegar a todos los ámbitos políticos y sociales la reivindicación, aclara que no pretenden una retroactividad económica de los coeficientes aplicados en su pensión y sí recuperar la base reguladora íntegra para todos los jubilados afectados por estos recortes -en torno a 530.000, según la asociación, y más de dos millones según el Gobierno- para poder disfrutar de su pensión íntegra.

Pero el 'problema' económico, que se puede multiplicar por cuatro si las cifras aportadas por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones son las reales, podría agravarse aún más. Al número de afectados actuales, que quedará patente en unos días, se unirá a corto plazo otros cientos de miles de trabajadores que querrán dejar su empleo antes de la edad legal de jubilación -en 2021 a los 65, con 37 años y tres meses cotizados; o las 66, con con menos años de cotización-, alegando 40 años de desembolsos a la Seguridad Social cotizados. Ellos son la generación del 'baby boom' y sus pensiones, con mejores trabajos, serán más elevadas.

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